PRIMERA FEDERACIÓN | CASTILLA 0 - MÉRIDA 1
El Castilla mira hacia abajo
Un gol de Llácer a los 18 segundos de la reanudación da la victoria al Mérida en el Di Stéfano. Quinto partido seguido sin ganar para el filial madridista.
El Castilla ahonda en su crisis. Quinta jornada sin ganar y tercera derrota de la temporada en el Di Stéfano, esta vez ante un Mérida que toma oxígeno gracias a un gol de Llácer nada más comenzar la segunda parte. El filial madridista se queda más cerca de la zona de descenso (siete puntos, que marca el propio Mérida) que de unos puestos de playoff que están a doce y parecen una quimera de alcanzar en las 15 jornadas que restan…
El Mérida supo leer en todo momento lo que pedía el partido y demostró en los primeros minutos que no se iba a arrugar. No lo hizo con el 0-0 y tampoco cuando se vio por delante en el marcador, replegando cuando tocaba y presionando si se le presentaba la ocasión. Una ventaja que podía haber tomado antes de no haber sido por el remate que Chuma estrelló en el palo superada la primera media hora de partido. Estaba intentando hacerse el Castilla con el control del partido hasta que llegó ese susto y uno anterior en una ocasión a la que no llegó Mizzian tras un error de los de Raúl en la salida del balón.
Los nervios que demostraban los blancos en ese inicio del juego no los tenía el Mérida cuando el Castilla se acercaba a su área. El filial lo intentaba a base de centros bombeados de Nico Paz (esta vez los locales no exploraron tanto la opción de Obrador como en partidos anteriores) y disparos en llegadas desde atrás de Mario Marín. Pero la zaga emeritense se mantenía rocosa.
Una declaración de intenciones se convirtió en el gol de la victoria para el Mérida, que salió a la segunda parte con ánimo de hacer daño y lo consiguió a los 18 segundos, en un pase de Javi Martín a Llácer en el área. Desde el saque de centro al momento del gol, Theo fue el único castillista que olió el balón…
Tocó a rebato el Castilla, pero el ímpetu le duró cinco minutos, lo que tardó el Mérida en armar una contra que no supo aprovechar Javi Martín. El compás, de nuevo en manos romanas y el miedo en el cuerpo blanco… Los centrales madridistas primero tuvieron el empate y luego detuvieron la sangría. Edgar obligó a Juanpa a colgar del larguero para evitar el empate y luego Asencio estuvo providencial para encimar a Chuma e impedir que hiciera el segundo.
Gonzalo se echó el equipo a la espalda, pero tampoco encontraba las grietas en la defensa rival. Nico Paz intentaba sortear el bloqueo terrestre con balones por vía aérea bombeados a Álvaro, desatinado en lo poco que le llegó y al final tan desesperado por la falta de abastecimiento que acabó bajando a la divisoria a buscar el balón. El paradigma de un Castilla falto de ideas que tiene como misión inmediata no meterse en apuros para salvar la categoría.