El regreso de Rubén Díez abre un dilema con el sistema del Deportivo
Cano sólo ha modificado el dibujo en los dos partidos que el maño fue baja. Ante el Talavera regresa tras sanción y el técnico debe decidir si vuelve al 4-3-3 o si mantiene los dos pivotes.
El Deportivo todavía no ha comenzado a preparar la visita del domingo al Talavera, pero Óscar Cano ya sabe que tendrá que tomar una decisión importante con el regreso de Rubén Díez. Cumplida su sanción en Matapiñonera, el centrocampista maño vuelve a estar disponible para un técnico blanquiazul que lo considera imprescindible. Tanto, que sus dos únicas ausencias han coincidido con las dos únicas ocasiones en las que Cano ha modificado el sistema desde que llegó al Depor.
Porque tan inamovible ha sido la presencia de Rubén Díez en los onces deportivistas, como la estructura de 4-3-3 en la que siempre estaba acompañado por otros dos centrocampistas. Contra el Rayo Majadahonda no estuvo y se utilizó un 5-2-3, mientras que su baja ante el Sanse animó a Óscar Cano a optar por una opción más directa, un 4-2-3-1 en el que prescindía de uno de los mediocentros para sumar un atacante más.
El domingo en Talavera al técnico se le plantea un dilema que tiene que ver con la presencia de Rubén, pero también con el dibujo. A pesar del empate, Cano pareció quedar razonablemente satisfecho con la imagen que dio el equipo. Si opta por mantener el dibujo, lo normal es que el maño entrase por Isi y estuviera acompañado de otro pivote con más capacidad defensiva como Villares o el propio Olabe, titular en Matapiñonera.
La opción de volver a un Depor más ‘reconocible’
El pasado domingo se pudo ver ante el Sanse a un Depor diferente a lo que muestra en Riazor. Esa versión que Cano asegura que será imprescindible para rendir mejor a domicilio. Por eso quizá sería más sorprendente que el técnico volviera al 4-3-3 en el Prado, ya que supondría un plan muy similar al que en casa sí está dando buenos resultados. La tercera vía, que si tenemos en cuenta el peso de Rubén en el equipo desde la llegada con Cano, parece improbable, es que el maño espere su oportunidad en el banquillo.