Fin a la era Duino: tiempos pasados fueron mejores

En la noche del miércoles se cerró el acuerdo definitivo para el traspaso de poderes en el FC Cartagena. Duino Inversiones dejará el 100% de sus acciones en manos de Cortadone, con Alejandro Arribas al mando. El ex futbolista, que llegó a un entendimiento con la que era propiedad hasta la fecha del pasado 17 julio, por fin pudo firmar los documentos que le acreditan como dueño de la entidad albinegra. Hace unas semanas, con todo redactado, la otra parte le cambió el contrato y dio un paso atrás.

Con la entrada de Arribas se pone fin a una década de Francisco Belmonte en el club. El que fuese todo en el FC Cartagena, además de poseer un 15% de las acciones, era el hombre confianza de Duino, empresa sobre la que está detrás, para muchos, Felipe Moreno, dueño del Real Murcia. Aunque no aparece en ninguna documentación, el que fuese también propietario del CD Leganés nunca ha negado que ha colaborado económicamente con el club, porque considera a Belmonte “como un hijo”. La relación es tan estrecha que el Consejo Superior de Deportes la tiene bajo lupa, aunque ahora no se sabe lo que ocurrirá.

Belmonte aterrizó en la ciudad portuaria a finales de la 2014-15, cuando se logró una permanencia in extremis en Segunda B. Estuvo cinco años en la división de bronce, con cuatro playoffs y uno muy doloroso, el que privó del ascenso en Majadahonda con un gol en propia puerta en el añadido de Zabaco. Se repuso el club y dos años después le ‘sonrió’ la fortuna. Ganó en Córdoba, empató el Marbella FC que iba primero, lo superó y se acabó la competición por la pandemia. Fue directo al playoff y en la final ante el Atlético Baleares (0-0) ascendió en la tanda de penaltis.

Siempre rodeado de Manuel Sánchez Breis, amigo personal, ex compañero en un medio de comunicación y responsable de la parcela deportiva, consiguieron hacer historia al mantener al club durante cinco temporadas en la categoría de plata, aunque por desgracia para ellos quedarán marcados por las dos últimas. En la penúltima, el milagro Julián Calero salvó una primera parte de temporada penosa. En la siguiente, fracaso absoluto y un descenso que se vio claro desde el arranque de la competición: ni Abelardo, ni Jandro ni Romo pudieron sacar rendimiento a una plantilla que no dio el nivel en ningún momento.

En este tiempo pasaron por Cartagena jugadores como Rubén Castro, De Blasis (sigue tras su primera salida), Gallar, Pêpê, Dauda, Bodiger, Jairo, Musto, Datkovic, Escandell, Carrasquilla y técnicos como Luis Carrión, Borja Jiménez y Julián Calero, pero también se cometieron errores: Pocho Román, Óscar Clemente, Reina, Héctor Hevel, Umaro, Lautaro, Ferreiro, Franchu, Tejera, Arribas, Jaime Romero, Miguelón, Luna, Kawaya y Rhyner, entre otros.

En lo social, Belmonte y su grupo de trabajo han pasado de ser idolatrados, con buena relación con la prensa de la ciudad y las instituciones, a ser increpados al salir de los partidos y tomar la determinación de no acudir a los partidos en casa. Las salidas de tono de Belmonte, en ocasiones con chulería, le fueron bien cuando los resultados acompañaban pero le pasaron factura cuando las cosas se torcían.

No es que terminase mal con jugadores y entrenadores importantes en la historia reciente de la entidad, que ocurrió, también con el entorno (aficionados, prensa e instituciones). En una de sus ruedas de prensa llegó incluso a insultar a aficionados del FC Cartagena llamándoles “payasos”.

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