El Europa es el lobo de Primera RFEF

El Europa utilizó, al principio de temporada, el lema de ‘somos la resistencia’ para recaudar dinero y así sobrevivir en Primera RFEF. Y lo cierto es que el equipo de Aday Benítez la está rompiendo. Está haciendo del Nou Sardenya su guarida y no hay quién le gane allí. Su última víctima, un Sabadell que llegó al barrio de Gràcia como el único conjunto invicto de todas las Ligas europeas y no salió vivo. Demasiado Europa y demasiado Khalid. El delantero firmó un doblete en la segunda mitad y regaló una noche de ensueño a su equipo: es líder del Grupo 2 de Primera RFEF.

El duelo fue lo que se prometía, una fiesta del fútbol catalán. Campo lleno (3.796 espectadores), aficiones entregadas, corazón y fútbol. El Sabadell empezó merodeando el área de un Flere que acabó el partido desquiciando a la hinchada y jugadores arlequinados. Los arlequinados no tuvieron pegada. Tampoco los de Aday Benítez, aunque con el paso de los minutos Escoruela fue a más, erigiéndose en un carrilero repleto de peligro y Jordi Cano, destilando velocidad, provocó los nervios de la zaga rival. En la primera mitad, el Sabadell pidió un penalti por manos de Guillem pero el colegiado ni el FVS, después de una eternidad, lo consideraron.

Hubo alicientes como ver al director deportivo del Girona, Quique Cárcel, en la grada. Seguramente siguiendo a Izan, del Europa. Aunque pudo apuntar más nombres, como el de Urri, del Sabadell, y los de Escoruella, Adnane y Khalid, del Europa. Este último se adueñó de la segunda gracias al firmar un doblete en solo 9 minutos, los que van del 48′ al 57′. Los de Aday Benítez firmaron un fútbol total, con jugadas que desarmaron a un Sabadell que no logró achichar agua en la banda izquierda. Todo llegó de ahí y acabó en la meta de Fuoli, que llegó al Nou Sardenya con solo cinco goles recibidos en lo que se llevaba de Liga y se marchó con dos más en su cuenta.

Ferran Costa intentó agitar a su equipo, pero solo mejoró cuando aparecieron Rubén Martínez y Sergio Cortés. Fue demasiado tarde. Además, faltó serenidad y calidad en los últimos metros. No hubo ninguna ocasión más clara de gol. El Europa no dejó de jugar, pero también lo hizo mirando el reloj. Corrió a su favor y el Nou Sardenya explotó de alegría con el pitido final. Lleva casi un año sin perder en casa (su última derrota fue el 11 de diciembre de 2024, contra el Sant Andreu en Segunda RFEF). Ahora el lobo de Primera RFEF.

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