El Málaga calma la irritación de su afición a base de goles

El Málaga terminó con su mala racha de cuatro empates consecutivos en La Rosaleda para llevarse más que tres puntos dadas las circunstancias. La afición llevaba tiempo irritada y desconfiada con respecto a las posibilidades de los blanquiazules de obtener el ascenso. El planteamiento de Sergio Pellicer, basado en una presión agobiante, desactivó por completo a un Antequera que no pudo agarrarse a sus señas de identidad para plantar cara a un oponente que encontró el camino de un acierto goleador que se le estaba negando de un tiempo a esta parte. El Málaga tiene opciones de ser tercero. Honores para el Antequera, que ha hecho una temporada excepcional.

De la ira a la calma

Los preliminares no pintaban bien para el Málaga. A pesar de que la semana pasada obtuvo la clasificación por adelantado para el playoff su fútbol no convence y ofrece tales dudas que sus aficionados dudan sobre sus opciones para regresar al fútbol profesional. No se trataba solo de vencer. Había que convencer.

Y enfrente el Antequera. Un equipo sin medias tintas y con unas señas de identidad basadas en la posesión y el desgaste del oponente. Eso fue lo que supo contrarrestar el Málaga con una presión que dificultaba la tendencia a combinar en su propio campo y ser paciente con la salida de balón.

Tras una edia hora tediosa el Málaga un gran pase entre líneas de Ferreiro deja solo a Roberto. El cordobés supera en el mano a mano a Iván Moreno para inaugurar al marcador. El Antequera se desajusta y cuatro minutos después, en una acción similar, es en esta ocasión David Larrubia quien acribilla el portal de Moreno para doblar la ventaja malaguista. Dos tiros, dos goles. Cien por cien de efectividad.

Tras la reanudación Javi Medina ajustó con las entradas de Pol Prats y Destiny por Txus Alba y Ale García. A los 58′ David Larrubia, muy activo, estrella una bola en la madera. A los 60′ Alfonso Herrero saca una mano prodigiosa para interceptar un latigazo de Luismi Redondo, el pichichi del Antequera (13 goles).

Una de las grandes cualidades del Antequera es que, gane o pierda, esté inspirado o no, jamás entrega la cuchara y juega siempre igual. Pero esta no era su tarde. A los 72 Larrubia rompe por su costado a Fermín y su pase encuentra destinatario, nada menos que Luca Sangalli, que incrusta el cuero lejos del alcance de Iván Moreno. La otra vez que el donostiarra anotó en La Rosaleda fue el 4-11-2021 con el Sanse, el filial de la Real Sociedad.

Y, contra todo pronóstico, se lía la marimorena. Tras una acción ofensiva Kevin Medina teatraliza con caída para reclamar como agresión un toque de Chema Núñez. De repente casi todo el mundo se enciende y el árbitro hace lo que puede para que la sangre no llegue al rio. Poco después el colegiado muestra la roja a Pol Prats porque observa un posible codazo sobre un Kevin en exceso revolucionado. Un final demasiado áspero.

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