Alejandra Jiménez, una pionera en los banquillo

Alejandra Jiménez (Granada, 1979) es una pionera. Lo fue cuando el fútbol femenino ni estaba bien visto ni tenía apoyos. Y ahora lo es en los banquillos. La exjugadora internacional tuvo que colgar las botas hace cinco años por una grave lesión en la rodilla. Después de jugar en Barcelona, Málaga o Espanyol, dijo adiós a su pasión. Pero se marcó un nuevo reto: ser la primera mujer en entrenar en la élite del fútbol masculino. Tras unos años de formación en equipos base y mucho trabajo para obtener todos los títulos necesarios, esta temporada el Cúllar Vega de su Granada natal le dio la oportunidad de coger las riendas del equipo senior masculino de Primera Andaluza. No hay otra mujer en categoría más alta que dirija a un equipo masculino. “Mi sueño es entrenar en Primera o Segunda”, aseguró a AS la preparadora granadina.

Jorge García, el presidente del club, no dudó en apostar por Alejandra cuando se planteó un cambio de ciclo en la entidad cullera. “Entre el abanico que manejábamos estaba Alejandra. Estuvimos sopesando las opciones y vimos que era una persona con muchas ganas, que le gustaba, con mucho interés, con experiencia en el fútbol. Nos llamó la atención el compromiso y ganas”, explicó el máximo mandatario después de ver su currículum en la web de FutbolJobs. Una decisión que tuvo el apoyo de la alcaldía y la afición, que en ningún momento pusieron barreras para que una mujer cogiese las riendas del equipo como desveló el jefe de comunicación Luis Novo: “Es un entrenador más, en el pueblo se la ha acogido muy bien, el Ayuntamiento también lo vio perfectamente. No hubo ningún problema”. “Las diferencias que hay es las mismas que hay de unas personas a otras. No por ser mujer. No hay nada que le reste por ser mujer. Tendrá sus limitaciones como las tenemos todos”, sentenció Jorge que ve en esta decisión algo positivo y un paso más en la sociedad: “Le ha dado positividad al club. La gente lo ve como un avance. Hemos sido el primer equipo que hemos dado ese paso y hemos abierto las puertas para que haya más. No debería haber ninguna anomalía por el sexo”. Tampoco pusieron problemas los jugadores en la que para todos era su primera experiencia con una mujer al mando: “Después de muchos años de experiencia no hay diferencia entre que Alejandra sea mujer o sea hombre. El primer día te choca un poco, porque es mujer, pero después te pones las botas y entras al campo y no hemos notado ninguna diferencia”. Así lo explicó el capitán, Enzo, que a sus 43 años ha vivido mucho en esto del fútbol. El futbolista destacó cómo es Alejandra: “Ayuda su carácter, hace que todos sea muy natural y normal”. “Lo raro es que nos extrañe que sea así. Son ejemplo y abren camino”, recalcó. En la misma línea se mostró su compañero Lin: “Un poco te sorprende, porque era la primera mujer que iba a dirigir en el fútbol. El equipo lo ha tomado con normalidad”.

Para Alejandra es su gran oportunidad para vivir de su pasión, algo que nunca ha podido hacer. Ni de futbolista ni ahora de entrenadora. Tiene su taxi y su negocio en Granada, donde vive con su pareja. “La primera vez que entras en el vestuario y dices ‘hola, me llamo Alejandra y soy vuestra entrenadora’, les ves las caras como parados, se miran… Pero a partir de gastar una broma y ser natural todo cambia”, relata, porque después de una vida recibiendo insultos por vivir su pasión encontró una gran acogida: “La acogida ha sido espectacular por parte de todos. No me lo esperaba, me sorprendió para bien. Esperaba un poco de rechazo, pero al contrario. No me lo termino de creer porque todo va muy bien”. Y es que en Cúllar Vega, Alejandra es una referencia: “El presidente muy bien, el alcalde... todo el mundo me apoya”. Aunque no todos estuvieron de acuerdo, su trabajo, simpatía y pasión han convencido: “No me sorprende. Fue tan rápida la acogida y de personas mayores. Ha habido comentarios negativos, pero en dos o tres días ya estaban convencidos”.

Ambición

El Cúllar va segundo en la tabla y sueña con ascender de la mano de una pionera que vive por y para el fútbol. “Los objetivos son altos, pero no tengo miedo. Voy a por todas, quiero subir”, sentenció la granadina a As. Porque el club no sólo le colocó como entrenadora, también le dejó libertad para confeccionar su plantilla: “Es un proyecto un poco mío. Con el apoyo de todos, incluido un cuerpo técnico espectacular”. Alejandra habla de sus ayudantes con devoción. Ellos son parte importante del éxito del conjunto granadino y lo sabe. Con Jimmy Sierra a la cabeza, la preparadora tiene un gran apoyo alrededor. “El fútbol es mi pasión. Poder enseñar y decir que las mujeres están aquí es importante”, recalcó. Porque para Alejandra su pasión por el fútbol le llevó a sufrir mucho en una época en la que la mujer y el fútbol era universos que no se podían unir.

“Ahora es mucho mejor que antes. Antes eran insultos, fue muy duro. Además estaba fuera de casa”, explicó. Porque Alejandra es una de esas pioneras que ayudó a que el fútbol femenino sea lo que es hoy. “Estuve en Barcelona y Espanyol, entre otros. Estuve casi 20 años en la élite. Hace cinco años que me lesioné y a raíz de ahí empezó el fútbol femenino a crecer”. También fue internacional absoluta: “En la Selección estuve ocho años, fue increíble. Pero eres una persona que pasa por ahí, poca gente se acuerda de nosotras. Ahora se ha ganado un Mundial que no se ha valorado mucho ni se valorá, pero somos campeonas del mundo. Cuando Alexia jugaba en el Sabadell yo lo hacía en el Barcelona”. Sin embargo, fueron años duros en los que tuvo que luchar por su pasión: “Ha sido una carrera muy dura, de estar sola en sitios donde no conocía a nadie y casi no te pagan. Ha tenido la suerte de jugar en equipos grandes, pero siempre he tenido que trabajar. Estuve muy a gusto en el Barça, donde estuve mucho tiempo. No es como ahora que se llenan los estadios. Ahora me siento mejor que antes, antes era más joven y de otra manera”. Porque en aquella época lo normal era recibir insultos: “Me llamaban marimacho, yo lo he pasado mal, pero siempre he tenido el apoyo de mis padres y mi entorno y este año el Cúllar y los años anteriores siempre me he sentido querida”. Ahora, parece, la cosa va mejor: “Como jugadora me han dicho barbaridades, como entrenadora no he oido nada. Estoy con mi equipo y como que me aisló. Me importa lo que hay en el verde”, sentenció.

“Lo he pasado fatal, he llorado mucho y aún me siguen cerrando puertas. Es duro, aunque me lo están poniendo fácil. No es sólo el círculo que me rodea y me proteja, que me proteke mucho, pero es duro porque hay mucha gente que te juzga y no me conocen”, sentenció. Porque aunque la sociedad ha evolucionado aún hay quien no entiende como una mujer puede gustarle y vivir del fútbol: “Por desgracia aún nos educan de esa manera”. Y es que no sólo en el césped se pasa mal: “He pasado cosas que me he sentido incómoda en un vestuario femenino. Soy una persona libre y natural, no me impide nada. Lo he pasado mal en un vestuario femenino con situaciones difíciles”.

En masculino

Alejandra Jiménez tiene claro que le gustaría seguir su carrera en el fútbol masculino, aunque derribar esas puertas parece casi imposible: “Me gusta entrenar a masculino, he sido jugadora muchos años, pero me gustan los retos. Quiero conseguir cosas. Me llama más la atención entrenar a masculino que femenino, pero reconozco que un vestuario de femenino es diferente a uno masculino”. Lo dice ella, que ha vivido en ambos vestuarios: “En un vestuario masculino les dices lo que quiere y todas van en el mismo barco, pero en femenino es más complicado”. “La evolución del fútbol femenino ha sido muy rápida. Y aún se dice que el fútbol femenino aburre. El fútbol femenino está avanzando mucho, pero aún queda mucha ayuda” y analiza: “Es un fútbol más limpio. Rueda mucho más el balón. No es igual ver un partido masculino que femenino, hay diferencia. Me gusta el fútbol. Mi pasión es el fútbol, me da igual la categoría, veo todo el fútbol que puedo”.

“Soy muy clara y transmito a los jugadores la confianza que necesitan. Si algo no lo quiero lo digo. Tengo un sistema de juego que de espectáculo, de presionar…”, describe sobre su forma de jugar. Y tiene claro en quien fijarse: “Zidane para mi y Simeone, son mis favoritos. Guardiola también me gusta mucho. Y Xavi. Soy del fútbol antiguo”. La granadina pasó por el Ciudad de Granada, donde inició su carrera en los banquillos: “El Ciudad de Granada he aprendido mucho, le debo todo”. Allí pasó por el fútbol base y una persona que le marcó: “Con Francis lozano he aprendido mucho, lo que se de fútbol a nivel entrenador ha sido gracias a él” pasó por la Academia Marcel, aunque fue gracias a FutbolJobs.com como encontró este nuevo reto en Cúllar Vega. “Si a ellos les llueve, a mi también. Yo soy una más y no practico el deporte a nivel físico porque la lesión no me deja”, explicó. Una lesión que le destrozó la rodilla y le hizo pasar hasta cinco veces por el quirófano: “Tuve una triada, cinco operaciones desde el 5 noviembre 2017″. “Me fastidia porque lo pase mal con las operaciones y las rehabilitación”. Una dolencia de la que aún tiene secuelas. Pero su pasión mueve montañas.

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