El Deportivo, de la fiesta del ascenso a juez del descenso

Trece días después del éxtasis del ascenso Riazor volverá a llenarse de nuevo. Esta vez será para hacer algo por lo que la afición lleva esperando cuatro largos años: despedirse de Primera RFEF. Los coruñeses disputarán su último partido de liga en una categoría que ha sido una pesadilla por la que han desfilado tres presidentes, cinco entrenadores y nada menos que 91 futbolistas. Una ansiada salida del infierno que vivió una fiesta inolvidable el pasado 12 de mayo y a la que todavía le quedan fuegos artificiales por encender. El primero, en el estadio, cuyas entradas se volvieron a agotar en horas a pesar de que el equipo ya no se juega nada. El segundo, al terminar, con una peregrinación en autobús descapotable a Cuatro Caminos aplazada en su día para mayor gloria de la Fan Zone. La tercera será mañana domingo con la visita a María Pita, una tradición que se podrá cumplir una vez que el rehén, el famoso convenio de Riazor, ya ha sido liberado.

Toda esta explosión de júbilo que comenzará en Riazor (19:00 horas) contrasta con la tensión que vivirá un Real Unión que se juega la permanencia. Los vascos tienen dos puntos de colchón con el descenso, tres equipos por debajo (Sestao, Fuenlabrada y Sabadell) y sólo queda una plaza por adjudicar, pero ya se sabe que las últimas jornadas las carga el diablo. Sus números a domicilio no llaman a la tranquilidad, ya que sólo sumó 10 puntos para ser el peor visitante del Grupo I. Por contra, el blanquiazul les sienta fenomenal, ya que son la bestia negra de un Depor al que han derrotado las tres veces que se han enfrentado en Primera RFEF. Precisamente revertir esta estadística, con el 3-0 del Stadium Gal en la memoria, será uno de los pequeños retos que tendrán los de Idiakez en esta despedida.

Otro de ellos, y algo más importante para los coruñeses, pasa por cerrar la segunda vuelta con el cartel de invicto en el pecho. De hacerlo, sumaría 19 jornadas consecutivas sin conocer la derrota, lo que de paso establecería un nuevo récord en la historia del club e igualar lo que hizo el Racing de Santander. Lograr la mejor vuelta en Primera RFEF o, si marca, batir el récord de jornadas consecutivas son otras de las medallas que buscarán los de Idiakez como guinda a la liga regular. En lo individual destaca, como no, Lucas Pérez, que cumplirá su partido 150 de blanquiazul. Efeméride para el héroe del ascenso, que no termina la temporada nada contento. Un disgusto del ‘7′ con la cúpula del club que incluso le está haciendo dudar sobre la continuidad en el equipo de su vida a pesar de tener contrato.

El último apunte del duelo pasa por los onces de uno y otro equipo. El del Real Unión, hasta hace nada dirigido por el hermano de Imanol Idiakez, está en manos de un Fran Justo que ha vuelto al rescate después de ser destituido. El técnico ourensano no se reservará nada, pero siendo muy consciente que el empate vale oro. En el Depor es seguro el debut en la portería de Eric Puerto, que deberá tener mucho cuidado con un Solís que ya le hizo un doblete a los coruñeses en Ipurua. A partir de ahí, el preparador deportivista no quiso ni confirmar ayer ni la titularidad de Quintero, único jugador de la plantilla que faltaría por pisar un once. Como en Zubieta, se espera un Depor plagado de la unidad B con una vuelta al origen en la final de campeones ante el Castellón. Para estos partidos serán baja por lesión Germán Parreño, Hugo Rama y un Yeremay que pasó el jueves por el quirófano para solucionar sus problemas respiratorios.

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