La afición que nunca falla: “No pensamos en los kilómetros, solo en acompañarles”

De toda la afición habitual que se reúne en las gradas de los torneos formativos cada vez destacan más las madres. Las que nunca fallan. En The Football Games Cancún 2023 también se pudo apreciar. Los niños nacidos en 2011 de los 16 equipos participantes contaron con apoyo en territorio mexicano y, concretamente, los del Real Madrid lo hicieron con el valioso respaldo de un grupo que no acostumbra a perderse ninguna de las citas del equipo blanco... Se trata de Miriam, Maribel y Bárbara, madres de Pablo Alvarado, Alberto Ruiz y Thiago Muñoz. Los jugadores de Álvaro López quedaron en cuarta posición tras caer ante el Barcelona en la tanda de penaltis en su último encuentro. Ganen o pierdan, ahí están ellas.

“Es el quinto torneo que tienen fuera desde el 27 de agosto: Vigo, Zaragoza, Brunete, Talavera la Real (Badajoz) y Cancún”, explica Miriam, que se autodenomina “madre de porteros”. Su apoyo a los guardametas va más allá del que le muestra al número 1 del Real Madrid y a su compañero bajo palos Mario Vázquez. “Los porteros son sufridores, yo estoy en representación de los porteros. Con Lidia, que es la mamá de Mario, nos intentamos cuidar, le he mandado fotos... Igual se cuidan ellos, porque la portería es una. Tienen una relación muy bonita, son uña y carne”, detalla una de esas aficionadas blancas que no fallaron a la cita en territorio mexicano.

Junto a ella, han vivido el torneo Maribel y Bárbara (y también los maridos y padres de los tres niños) que no echan cuentas de la cantidad de kilómetros que han hecho para ver jugar a sus hijos. “No los contamos, solo pensamos en acompañarles y en que disfruten”, indica la primera, madre de Alberto Ruiz. El hecho de que juegue en un club como el Real Madrid, admite, supone “mucha exigencia”, pero los chicos tienen los pies en la tierra: “Saben que el tiempo que estén ahí es disfrutar y aprender. Te vas a llevar muchísimos amigos, que es lo bonito del fútbol. Lo humano”.

De eso, también, va este deporte que permite a los niños disfrutar de experiencias inolvidables. Pero también a sus familias, que organizan su calendario en función del de los equipos de sus hijos. “Ellos saben los torneos que van a tener y en función de eso lo vas organizando. Organizo mis vacaciones en función de ellos, mi hija hace patinaje y el pequeño también juega en el Real Madrid”, explica Bárbara, que al ser hija de futbolista, el Cacho Heredia (ex Atlético) ya conocía antes este modo de vida.

El mensaje de estas tres mujeres puede extrapolarse al resto de afición desplazada hasta Cancún, en su mayoría familia cercana de jugadores de clubes asentados en la élite y con mucha historia: “Ellos son unos privilegiados, tienen que disfrutar y, sobre todo, ser felices”.

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