El Depor da un golpe sobre la mesa en el Anxo Carro

Visitaba el Deportivo el Anxo Carro para enfrentarse a algunos de sus fantasmas. El primero, el propio Lugo, un equipo al que jamás había conseguido derrotar en un partido de liga. El segundo, el pésimo rendimiento del equipo coruñés como visitante. De ambos exámenes salieron con nota los de Idiakez, que dominaron casi a su antojo el primer tiempo y sentenciaron en el segundo. El camino lo abrió Barbero al poco de empezar el derbi y lo finiquitaron en el último cuarto de hora un Mella que sigue creciendo a la velocidad del trueno y un José Ángel que no solo aporta control y mando. Solvente triunfo que gana más enteros porque el Lugo, como el Depor, es uno de los favoritos para pelear el ascenso. Todo un golpe de autoridad en un gran ambiente festivo de derbi en un Anxo Carro que rozó el lleno con más de 2.000 aficionados coruñeses poniéndole el colorido.

La apuesta inicial de ambos técnicos fue la total continuidad de los onces de la primera jornada, lo que en el caso del Deportivo implicaba que Germán Parreño es el nuevo dueño de la portería blanquiazul. También fueron claros los planes, esperar los de Munitis y dominar los coruñeses, de lo que sacaron rédito muy pronto. Si ante el Rayo Majadahonda la eficacia brilló por su ausencia, el primer balón que remató Barbero fue para dentro después de una picada sobre Lucas Díaz cuando solo iban ocho minutos. El peso del marcador obligó al Lugo a dar un paso hacia adelante, pero sin lograr comprometer la portería visitante. De hecho, el siguiente suceso ocurrió en el área albivermella, cuando Lucas Pérez marcó a centro de Davo, pero que fue anulado por claro fuera de juego. El susto hizo que los locales subiesen un punto en la presión y la intensidad. El dominio herculino no fue tan claro, pero el peligro seguía en el mismo área y Lucas Pérez volvió a rozar el gol pasada la media hora. Buena primera parte de los coruñeses, mejores en juego, ocasiones, puntería y defensa, porque Germán Parreño no tuvo ni que intervenir.

El movimiento de Munitis al descanso fue cambiar al desaparecido Fuentes por Antoñín, y la respuesta de los suyos, un cabezazo de Quintana a los pocos segundos que se marchó fuera, Más peligro que en todo el primer tiempo, no está mal. La respuesta blanquiazul fue casi inmediata, con un centro de Balenziaga que remató en plancha Yeremay y obligó a Lucas Díaz a emplearse a fondo. El canario, que comenzaba a ser una pesadilla para la defensa albivermella, dijo basta a los 60 minutos cuando era el mejor jugador sobre el campo. Baja sensible porque el partido, a diferencia del primer acto, estaba más igualado y seguía abierto. Y lo estuvo hasta que pareció David Mella, la perla de la cantera deportivista, para poner el 0-2 en una eléctrica cabalgada y una perfecta definición en el minuto 77. Partido resuelto, que no finalizado, porque José Ángel puso la guinda al empalar en el segundo palo en una perfecta jugada de estrategia. Aunque esto está empezando, la victoria es un indudable subidón anímico para los coruñeses y un aviso al resto de candidatos porque fueron tres goles y un sufrimiento entre bajo y nulo.