Diego López: “Ya no tenía la ilusión de antes; era el momento de dejarlo”
El exportero gallego atiende a AS para repasar una carrera inimaginable para ese niño de Paradela que cumplió su sueño de ser futbolista y hoy es leyenda del fútbol español.
Diego López (Paradela, Lugo, 42 años) se retiró oficialmente del fútbol hace unos días. Lo anunció en su tierra, en Galicia, en el foro La Unión - El Progreso, donde fue homenajeado por su gran carrera. Nació en un pequeño pueblo de Lugo, Paradela, y, con la ayuda de su familia podía ir a entrenar a ese deporte que tanto ama. Con tan solo 17 años lo fichó el club de su vida, el Real Madrid, y ese adolescente que soñaba con ser futbolista, puso rumbo a la capital de España para vivir ese sueño. Salió del club blanco al Villarreal en busca de minutos, y mostró ese gran nivel que atesoraba en sus 1,96 metros de altura. Lo fichó el Sevilla, aunque estuvo poco tiempo en el club hispalense, pues, nuevamente, su amado Real Madrid llamó a su puerta. Diego logró ser titular en el club con el que había soñado desde niño, y, antes de viajar a Milán, dejó una huella imborrable en el madridismo. Puede presumir de haber jugado en el club más grande de la historia de Italia y el segundo más laureado de Europa: el AC Milan. Tras dos temporadas en Milanello, regresó a España, esta vez a Barcelona. Allí se convirtió en leyenda del Espanyol, club donde estuvo 6 años. Terminó su carrera en el Rayo Vallecano, disputando su último partido el 4 de junio de 2023. Ahora vive en Madrid, y, desde su Galicia, donde está disfrutando las fiestas con su familia, atiende a AS para repasar una carrera envidiable.
- ¿Cómo está? ¿Qué siente al despertarse la primera mañana en la que ya no es portero profesional?
Bueno, llevaba ya desde junio sin jugar. Ya me estaba haciendo a la idea. El último año ya no estaba jugando demasiado y me sirvió para darme cuenta de que ya no tenía la ilusión de antes y era el momento de dejarlo. Siempre he intentado disfrutar al máximo en cada momento y cuando sintiera que ya era el final yo creo que mentalmente ya me he ido adaptando este año en el Rayo.
- Por lo que usted dice, la decisión la tomó a lo largo de la campaña pasada, ¿no?
Sí, bueno. Siempre a expensas de lo que pueda deparar el mercado por si salía alguna oportunidad interesante. Pero sentía que ya no tenía esa mentalidad que me caracterizaba durante todos estos años y, al final, siempre he tenido mucho respeto y siempre dije que cuando mentalmente no estuviera preparado, lo dejaría.
- ¿No le contactó ningún club tras marcharse del Rayo?
Sí, hubo algún interés, pero no era lo que estaba buscando y prioricé otras cuestiones familiares y personales. Creo que era el momento. No podía continuar a cualquier precio, a cualquier sitio y el tema familiar es muy importante.
Paco Buyo siempre fue mi ídolo
- Me gustaría hacer un recorrido de toda su carrera. Existe el tópico de que en los patios de colegio y en las pachangas que juegan los niños el más malo o el que peor en forma estaba se ponía de portero. ¿Usted siempre quiso ser portero?
Antes sí era un poco así. Yo elegí ser portero porque me gustaba. Sí que cuando empiezas también probé de jugador en el colegio de aquí de mi pueblo (Paradela), pero siempre quise ser portero. Se me daba bien y aposté por ello porque disfrutaba siendo portero.
- ¿Tenía algún ídolo usted que le inspirase para ser portero?
Sí, Paco Buyo siempre fue mi ídolo de pequeño porque era del Real Madrid, gallego... y, al final, era en el que más me fijaba.