Jaime: “Al mal césped hay que adaptarse, nos perjudicará a los dos”

Uno de los factores que está marcando los días previos del Celta Fortuna - Deportivo que se disputará este domingo es el césped de Balaídos. La imagen del partido de Copa dejó preocupación en A Coruña... y también en Vigo, pero desde el vestuario blanquiazul asumen que toca adaptarse y señalan que será malo para ambos equipos, ya que el filial celeste también es un equipo con buen gusto por la pelota. Jaime habla de eso y de su papel como lateral en la Ponferradina, la tercera posición en la que juega esta temporada:

Césped: “Lo que se vio en la tele parece que no está bien de todo. Pero condicionará a ambos equipos. No le damos mucha importancia. Si está mal, nos adaptaremos lo mejor posible, porque perjudicará a los dos. A ambos nos gusta jugar el balón. Habrá que adaptarse. Sabemos que es un gran rival, juega muy bien, de los mejores de la categoría”.

Celta Fortuna: “Es un partido más. Muy importante, porque queremos seguir sumando de tres y estar arriba. Ante un gran rival que está en los puestos altos, pero como cualquier otro encuentro, como el de la semana pasada”.

Polivalencia: “Este año me está tocando jugar en posiciones que estoy menos acostumbrado, pero siempre a disposición del míster y del equipo. Encantado de sumar minutos y ayudar. Me encontré bien y también salió el partido perfecto. Me sentí arropado en una posición que no es la mía, pero contento. Con el balón haciendo salida de tres y para defender sí como lateral más puro. Estoy para ayudar al equipo, pero habrá días que me salga mal también, seguro. En las dos posiciones me he encontrado cómodo y estoy para lo que el míster requiera”.

Montaña rusa de emociones: “En el vestuario lo vivimos con tranquilidad. Entendemos perfectamente que cuando sale mal haya decepción y después del partido contra la Ponferradina, la gente vuelva a ilusionarse. Lo entendemos. Sabemos que es así y ojalá de ahora en adelante sea todo ilusión y no haya tanta decepción”.

Despedida de Mackay: “Yo me enteré ese mismo día que era en Riazor. Terminamos de entrenar tarde e intenté darme prisa porque creía que tenía que estar ahí. Pero creo que mucha gente no fue porque no lo sabía, por tema de tiempos también. Nada más, no hay que buscar otras cosas. Mackay era y es un jugador muy querido en el vestuario. Estoy seguro que si la gente hubiera podido, hubiera ido todo el equipo”.