El San Fernando muestra al Málaga lo que le espera en Primera RFEF

El Málaga no pudo pasar del empate ante el San Fernando, un equipo experto y con tablas, que le mostró lo que le espera en este purgatorio de Primera RFEF. Sergio Pellicer hizo pruebas y fue sacando a su élite conforme avanzaba el duelo. Pero Héctor Berenguer, técnico isleño, también. Y es que, más que les pese a los exigentes malaguistas, el San Fernando es de su liga. Y en este partido fue superior.

Los choques de pretemporada, y más los que se juegan a puerta cerrada, hay que tomarlos como lo que deberían ser, es decir, pruebas para lo que se avecina con la misión de acoplar, corregir y hacer piña. Pero si hacemos jurisprudencia del viejo dicho de los técnicos: “como se entrena se juega” el buen malaguista debería sentirse inquieto por la pena que dio su equipo al menos en la primera mitad. Cero disparos a puerta, poca motivación en algunos vendidos a megaestrellas por su entorno y un autogol de Moussa Diarra que metió en su portal un centro de Iago Souza, que se fue con facilidad parvularia de Víctor Olmo, apodado ‘Pepino’ por Guede y que, todo hay que decirlo, trabaja olvidar su grave lesión. El San Fernando, también con mayoría de ‘unidad B’ plasmó en este tramo lo que se va encontrar el Málaga si va por la vida con prepotencia y otras chorraditas típicas del veterano venido a menos.

Tras la reanudación el Málaga puso sobre el tapete a la mayor parte de la plana mayor. Un nuevo aire necesario. Más pruebas con Murillo esta vez de lateral derecho, el discutido Genaro como central y… cero patatero en pólvora. El Málaga necesita uno o dos delanteros.

Pero también hay esperanza. A los 63′ David Larrubia, un excelente jugador que ha hecho buena mili en el Mérida sorprende a Martim con un delicioso zurdazo que se cuela por toda la escuadra. Una belleza de gol.

Y a partir de ahí quien buscó de verdad la victoria fue el San Fernando. El Málaga no volvió a disparar. Tampoco es que lo hicieran los gaditanos, pero al menos hicieron un poquito más. Carlos León, malagueño cedido por el Betis y de reconocida habilidad, fue frenado en una ocasión por Juanpe a la antigua usanza. Poco más que decir de un enfrentamiento que deja pistas sobre lo que le falta al Málaga. Y es mucho. El San Fernando mostró al Málaga lo que le espera en Primera RFEF: que no va a pasearse ni ascender por la cara.