DEPORTIVO

El Depor recupera dos certezas: Quiles y Mackay

El andaluz decidió ante el Sanse con un golazo: “Vuelvo a pensar rápido”. Ian Mackay, a su mejor nivel, dejó su portería a cero por primera vez en Riazor.

El Deportivo espantó fantasmas este sábado al lograr una balsámica victoria ante un correoso Sanse (1-0). El triunfo, al margen de otros factores, tuvo dos pilares asentados en los extremos opuestos del campo. Uno estuvo en la portería, con un Ian Mackay valiente durante todo el encuentro y decisivo en acciones puntuales. En la otra área el elemento decisivo se llamó Alberto Quiles, determinante con un golazo que valió tres puntos. Dos actuaciones que confirman la vuelta de dos futbolistas que la pasada temporada fueron determinantes por sus paradas (30 goles encajados en 36 partidos) y sus goles marcados (22 tantos entre todas las competiciones).

Quiles desniveló el partido ante el Sanse en el minuto 61 con una individualidad de otro nivel. Galopada de 60 metros plena de potencia y exquisita definición al borde del área con precisión milimétrica. El andaluz es el primero en sentir que está de vuelta: “Ya lo dije cuando no estaba marcando. No me preocupaba tanto el gol, eran más las sensaciones. No encontraba mi juego y ahora con esa confianza estoy volviendo a pensar rápido, a ser el Quiles que quiero ser”. Y es que Quiles no vio puerta hasta la jornada octava ante el Linares, gol que puso fin a su peor racha sin marcar (667 minutos). Un despertar que confirmó el sábado con su segundo tanto de la temporada ante el Sanse.

La personalidad de Mackay

Tampoco ha sido fácil el comienzo de liga para Ian Mackay, con unos desmayos que le hicieron pensar que podría tener que dejar el fútbol y algún error impropio de él. El coruñés se ha sobrepuesto y, como la temporada pasada, sus paradas ya dan puntos. Ante el Castilla mantuvo vivo al equipo con tres buenas paradas. Este sábado dejó otra buena actuación con una soberbia y decisiva intervención ante Arturo con 0-0 en el marcador. Casi tan importante como esas manos fue su actitud cuando el Sanse comenzó a colgar balones en busca del empate. Mackay sacó sus galones de capitán y personalidad saliendo una y otra vez por alto para espantar las dudas en defensa. El resultado fue su segunda portería a cero del año (en Majadahonda jugó Edu Sousa), la primera en Riazor.

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