MÁLAGA CF

José María Muñoz año IV: de héroe a villano

En cuatro años de administrador judicial José María Muñoz ha pasado de héroe a villano para gran parte de la afición. Ha igualado los periodos de mandato de Fernando Sanz y Fernando Puche.

MARIANO POZODiarioAS

Hoy se cumplen cuatro años del cese de la familia Al Thani de sus funciones en el Málaga por orden de la magistrada María Ángeles Ruiz González y el nombramiento de un administrador judicial, José María Muñoz, por un periodo de seis meses prorrogable… hasta la fecha.

No nos extenderemos demasiado en las razones de aquella trascendental decisión que vino tras una querella de la Asociación de Pequeños Accionistas (APA), respaldada por el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, por “administración desleal, apropiación indebida e imposición de acuerdos societarios abusivos”. Solamente incidiremos en que la deficiente gestión de Abdullah Al Thani y sus hijos Nasser, Nayef y Rakkan había creado una alarma social sin precedentes. El Málaga estaba a la deriva y al borde de la desaparición.

Al Thani hace algunos años entrando enla Ciudad de la Justicia.Paco Rodríguez

Mientras el Málaga se desangraba, los Al Thani, en especial sus hijos, se pegaban la vida padre. Viviendas de lujo, coches de última gama, viajes, hoteles exclusivos, sueldos galácticos para ellos y sus directivos. Vida disipada como bien explica el informe del Ministerio Fiscal cuyo enlace adjuntamos para que se entienda mejor la vida que se pegaban mientras el equipo iba a la deriva.

La llegada de Muñoz fue recibida con entusiasmo por la afición, que tenía por fin un motivo para agarrarse a la esperanza. Su primera decisión fue cesar al director general, Richard Shaheen. Este era un siniestro personaje que no paraba de reunirse con entrenadores para reemplazar a Sergio Pellicer y que tenía apalabrado a Luis Fernández. El resto de su jornada laboral lo dedicaba a hacer ‘footing’ en La Rosaleda, obligar a los empleados a que sacaran de paseo a su repelente perro de aguas y comer jamón. Así estaba el Málaga.

El administrador judicial se encontró con una entidad en serio riesgo de no terminar la temporada como le pasó al Reus. Necesitaba dos millones de euros. Y el milagro vino gracias a que el Granada pagó en febrero 1,5 millones de euros por Antoñín fuera de mercado por la lesión de Neyder Lozano.

Tras terminar la temporada, un artículo de LaLiga en el que nadie había reparado permitió que el Málaga fuera inscrito en el fútbol profesional pese a tener el límite salarial sobrepasado por haber militado en cinco años dos en Primera y tres en Segunda. Al límite de la expulsión.

José María Muñoz en rueda de prensa.Mariano Pozo

De héroe a villano

Pero el proceso judicial se extendió en el tiempo más de lo que se esperaba. Cada tres meses Muñoz debe rendir cuentas a la jueza y cada seis meses se prolonga su mandato. Al final, el administrador judicial también ejerció como presidente. Y en este último rol su figura se ha deteriorado de cara a un gran sector de aficionados porque consideran desacertadas muchas de sus decisiones y le culpabilizan del descenso a Primera RFEF, tercera categoría del fútbol español, 25 años después.

Fernando Sanz, en su etapa de presidente junto con Alfonso García, del Almería,MORENATTI

El pasado domingo, durante el partido contra el Recreativo, la Grada de Animación exigió su dimisión a voz en grito y con varias pancartas. Para acallar estas proclamas se alzó el sonido y se utilizó la megafonía y eso enfadó a mucha más gente que se unió a las protestas. Además de este importante sector de aficionados, De la Torre, la hotelera BlueBay y la APA también cuestionan la administración judicial porque consideran que “ya no es necesaria” o directamente piden un cambio.

Con cuatro años al frente del club, José María Muñoz ha igualado el periodo que Fernando Puche y Fernando Sanz estuvieron como presidentes, ha superado los tres años de Federico Beltrán y está a un año de los cinco que estuvo Serafín Roldán. A este paso los va a rebasar con creces.

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