PRIMERA RFEF | ATLÉTICO B 2 - CASTILLA 0

Mariano y Abde desatan la locura rojiblanca

Dos goles en en los últimos instantes dan la victoria al Atlético, que aleja el descenso. Gol mal anulado a Carrillo con 0-0 en el marcador.

Delirio en Majadahonda. El Atlético se lleva el derbi, espanta el descenso y lo hace de aquella manera que sabe tan gloriosa y demuestra que las tornas han cambiado también en las canteras, con dos goles en los últimos instantes para llevarse el botín en el añadido. El equipo de Tevenet adelanta en la tabla a un Real Madrid que vio como se le anulaba un gol por un fuera de juego inexistente todavía con 0-0 en el marcador.

El encuentro comenzaba con ese olor que otorga el miedo al abismo. Se palpaba en Majadahonda, donde caer implicaba perder comba con el máximo rival (y el golaverage) y acercarse a ese descenso que carga de peso las piernas de dos plantillas jóvenes y que compiten, pero les cuesta sumar de tres en tres. Y el Atlético se lleva oro de un derbi igualado y polémico, algo que acompaña a este tipo de partidos de máxima tensión en cualquier categoría. Son seis puntos de ventaja ya de los rojiblancos con el San Fernando, por cinco de los blancos.

RESUMEN

Atlético de Madrid B: A. Iturbe, Lalo A. (Joel Arumi 68’), D. Martínez, Mariano, Pablo Pérez, Gismera, S. Guerrero (Abde 83’), A. Ndiaye (Cala 57’), Diego Bri (M. Maroto 83’), El Jebari y Niño (Nabil T. 68’).

Real Madrid Castilla: Cañizares, Carrillo, Asencio, Marvel, Cuenca, Mario Martín, Gonzalo, Manuel Ángel (Theo 83’), Palacios (Víctor 82’), Nico Paz y Álvaro R..

Arbitro: Palencia Caballero, quien amonestó a los rojiblancos El Jebari (74’) y Nabil T. (82’).

GOLES: 1-0, min. 89, Mariano. 2-0, min. 90+3, Abde.

Sin Tevenet en el banquillo, expulsado en Huelva, el Atlético salió con Lalo en el lateral derecho por la lesión de Boñar y Dani Martínez repitiendo centro de la zaga con Mariano tras los problemas físicos que arrastra Marcos Moreno, que en esta ocasión sí pudo estar al menos en el banquillo. Raúl por su parte volvía a contar con Carrillo en el lateral derecho en una línea defensiva plagada de centrales puros y con Nico Paz como gran encargado de poner la magia en tres cuartos de campo.

Pronto avisó el equipo blanco de que, si se lo permitían, no se lo iba a pensar para probar puerta. Iturbe salvó al Atlético con una gran parada y después Mariano evitó el tanto de Álvaro, en un segundo remate invalidado por fuera de juego. Si pretendía ser una declaración de intenciones, el partido se fue volviendo plomizo con el paso de los minutos, ese miedo a perder que martillea el cerebro de los futbolistas cuando el abismo no se aleja con el paso de las semanas.

Adrián NIño tuvo la ocasión más cara del Atlético en la primera mitad.JAVIER GANDUL

Costó media hora ver al Atlético comenzar a estirarse. Y lo hizo con peligro, primero con Ndiaye pisando área para cabecear un gran centro de El Jebari y en la misma jugada con Diego Bri haciendo magia con el caño, pero intentando definir ante Cañizares cuando la jugada probablemente pedía un pase atrás. Pablo Pérez, que también había exigido al guardameta blanco con un centro que se había envenenado, encontró a Adrián Niño en el área, pero su remate se marchó demasiado cruzado. Fueron los mejores minutos colchoneros, pero como tantas tardes en el desembarco rojiblanco en Primera RFEF, le faltaba la contundencia.

Salieron mejor los pupilos de Raúl tras el descanso y apretaron en busca de un gol que acabó llegando, pero quedó invalidado por un fuera de juego que no existía ni en la cabeza de Álvaro ni en la pierna de Carrillo. La tendría también Nico Paz con un disparo que tocó el palo, pero nadie fue capaz de desnivelar un marcador. El Atlético se veía embotellado y salvado por la campana, hasta que los cambios comenzaron a dar sus frutos. Los mejores minutos del Real Madrid habían pasado sin tener que lamentarlo. Más pausa con Cala y colmillo primero con Nabil y después con Abde en punta. Palacios cortaba la contra de Diego Bri antes de que el Atlético desatase su tormenta final.

Un gran centro de Maroto a balón parado y el cabezazo de Mariano a la escuadra. Un gol en el 89 que rompía todos los esquemas y enloquecía a la plantilla rojiblanca y a la grada, que llenaba el Cerro del Espino. Y, si el Madrid tenía el añadido para intentar igualar, fue Abde Raihani quien decidió que estaba todo el pescado vendido. Aunque parecía trabarse con el balón cuando tenía la opción de El Jebari a la izquierda y Cala a la derecha, hizo la jugada suya y acabó poniendo el 2-0 y convirtiendo el inicio de la tarde en la gran fiesta rojiblanca. El Atlético da un golpe de gigante por la permanencia en Primera RFEF. Y, como hizo Llorente en el Bernabéu o Banini en la Copa de la Reina, demuestra que los goles in extremis ahora son cosa rojiblanca.

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