El Hércules acaricia el ascenso con otro milagro de Mendes

A casi 600 kilómetros de Alicante, en Vic, muy lejos de casa, el Hércules dio otro zarpazo hacia el ascenso, casi el definitivo. La gesta ante el Badalona Futur la protagonizó Marcos Mendes. Si el Hércules le gana al Lleida el próximo domingo en el Rico Pérez o iguala el resultado del Europa, estará en Primera RFEF la próxima temporada. Y medio ascenso será de Mendes, manteado sobre el césped del estadio Hipòlit Planàs. El africano fue encumbrado por los más de 600 herculanos que quisieron vivir en primera persona el penúltimo paso hacia el campeonato. Vic fue blanquiazul y el campo del Badalona Futur, un pequeño Rico Pérez.

Hubo invasión de campo, hasta lágrimas de muchos aficionados que dejaron imágenes parecidas a las de Irún o Alcalá, donde el Hércules se dio una de sus últimas alegrías. Mendes, en el minuto 79, cazó la quinta victoria consecutiva cuando su equipo ya se veía firmando otro día negro de su centenaria historia. Por minutos, el Hércules perdió el liderato porque empataba en Vic y en Lleida ganaba el Europa. Pero Mendes dijo basta y cambió el destino de un equipo que está a una victoria de regresar a la tercera categoría del fútbol español. Tocó sufrir, como siempre, pero el ascenso se ve más cerca que nunca.

El Hércules se encontró con el partido de cara muy pronto. Antes de sentir los nervios, Alvarito anotó el 0-1. Un penalti sobre Coscia llevó la locura blanquiazul a Vic. El madrileño no tembló y puso en ventaja a un Hércules que ya mandaba antes de aclimatarse al campo. Pero el gol, lejos de dar tranquilidad y paz, desató incertidumbre en el conjunto alicantino. El Badalona fue ganando metros poco a poco, buscando el costado de Retu casi siemnpre. El cuadro catalán avisó con varios disparos altos y también probó a Carlos Abad.

El dominio local pasó a acoso hasta que Genar Fornés empató a la salida de un córner tras peinar un balón. El lateral remató a placer ante la pasividad de la defensa herculana. El partido volvió a la casilla de salida, pero tenía el mismo color, el del Badalona. Peque se frotó las manos ante las numerosas pérdidas del Hércules en el centro del campo y desaprovechó un par de oportunidades claras. El equipo de Torrecilla no era el de las últimas jornadas, sufría y pedía a gritos el descanso.

El partido no cambió en exceso en el segundo tiempo hasta que Torrecilla tocó diana y sacó a todo su artillería, con Mendes a la cabeza. Richie y el delantero, ya con 13 goles en el zurrón, metieron al Hércules en el partido. Una jugada personal de De la Nava acabó en el tanto del nueve blanquiazul. Faltaban diez minutos para el final y el estadio ya botaba mientras asistía a otra lección de seguridad de Carlos Abad bajo palos. Poco importaba ya la victoria del Europa porque el Hércules lo vuelve a tener en su mano. Lleida espera a un Hércules y a un Rico Pérez en plena ebullición, en busca de un lleno histórico en Segunda RFEF.

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