El Castilla baja el suflé de Óscar Cano
El filial blanco venció al Deportivo con un tanto de Álvaro Martín y tuvo otro gol fantasma. El conjunto blanquiazul tuvo que jugar del minuto 67 con diez por la roja a Lapeña.
El Castilla de Raúl le impuso a este ‘nuevo’ Deportivo de Óscar Cano una derrota de esas fraguadas con oficio. Quién lo diría siendo el filial blanco un equipo con futbolistas de 18 años en el once titular. Un 1-0 rápido y a dominar el tempo del partido. Esa receta es la que le aplicó al equipo blanquiazul en el segundo partido de su nuevo técnico. Cualquier cosa que ensayasen en A Coruña se fue a dormir el sueño de los justos con el gol castillista en el minuto 8 de uno de los menos habituales en esa faceta, el extremo Álvaro Martín.
Raúl ganó ampliamente la partida de los banquillos y lo hizo arriesgando, porque se guardó a Iker Bravo y luego alineó de inicio a sus tres futbolistas (Dotor, Arribas y Álvaro Rodríguez) citados por Ancelotti para el partido del martes en Leipzig. El Castilla con mucho de lo mejor que tiene y el Depor con una dupla de delanteros muy incordiante. Quiles distrae y Svensson es el hombre para el gol. Entre ambos se interpuso Mario de Luis, con un paradón además que se fue al palo y que bien pudo ser el empate. No sería la única. Mario de Luis fue determinante en el triunfo blanco, que pudo ser más amplio de haber concedido Cid Camacho lo que pareció el segundo en el 38′. Un disparo de Pablo Ramón que pilló despistado a Mackay terminó en el poste y el portero lo sacó como pudo cuando la pelota había pasado aparentemente por completo de la línea de gol. En Primera RFEF no hay VAR y el linier, ante la duda, dejó seguir. Mackay lo arregló agigantándose el resto del partido, empezando por un paradón en un lanzamiento de falta directa de Peter en el minuto 44 para sostener la desventaja en lo mínimo al descanso...
Una expulsión que frenó al Depor
A la vuelta, progresivamente al Deportivo se le fue haciendo más lejana la portería blanca y se le complicó muchísimo más la misión con la roja a Lapeña en el 67′. El central cuerpeó con Álvaro Rodríguez siendo el último defensor y cuando hispano-uruguayo ya enfilaba hacia Mackay sin ningún deportivista de por medio. Cid Camacho no dudó y mostró el color rojo.
Esa expulsión azuzó al Castilla para intentar de diferentes maneras asestar el gol al mentón y pudo ser Dotor en el minuto 83 pero Mackay se sacó un brazo derecho de hormigón para detener el chutazo seco y casi a bocajarro del 8 castillista. Dos minutos más tarde de nuevo el portero se le hizo enorme a un castillista, ahora a Álvaro Rodríguez, al que le negó el 2-0 con un pie izquierdo salvador. Un ir y venir en el que el Castilla se echó con todo aunque Raúl, sufriendo en la banda, les pedía mesura y anestesiar el partido con un dardo para elefantes. El Siete sabe mucho de esto, porque el Deportivo en inferioridad supo sacarse de la manga una última ocasión casi en el descuento en la que Salazar no empató de purito milagro.
Un aviso que le sirvió al Castilla para no dejarse sorprender de nuevo y para embolsarse un partido que le permite, lo que son las cosas, igualar a 15 puntos al Depor. El histórico club coruñés sigue ofreciendo casi cada semana muestras palpables de que esta no es su categoría y de una incomodidad manifiesta. Con Borja Jiménez y ahora con Óscar Cano. Lo mismo da. La travesía blanquiazul amenaza con alargarse aún más...