El Sabadell acaba con el efecto Colunga

Al noveno partido, primera derrota. Alguna vez tenía que llegar, era imposible pensar que el Real Murcia podía mantener su excelente dinámica de resultados desde la llegada de Adrián Colunga, que en competición liguera había ganado cinco choques y empatado uno y en Copa una victoria y otro empate. Fue el CE Sabadell el que puso fin a la racha de los de Nueva Condomina y en el coliseo grana. Y siendo mejores prácticamente de principio a fin.

El Real Murcia de Colunga ha destacado por ser práctico. Sin grandes alardes salió del descenso y se coló en zona de playoff de forma inesperada. Ganó partidos por detalles, como ante AD Alcorcón (los amarillos erraron claras ocasiones para adelantarse hace dos jornadas) y FC Cartagena (se tiró de efectividad y Gazzaniga). Por eso, por la practicidad mostrada, sorprendió que Colunga dejase en el banquillo a Bustos y, sobre todo, Flakus. Por decisión técnica, el delantero titular, se quedó en el banquillo.

A los locales les faltó mordiente arriba desde el inicio y encima se toparon con un rival sin miedos. El CE Sabadell presionaba arriba y cuando tenía el balón no le quemaba en los pies. Movían de un lado a otro el balón y buscaban la portería de Gazzaniga. Priego fue el primero que lo intentó: Gazzaniga atajó un disparo lejano suyo, pero no pudo hacer nada en el 6’. Jugada de Astrals, la controla Priego y de primeras saca un golpeo que roza en Alberto y acaba en el fondo de la portería.

Tardó en reaccionar el Real Murcia, que hasta el 18’ no hizo daño con una jugada entre Isi, Real y Ekain, que acabó con el disparo del último a la madera (parte exterior) en las inmediaciones del área pequeña. Pasada la media hora entró Flakus por un cabreado Palmberg. El esloveno no espoleó al equipo, que pidió penalti por un empujón sobre Alberto. Cuando el colegiado fue a ver el monitor lo que vio fue el fuera de juego del central. Esa jugada había acabado con un chut de Real que, con Fuoli en el suelo, pegó en un defensa y luego llegó al portero.

Es más, lo que estuvo más cerca fue el 0-2. Mier evitó un mano a mano de Priego con Gazzaniga, con disparo del extremo flojo; Ripoll, tras una gran jugada colectiva, se topó con el cancerbero; en la tercera, el meta repelió el disparo de Segura, que iba dirección a gol.

A la vuelta de vestuarios Colunga sacó a Bustos. Ya eran los once Cartagena y el arranque fue prometedor. Se juntaron Flakus y Bustos, pero el disparo del segundo a pase atrás del primero pegó en un defensa dentro del área. Se salvó el Real Murcia del 0-2, con un disparo de falta del ex grana Ripoll que acabó en el larguero y Gazzaniga detuvo un débil disparo de Miguelete.

Era un partido raro, por momentos sin control y en otros en los que el CE Sabadell manejaba a su antojo el balón. En la locura, sobre todo al final, tuvo el Real Murcia sus ocasiones. La mejor, un mano a mano de Flakus con Fuoli que ganó el meta en el 72’. En el 75’, otro penalti que pidió el banquillo local y que el colegiado dijo que no había nada tres ver el FVS. En los compases finales lo intentó de cabeza el equipo de Colunga, pero Fuoli estuvo acertado ante Pedro Benito y, sobre todo, Meca.

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