Día de reencuentros en Badajoz

El Deportivo visita esta noche el Nuevo Vivero (20:00 horas), un estadio que no le trae precisamente buenos recuerdos. El año pasado los herculinos cayeron con estrépito por un rotundo 3-0 que significó la mayor derrota encajada desde el descenso. El equipo tocó fondo y la debacle casi se lleva por delante a Borja Jiménez, pero el club lo aguantó en el banquillo. El héroe de aquel encuentro fue Gorka Santamaría, que con un doblete fulminó a los coruñeses. Hoy regresa al mismo escenario, pero de blanquiazul, sin apenas minutos y sin saber lo que es marcar esta temporada. Será el reencuentro con una afición que lo adoró y puede, en función del cansancio de Svensson, que incluso lo haga como titular.

No será la única cara reconocible para los seguidores locales. Isi Gómez, que va ganando galones en el Deportivo después de superar un par de lesiones musculares, también jugó la pasada liga en el Badajoz. Junto a ellos estará Óscar Cano, destituido la pasada campaña del club pacense y que aterrizó hace siete jornadas en A Coruña para reflotar a un Depor desnortado. El técnico granadino está dejando su firma en el equipo coruñés, que ha mejorado en juego y solidez, pero que necesita subir el ritmo de puntos si quiere meterse de lleno en la pelea por el ascenso directo. Después de rozar con los dedos la victoria ante el Córdoba, el partido de esta noche está marcado en su libreta de imprescindibles.

Si los tres puntos son vitales para un Deportivo que no puede ni debe conformarse con los puestos de playoff, también lo son para el Badajoz. Los de Salmerón están en puestos de descenso y vienen de un decepcionante empate en su visita a Unionistas (0-0). Un partido en el que tuvieron superioridad numérica desde el minuto 9 y estuvieron mucho más cerca de perder que de ganar. Un duro golpe para un equipo de rachas que además flojea con los de arriba. Derrota ante Córdoba, Alcorcón, Castilla y Racing de Ferrol. Una nefasta quiniela que intentarán romper hoy con un Deportivo en el que intuían rotaciones, aunque muchas menos de las esperadas si Óscar Cano no va de farol.