Mucho Eintracht para poco Marsella

El Eintracht de Frankfurt asaltó el Vélodrome en un partido en el que no necesitó ni siquiera su mejor versión para salir victorioso. Los de Glasner, que fueron vapuleados por el Sporting de Portugal en la primera jornada, vencieron por la mínima a un equipo mermado físicamente y que no tuvo, en ningún momento, el control del encuentro. El talentoso Jesper Lindstrøm, aprovechando un error local, decantó la balanza en favor de los alemanes.

Volvía a rugir el Vélodrome. El nuevo, reformado en 2016 para la disputa de la Eurocopa, jamás había conocido la Champions League, ya que la edición de 2020, esa que disputó el Marsella, se hizo sin público por culpa de la pandemia del coronavirus. Un partido repleto de alicientes y con un ambiente fragoroso, ya que la ocasión lo merecía por todo lo alto.

El primer tiempo entre Marsella y Eintracht se puede reducir a una simple acción: la del gol de Jesper Lindstrøm. No hubo ni una sola oportunidad clara hasta entonces, salvo un remate de Alexis que pasó rozando la cepa del poste, en una clara declaración de intenciones de ambos equipos, que no quisieron arriesgar, esperando el todo o nada en el segundo tiempo.

El Eintracht, replegando en 5-4-1, evitando que Payet y Gerson recibieran entre líneas y, sobre todo, amenazando con Kolo-Muani al espacio, siendo el ex del Nantes una pesadilla para Kolasinac y Balerdi en el primer tiempo. Los de Glasner aprovecharon una incertidumbre de Rongier en un balón dividido en el área para hacer el 0-1 que le ponía, contra todo pronóstico, por delante en el marcador.

Tras la reanudación, las prisas corrieron en contra del Marsella, que intentó marcar el 2-1 antes que el empate. De hecho, Lindstrom tuvo el 0-2 en un error clamoroso de la defensa local, pero su disparo, esta vez por suerte para Tudor, se estrelló en el larguero. El técnico croata, desesperado con la prestación de su equipo, decidió, de un plumazo, quitar a sus tres delanteros para dar entrada a Luis Suárez, Ünder o Amine Harit.

Con los tres en el campo, el Olympique de Marsella gozó de varias oportunidades a las que no se había ni acercado en el primer tiempo. Luis Suárez falló incomprensiblemente un pase de la muerte de Ünder y el colombiano tampoco supo aprovechar una jugada de Clauss en la banda izquierda para poner las tablas en el marcador.

Las prisas corrieron en contra del Marsella, que se estrelló contra un huracán llamado Kolo Muani que se llevaba por delante todo lo que se encontraba en el camino. El exjugador del Nantes, fichado gratis por el Eintracht en marzo de este año, asistió a Kamada en el 0-2 de los de Glasner, pero el japonés se encontraba en posición antirreglamentaria. Precisamente Kolo Muani, en otra gran jugada personal, volvió a dejar a su compañero ante Pau López, pero esta vez fue el español el que evitó el segundo tanto visitante. El Marsella, desesperadamente, reclamó un penalti en la última jugada del encuentro, pero como su partido, no existió nada.