Barbero: “Mella y Yeremay te cambian un partido en un momento”

Iván Martínez Gonzálvez, Barbero, (Roquetas de Mar, 17/8/1998) vive su primera temporada en el Deportivo en un aterrizaje que no fue sencillo por una lesión de rodilla que le mantuvo cinco meses en el dique seco. Se ha recuperado a tiempo para ayudar y ser uno de los protagonistas de la escalada del Deportivo hasta el liderato. Delantero centro puro, sólo ha podido jugar 905 minutos, pero ha sido tiempo suficiente para marcar ocho tantos y convertirse en el segundo goleador del equipo por detrás de Lucas Pérez.

Vuelve el buen tiempo y también Lucas Pérez a entrenarse con el equipo.

Todo muy bien sí. Es cierto que la baja de Lucas es siempre sensible. No tenerlo en el campo siempre puede darle un poco de bajón, pero el equipo ha respondió bien con resultados positivos.

Y tan positivos, nueve de nueve puntos y sin encajar un gol.

Sabemos que la base del equipo es defensiva, arriba las cosas salen solas con las bandas que tenemos con Mella y Yeremay. Son dos jugadores que te cambian un partido en un momento. Tenemos una contra muy fuerte, de las mejores de la categoría y hay que aprovecharlo. Ser fuertes en defensa desde Germán hasta mí y luego ser muy verticales en fase ofensiva.

¿Cómo cambia su papel de jugar con Lucas o Hugo Rama por detrás?

Hugo ha hecho un trabajo fantástico. Venía trabajando bien hace muchos meses para tener minutos. Está claro que es complicado sustituir a Lucas, pero ha respondido muy bien. Hizo el gol en Cornellà de la victoria, jugó bien contra el Rayo Majadahonda y contra Unionistas también. No se esconde, se ofrece siempre y tiene mucha calidad.

Tengo que volver a preguntarle por su gol a Unionistas. ¿Casualidad o intención?

Es cierto que lo ves por la televisión y parece que me da sin querer. Pero yo estoy saliéndome del fuera de juego y pensando que si pasa por ahí, desviarla. Obviamente no pienso que vaya a entrar tan bien, pero voy con la intención de tocarla y despistar al portero.

Después, otra que parecía más fácil, se le fue arriba.

Sí, sí. Se me queda el balón un poco arriba y con la zurda intento que baje, pero todavía no tengo tanta confianza con la rodilla izquierda y quizá por el miedo a hacerme daño se me fue arriba. Lo que tengo que hacer es mentalizarme y concentrarme en aprovechar las oportunidades que tenga. Una entró y otra se fue, estoy contento porque valió la victoria.

Recuerda su lesión. ¿Es algo físico o ahora ya un tema más mental?

En el día a día no tengo ninguna molestia y cuando salto al campo no pienso en ello. Creo que ha ido bien, pero puede que tenga que pasar algo más de tiempo para que me olvide del todo. Para competir me tengo que quitar ese miedo, si no es muy difícil, y eso hago.

¿Se vino abajo en algún momento durante los cinco meses de recuperación?

Sí, claro. Sobre todo cuando te suturan y tienes que esperar tres meses para ver si eso ha funcionado. Estás esperando para empezar a correr para ver cómo va, tenía mucha incertidumbre. La lesión me dio mucha pena porque para mí estar en el Depor es una oportunidad vital en mi carrera; no todos los días puedes estar en un club como este. Trabajé y me esforcé mucho por volver lo antes posible y ayudar, y creo que vamos en el camino indicado.

Hace mucho trabajo sucio con los defensas rivales, pero también lleva ocho goles en 905 minutos, casi uno cada cien; no está nada mal.

Conozco mis virtudes. Me gusta fajarme con los centrales, tener esos duelos, ganarlos y también ayudar en defensa. Luego, estar concentrado para que cualquier centímetro que me deje el defensor, aprovecharlo, Creo que se está dando. Muy contento de seguir haciendo goles, es muy importante para la confianza de un delantero.

Supongo que satisface más cuando esos goles dan la victoria, como ante Unionistas este pasado fin de semana.

Obviamente. Marqué el gol del empate ante el Sabadell y no sabe igual, sólo quería meter otro rápido para ganar.

¿Cómo lleva esos continuos agarrones que sufre en el área sin VAR? El otro día le hicieron un penalti muy claro y otro que podía ser, pero no se pitó nada.

Ya conocía a esos centrales y sabía lo que había. Sabía que no me tenía que frustrar, juegan así. Sabía que el árbitro no iba a pitar ningún penalti, permite esos agarrones. Si te agarran así es porque saben que no van a pitar penalti. Ellos quieren que te desesperes, no tienes que caer y mantener ese juego mental para ganar la partida.

¿Qué centrales le esperan en Teruel?

Los conozco y también son un perfil similar. El Teruel es un equipo que se arma muy bien atrás, utilizan sus armas y, como nosotros, se están jugando la vida. Tenemos que encontrar sus debilidades. Va as ser un partido muy duro.

El Teruel es el peor local de la categoría, pero es algo engañoso, son el cuarto mejor equipo de la segunda vuelta.

Sí, sí. Creo que si nos ganan salen de descenso. Van a morir. A mí ya me ha tocado jugar en una situación similar a la de ellos y nos daba igual el rival, miras lo tuyo. Pero eso mismo tenemos que hacer nosotros, mirar lo nuestro. Habrá mucha disputa y muchos duelos.

Sólo quedan siete jornadas y son líderes. ¿Si miran hacia atrás piensan en Barça B y Nàstic o todavía es pronto para descartar a otros rivales?

Tenemos que jugar ante el Barça, que es un rival directo, pero el Nàstic también. Nunca sabes. No vale hacer cuentas, mira el empate del Arenteiro en Barcelona o la derrota del Nàstic en su casa ante Unionistas. Hay que jugar cada partido, de nada vale pensar que será fácil. Todo cuesta mucho, nadie gana sobrado… bueno, nosotros lo hicimos, pero fue una rachita de un mes y eso no dura más. A final de temporada todo se ajusta. Es partido a partido y no tiene otro nombre. Dependemos de nosotros.

¿Cuándo cree que el grupo se ha hecho más fuerte? ¿En los momentos duros o ahora que todo marcha sobre ruedas?

Creo que en las malas. El equipo tiene una mentalidad de haber sufrido mucho todos juntos, de haberlo pasado muy mal en la primera vuelta. Parecía que éramos inferiores a muchos equipos, no sacábamos los partidos en casa, no podíamos juntar tres victorias e incluso las sensaciones no eran buenas cuando ganabas. Pero siempre hemos tenido una base de trabajo impresionante, de querer superarlo en el día a día. El equipo ha trabajado, querido y lo que está pasando no es casualidad.

¿Está disfrutando o sufriendo en el campo?

Queda poco y estos son partidos que quiere jugar todo el mundo. Estoy muy contento de que se esté dando la oportunidad de jugar. Es especial ese hormigueo que tienes, sobre todo cuando vas a jugar en Riazor. Quieres hacerlo bien, ayudar al equipo…

¿Se puede cuantificar las ganas que tiene de llegar al fútbol profesional?

Muchísimas. Me llamó el Depor y lo que único que pensé es que venía aquí a subir, no tengo otra mentalidad. Sé que llego a un equipo ganador y a mí me gusta ganar. Creo que todos los que vinimos esta temporada ha sido con esa idea de ascender.

¿Hay algún pique o apuesta en el vestuario sobre quién puede marcar ese gol que devuelva al Deportivo a Segunda?

Para nada, no hemos hablado nada. Supongo que cada uno cuando se acuesta por la noche lo pensará (risas…). Ahí lo dejo. Antes de dormir cierras los ojos y dices… y si soy yo. Ojalá, pero lo que firmo de verdad es que se ascienda y marque el que sea.

¿Cómo vive el apoyo de una afición que abarrota Riazor y está siempre con ustedes donde jueguen?

Impresionante, no tengo palabras para describir lo que vivimos en el vestuario con la afición. Están entregados y tienen una pasión… Antes de venir no me imaginaba lo que era en sí el Depor. Conocía su historia, pero esto es una cosa de locos. Estoy muy orgulloso de representar a este club y ojalá le podamos dar una alegría a la gente y devolver al Depor al fútbol profesional.

Si lo logran, el Athletic les ha puesto el listón muy alto para las celebraciones.

(Risas…). Bueno, ellos esperaron 40 años y es normal. Esperemos que nosotros le quitemos un cero y sean cuatro, por un cero no pasa nada (risas…).

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