El socavón y el bache de los ‘otros’ Espanyol

Si el primer equipo del Espanyol intenta enderezar el rumbo después de una primera vuelta muy cerca de la zona de descenso (20 puntos), tampoco las cosas han empezado en este 2023 de la mejor manera posible para los otros dos equipos más carismáticos de la entidad. El Femenino se ha alejado del liderato, que da derecho al ascenso directo, por lo que cada vez cobra más peso la idea de que las blanquiazules permanecerán un año más en la Liga Reto Iberdrola después de bajar hace dos campañas. El filial, por su parte, no gana desde el 11 de diciembre y se mantiene en puestos de playoff, pero ya a seis puntos de la primera posición, que también permite el ascenso a la Primera RFEF sin necesidad de jugar eliminatorias.

La temporada del Femenino está resultando más discreta que la del curso pasado, cuando una buena racha en el sprint final le llevó a jugarse ante el Levante las Planas en Sant Joan Despí el campeonato en un último encuentro duro por el resultado (3-0). Sin el equipo del Baix Llobregat, el Espanyol era uno de los firmes candidatos al ascenso, pero la temporada está siendo tortuosa pese a tener las blanquiazules uno de los mayores presupuestos de la categoría. En estos momentos, las de Carol Miranda (que sustituyó a Marc Cabestany, que fue despedido) acumulan 27 puntos y ocupan la novena plaza. Están a diez puntos del Deportivo Abanca, segundo tras el Barça B, que tiene la plaza de ascenso directo. Quedan 33 puntos en juego y las pericas deben recortar diez. No hay margen para fallar.

Después de convertirse en uno de los pioneros del fútbol femenino en España, de campeonar por primera vez en su historia en 2006 y de ganar hasta seis Copas de la Reina, la entidad blanquiazul rompió su plenitud en la Primera División con un descenso cantado después de reducir la inversión con respecto a otras entidades en el momento de crecimiento de este deporte. Bajó el año de pandemia, tuvo una vida extra al decidir la RFEF (Real Federación Española de Fútbol) que nadie descendería, pero al año siguiente no se corrigieron los errores. Ahora sigue todo estancado. “El Espanyol tiene nombre, historia y es un club pionero, seguro que la afición presionará para que el club no se acostumbre a Segunda”, comentó Adriana Martín el pasado 26 de diciembre. Mao Ye, el CEO del club, pidió tiempo y paciencia en el programa ‘21′ de Esport3 el pasado lunes. Este domingo reciben a Osasuna a las 11:30.

Si en el vestuario del Femenino hay preocupación, la misma sensación arroja el del filial. El margen de los de Luis Blanco es mayor, incluso pueden tener una seguna oportunidad si acaban entre los cinco primeros. Ahora mismo, los blanquiazules son cuartos con 33 puntos después de estar inmersos en una racha peligrosa que los mantiene sin ganar desde el pasado 11 de diciembre. Este fin de semana cumplirán dos meses, pero tiene una buena oportunidad de acercarse a Valencia, Peña Deportiva y Teruel (39) y de distanciarse del Hércules (31), quinto clasificado y rival en Sant Adrià.

El equipo blanquiazul lleva toda la campaña corto de efectivos. La mala planificación del primer equipo del Espanyol provocó que jugadores como Simo Keddari, Omar El Hilali o Dani Villahermosa entrenasen en la dinámica de Diego Martínez, y solamente el mediocentro contó con minutos en el B. Ahora, tras el mercado invernal, Blanco tiene más estabilidad y espera que eso ayude a recuperar las buenas sensaciones del comienzo. El Espanyol B necesita ascender a la Primera RFEF como el Femenino a la Liga Iberdrola. El Juvenil, por su parte, navega en una sorprendente sexta posición a 16 puntos del Barcelona.