Depor y Real Unión se despiden de la liga tan contentos

Deportivo y Real Unión cerraban la liga en Riazor con objetivos bastante dispares. El de los coruñeses pasaba por mantener su imbatibilidad en la segunda vuelta y dar otra pequeña alegría a su inquebrantable afición tras el ascenso. Para los irundarras, algo bastante más serio: evitar el descenso. Los coruñeses lograron su objetivo de encadenar 19 jornadas invicto, la mejor racha de su historia e igualar la de la categoría. De cerrar la liga con su primera victoria ante un Real Unión que era su bestia negra. Tres goles de Alcaina, Mella y un Salva Sevilla que se estrenaba en el último baile. Un correctivo feliz para los de Fran Justo porque al mismo tiempo el Sabadell empataba en Lugo, lo que garantizaba su permanencia en Primera RFEF. Los que no estaban tan contentos para la celebración que esperaba en la fuente Cuatro Caminos eran Alcaina, que dijo adiós a la temporada, y José Ángel y Cayarga, que se retiraron con molestias y habrá que ver si pueden estar en el duelo de campeones ante el Castellón.

Antes de que todos se marchasen contentos, la primera incógnita a resolver era el once de Idiakez y su reparto de méritos para los menos habituales. El técnico sorprendió con un equipo híbrido pensando ya un poco en el Castellón al tirar de inicio de cuatro titulares: Pablo Vázquez, Ximo, José Ángel y Lucas Pérez. Con un ritmo de partido bajo y domino local, lo primero que sucedió fue una terrorífica entrada de Feeney a Cayarga que se quedó sin roja y, por suerte, con el asturiano sobre el campo. El primer suceso serio llegó en el minuto 22, y fue gol. José Ángel, que pudo partir en fuera de juego, remató de cabeza para que Irazusta salvase de forma milagrosa. El rechace le cayó a Alcaina que, encimado por los defensas, empaló un esplendido derechazo al que ya no respondió el meta vasco.

El marcador, y las noticias de los goles de Fuenlabrada y Sestao, hicieron que el Real Unión comenzase a cambiar su plan. Nervios que se dispararon con el tanto del empate del Sabadell en Lugo que dejaba el descenso a un paso. Así, a la media hora Escobar se fabricó una gran jugada con remate seco abajo, pero el debutante Eric Puerto respondió con reflejos y mano dura. Ese paso adelante también implicó más espacios para los locales y un duelo más atractivo, aunque sin que el partido llegase a descoserse. El último suceso del primer tiempo fue una lesión muscular. Un pinchazo que hizo que Alcaina pasase de la felicidad e marcar a la decepción de despedirse de la temporada.

El segundo acto arrancó con un triple cambio con la entrada de Valcarce, Mella y Paris Adot, que sentaba a un poco afortunado Iano Simao. El partido cambió poco. Por un lado, un Depor cómodo y dominador rondando el área de Irazusta. Por otro, los de Fran Justo pendientes del transistor y cada vez más atrevidos para evitar sustos mayores. Pero una vez más, había más noticias en lo físico que en las porterías con José Ángel como siguiente damnificado en el 58′. Pero de nuevo apareció la calidad el líder, en este caso de Salva Sevilla en una falta. El almeriense, después de vivir en el ostracismo en la segunda vuelta, la clavó con lo que nunca le ha abandonado: su clase. Sentencia a los 65′ y los irundarras, a cruzar los dedos y esperar lo que pasase en los otros campos. El segundo tanto, tras un triple cambio, lanzó al Real Unión a un todo o nada con la vida en juego. Lo que llegó en Riazor fue otro gol del Depor, más bien un golazo de un Mella que voló y definió con su zurda con una solvencia impropia de su edad. Poco después también llegó la confirmación de que a 100 kilómetros el Lugo empataba con el Sabadell (3-3) para transformar el sudor frío de los vascos en una alegría que adornó Escobar con el gol de la honra en el descuento.

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