El Deportivo sobrevive al Nou Estadi para seguir líder

El Deportivo sale del fortín del Nou Estadi manteniendo su liderato gracias, sobre todo, a un empate con la figura de Germán Parreño como principal protagonista. Si los delanteros habían sido los grandes héroes en su racha triunfal de siete victorias consecutivas, esta mañana ese galardón perteneció a la defensa y a su portero. Y es que el Nàstic hizo un partido enorme, fue muy superior en el primer tiempo, capaz de levantarse del gol de Mella y tuvo la victoria en el descuento. Merecieron más premio los de Dani Vidal en un punto que le sabe mucho mejor a los gallegos. Le sabe porque le sirve para mantener el liderato. Le sabe porque su figura fue su portero. Le sabe porque se lleva de premio extra el golaverage particular en un grupo que no está apretado, está apretadísimo. Intenso partido del que también sale bien parado el colegiado Pérez Hernández, que si bien estuvo algo casero en algunas faltas en el tramo final, su nota global fue más que notable.

La primera gran noticia del partido estuvo en las gradas. En un Nou Estadi abarrotado como nunca y con 1.300 aficionados de la incondicional afición blanquiazul para que el colorido fuese de día grande. Con ese ambientazo y los onces de gala esperados en los dos bandos, comenzó un duelo que tuvo en el Nástic al primer protagonista. Mejor asentado en el campo y asfixiando a los coruñeses, dispuso a los 5 minutos de la primera gran ocasión. Centro de Andy, remate de cabeza en el área pequeña de Pablo Fernández a placer y enorme mano de Germán para evitar el primero. Con el plan de Dani Vidal dominando el choque, los granas volvieron a avisar pasado el cuarto de hora en una rápida transición rematada por Marc Fernández y de nuevo frenada por Germán. El siguiente suceso fue una mala caída de Óscar Sanz que obligó a su cambio en el minuto 20 con Montalvo como sustituto.

El percance no afectó al invariable dominio local, que como prometió su técnico lograba hacerse con el balón. Excelente en la presión y anulando la creatividad de Lucas Pérez, Yeremay y Mella. Peligroso en la construcción con Mula y Andy como arquitectos del juego ofensivo. Superioridad acompañada de peligro en el balón parado, en el que los coruñeses también sufrían, pero cumplían. En los últimos diez minutos del primer tiempo se igualaron las fuerzas, pero no llegó para que los de Idiakez lograsen rematar una sola vez entre los palos. Empate en el marcador y victoria a los puntos para un Nástic que merecía más.

El guion cambió de forma radical en el inicio del segundo tiempo cuando sólo iban tres minutos jugados. Robo de Mella, apoyo en Barbero, pase en profundidad del delantero para el canterano y zurdazo del chicho del pelo blanquiazul para batir a Varo. Mazazo para el Nàstic en el primer error, en la primera oportunidad del líder. No bajaron los brazos los catalanes, que tras unos minutos en shock volvieron a tomarle el pulso al encuentro y apretar al Depor. La diferencia con el primer tiempo era que los blanquiazules, hoy de amarillo, tenían algo más de fluidez cuando tocaba atacar. La influencia del marcador quedaba clara en ambas propuestas. Recurso habitual del juego largo en los coruñeses para evitar pérdidas. Riesgo en la construcción y prisas en los granas en pos del empate. Y este llegó en el minuto 78, en una jugada que comenzó con cierta fortuna y acabó en un gran centro de Concha y cabezazo perfecto de Pablo Fernández. El duelo se pudo decidir en el minuto 92 con un remate franco de Borja, pero de nuevo emergió la figura de Germán Parreño, el jugador decisivo para el Depor de principio a fin.