Fortea vuela con Arbeloa: “Le dolió salir del Atlético, pero tenía claro que si llegaba el Madrid...”

Su nombre evoca al famoso, y ya quebrado, pacto de ‘no agresión’ entre el Real Madrid y el Atlético. Fue Jesús Fortea el niño que derribó ese muro. Ya había rendijas y el fuerte interés del club blanco en el lateral valenciano hizo el resto. Porque en Valdebebas ya estaban prendados de su talento. Tenía 15 años. Ahora son 16 (cumple 17 el 25 de marzo) y la proyección de Fortea sigue disparada. La temporada pasada se estrenó con el Juvenil A cuando pertenecía al Cadete A. En la actual es el dos de Álvaro Arbeloa. Indiscutible. En División de Honor, en la Youth League. También vuela en la Sub-17. este miércoles (18:00 horas) buscará los cuartos de final de la máxima competición continental de la categoría ante el Leipzig. Será titular, como lo ha sido en 23 encuentros esta temporada, y una de las piezas clave del engranaje de Arbeloa. Progresión auspiciada en sus aptitudes innatas, trabajo... y por un sueño que multiplica su ilusión diaria. Desde su entorno lo explican: “Le dolió mucho salir del Atleti, pero tenía claro que si llegaba el Madrid...”.

No fue una decisión sencilla el cambio de escudo. Tanto Jesús como todo su entorno estaban, y están, muy agradecidos al equipo rojiblanco. Le dieron una oportunidad muy importante cuando salió de un Levante donde era santo y seña a los 12 años. Allí jugaba de todo. Empezaba en el carril del dos, cuando cambiaban al mediocentro ocupaba su lugar y, llegado el caso, le colocaban de delantero. Pero siempre ha sido lateral derecho. Ultraofensivo, gracias a su velocidad, pero lateral derecho. Exceptuando momentos puntuales, como un partido clave en su cambio de barrio.

“Sólo al Madrid”

En su último año en la academia del Atleti le bajaron al Cadete B siendo ya indiscutible en el A. Llegaba el Madrid, duelo decisivo por la liga. Le colocaron arriba, le enfundaron el 10 y el mensaje fue claro: “Haz lo que quieras”. Lo hizo y fue el más destacado en el triunfo (2-1). Era el 19 de febrero de 2022. Poco después, el 12 de marzo, ya con su Cadete A y como lateral derecho mostró su desborde en un 0-5 en otro miniderbi que dolió en Valdebebas. Dos victorias del Atleti sobre el Madrid que impulsaron aún más el interés que ya existía en La Fábrica por incorporar a Fortea. Ahí ya tocaban la puerta del joven de Albal más gigantes del fútbol mundial, como el Manchester City y el Bayern Múnich. “Sus ofertas económicas eran superiores, pero Jesús tenía claro que sólo saldría del Atleti si era rumbo al Madrid”, detallan desde el círculo de confianza del futbolista. Un buen ejemplo de su sentimiento blanco, el último contrato que firmó con el Levante: empuñó el bolígrafo vistiendo una camiseta del Real Madrid. Como la que portó durante nueve años (2009-2018) su ídolo Cristiano Ronaldo. Comenzaba su sueño.

Si el curso pasado ya paladeó algún partido con el Juvenil A, debutando a los 15 años y 336 días, en el actual Arbeloa no lo ha dudado. Galones desde el día uno para aprovechar su gran velocidad como puñal por la derecha. Fortea es un lateral ofensivo, con estupendo uno contra uno y gran resistencia. Algo para lo que resulta fundamental sus horas extra con un preparador personal cuando la temporada entra en período vacacional. En el Real Madrid muchos le ven como el ‘heredero de Carvajal’ y es uno de los nombres señalados como ‘carne de primer equipo’ en el futuro. Como su compañero (tanto en el club como en la Sub-17) y amigo Joan Martínez, a quien le une una estrecha relación desde que eran pequeños por haberse criado ambos en el Levante. Todo supeditado, claro, a mantener una progresión donde su familia está resultando esencial.

Este verano, los Fortea se han mudado a Madrid. En Valdebebas, cerca de la Ciudad Deportiva Real Madrid, han instalado el núcleo familiar. Mientras Jesús padre sigue ejerciendo (es transportista), Isabel, la mamá, administrativa, se ha pedido una excedencia para apoyar a su hijo y recordarle que no debe despegar los pies del suelo. Mismo discurso que aplican a Melania, la hija menor del matrimonio y que ha elegido el taekwondo como forma de vida. Jesús Fortea quema etapas a la misma velocidad que sube la banda, con naturalidad, consciente que debe volar en el campo y no dejar que lo haga la mente.