El Deportivo también patina en Matapiñonera

El Deportivo tenía un doble reto en su visita a Matapiñonera. El primero era consigo mismo. Era quitarse de encima los fantasmas que le abordan cuando juega fuera de casa. El segundo, más pragmático. Aguantar el ritmo de cabeza después de las victorias del sábado de Alcorcón y Castilla. Los coruñeses suspendieron ambos exámenes y ven de nuevo como la cabeza de la clasificación se aleja otra vez a cuatro puntos. Lo hicieron en un partido en el que fueron de más a menos ante un Sanse que desde la llegada de Lobo es todo menos un cordero. Punto de oro para los madrileños, que incluso pudieron obtener más premio en el segundo tiempo. Golpe para los blanquiazules, que bajan como un suflé cuando los partidos se juegan sin el abrigo de Riazor. Lo hacían con el plan antiguo y lo siguen haciendo con el nuevo en el que una vez más no tuvo ni un minuto Yeremay y debutó Arturo ante la que fue su afición. Triste mañana para los más de mil aficionados blanquiazules, que viajan tanto como le cuesta a los herculinos ganar a domicilio.

Como en los últimos dos partidos Lobo apostó de inicio por la defensa de cinco que tan buenos resultados le había dado. Más dudas y alternativas barajaba Cano para intentar combatir el mal del visitante. El técnico granadino apostó por un ofensivo once sin Villares en el que cabían Soriano, Quiles, Lucas Pérez y Svensson. Como era de esperar, la media se convirtió desde el inicio en un espacio vacío del campo. El Depor, con mucha más posesión, encontró peligro en los balones largos cruzados sobre Svensson y las entradas al espacio, con una clarísima de Quiles que se confió un poco en el remate. El del Sanse llegaba a balón parado, con Borja Martínez de milimétrico ejecutor y sus compañeros tocando todos los balones aéreos, aunque sin remates nítidos. El guion cambió a la media hora, con los de Lobo más activos con balón y llegando a portería en un duelo más bronco que no le convenía nada a los coruñeses. Tablas al descanso que no disgustaba a los madrileños ante un Deportivo que solo fue capaz de crear peligro cuando Quiles estaba en la jugada.

El segundo tiempo comenzó con la lesión fortuita de Jaime, apostando Cano por Lapeña, y con una profunda llegada de Sanse que sacó Antoñito casi bajo palos. El segundo aviso fue más claro, en un remate nítido de Pedro Benito tras encontrar petróleo en un saque de banda que Mackay sacó cuando ya se cantaba el primer tanto de la mañana. Mejor los locales en el regreso, sin ideas ni peligro los blanquiazules. Consciente de lo que estaba en juego el Depor subió una marcha para recuperar el dominio con el siguiente reto pendiente, llevar peligro. A un cuarto de hora del final Cano se decidió a mover ficha con el debut de Arturo, el hijo pródigo de Matapiñonera. En el 76′ llegó la polémica, con un más que posible penalti sobre Soriano cuando se disponía a rematar en el área pequeña. Pero de nuevo fue el Sanse el que rozó el gol con un claro cabezazo de Villapalos en una contra que se marchó fuera. Réplica del Depor, con un remate de Soriano y gran respuesta de Pedro López. Intercambio de golpes final con todo abierto, menos la retransmisión de Insat TV que dejó a ciegas a todos los aficionados. Tan oscuro como el rendimiento de los coruñeses lejos de A Coruña y cuidado, el siguiente partido es en Talavera...