MÁLAGA CF

Fallece Andrés Perales, guardián de La Rosaleda y guía de La Flecha Azul

Fue el guía de La inolvidable Flecha Azul. Eterno guardián de La Rosaleda, hizo de todo en el club y la puerta 18 lleva su nombre. Andrés Perales, leyenda malaguista, fallece a los 87 años.

Málaga CF

El malaguismo está de duelo por el fallecimiento de Andrés Perales, el multiusos del Málaga. Una de las personas más queridas en todas las etapas blanquiazules, tanto con el Club Deportivo Málaga como en el Málaga Club de Fútbol. La Rosaleda, donde tuvo su residencia durante más de 50 años se queda huérfana. La Puerta 18 lleva su nombre como eterno homenaje a más de 50 años de servicio eficaz, honesto y desinteresado.Andrés hizo de todo en el Málaga. chófer de la mítica Flecha Azul, al autobús donde el Málaga hacía sus desplazamientos. También ejerció como delegado de campo, vi gilante y hasta masajista.

Reproducimos por su interés el comunicado del club que glosa perfectamente la figura del guardián de La Rosaleda que nos ha dejado a los 87 años de edad. No fue jugador en activo pero por eso no deja de ser una leyenda-.

Andrés Perales León nació el 12 de junio de 1935 en Marmolejo (Jaén) y ha dedicado más de medio siglo de su vida al Málaga. En 1966 llegó a La Rosaleda, que se convirtió, literalmente, en su casa hasta el día de hoy. Andrés ha residido cerca de la zona de aparcamiento del estadio durante todos estos años.

Para comprender su trascendencia en la historia del CD Málaga y del Málaga CF solo hay que saber que la puerta 18 de La Rosaleda lleva su nombre. Desde su llegada al CD Málaga como chófer oficial, vivió por y para el club de Martiricos. Además de conducir el autobús del equipo, ha sido conserje, vigilante, jardinero, delegado de campo e, incluso, ejerció como masajista del filial en un corto periodo de tiempo.

Andrés es todo un ilustre en la familia malaguista. Lo conocen todas las generaciones de jugadores y trabajadores que han transitado por La Rosaleda desde aquel año 66 hasta nuestros días, más de uno ha compartido mesa y mantel en su casa, y son incontables sus anécdotas. Por ejemplo, el propio Johan Cruyff le felicitó en persona por el impecable aspecto del terreno de juego que se encontraba a su cargo. Perales se jubiló en el año 2010, pero ha seguido haciendo vida en su hogar, La Rosaleda, donde ha criado a su numerosa familia de siete hijos junto a su esposa Antonia.

Puerta 18 de La Rosaleda

Más de 45 años en el Club, desde su denominación como Club Deportivo Málaga pasando por Atlético Malagueño y el actual Málaga Club de Fútbol, hacen de Andrés un malagueño nacido en Jaén. Medio siglo ligado al Málaga merece un reconocimiento para un malaguista y malagueño nacido en tierras jiennenses: Don Andrés Perales.

Insignia de oro MCF

En la temporada 2010/2011, en el encuentro entre Málaga Club de Fútbol y Real Madrid, el club tributó un merecidísimo reconocimiento a una figura míticas del malaguismo: Andrés Perales León. En el descanso del partido entre malaguistas y madridistas, el Málaga Club de Fútbol hizo entrega al ilustre malaguista de la insignia de oro de la entidad blanquiazul.

El ‘Flecha Azul

Andrés Perales fue el chófer durante muchos años de éste y otros autobuses que llevaron a los jugadores blanquiazules por los estadios de toda España. Uno de estos futbolistas, y más tarde entrenador, fue Antonio Benítez. El autobús ‘Flecha azul’ perteneció a una exposición temporal que se realizó en el Museo&Tour de La Rosaleda durante en abril de 2014 con motivo del 110 aniversario del fútbol malagueño.

Un confinamiento en La Rosaleda

Los Perales, como todos los españoles, hicieron cuarentena en su hogar, con la salvedad que su habitáculo es el Estadio La Rosaleda. Su casa está en el propio estadio. En Paseo de Martiricos s/n sita el hogar donde Andrés ha criado junto a su esposa Antonia a sus siete hijos: Paco, Koki, Conchi, Kike, Lola, Mónica y Andy. Una amplia generación de blanquiazules de cuna en el más estricto sentido de la palabra.

Dejas un recuerdo imborrable en la memoria de la Familia Malaguista.

Descansa en paz, Don Andrés.

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