La Real se pega un tiro en el pie en Pilsen

La Real Sociedad se pegó un tiro en el pie en el Doosan Arena de Pilsen con una derrota difícil de digerir y de explicar. Fue mejor que el Viktoria y se nota que es superior, mejor equipo, pero al final lo que cuenta es que perdió, 2-1, por culpa de sus propios errores. Los fallos constantes en pases que eran fáciles dieron vida al equipo checo, que en una jugada aislada encontró un premio enorme que no estaba buscando. Se puede decir que los realistas cayeron por deméritos propios, no hay más. Esta vez se ve muy claro, la Real perdió el partido ella misma, no lo ganó el Viktoria Plzen. O mejor dicho, se lo regaló, por culpa de presentes inadmisibles en pases fáciles en ataque que permitieron a los checos montar contras que generaron tanta incertidumbre que acabaron sirviéndole para ganar. Parece mentira que la Real perdiera este choque, pero sólo se entiende desde sus muchos errores con balón, sus muchas imprecisiones en ataque, que dieron vida a un equipo inferior. La derrota le deja muy tocada en la clasificación, porque ahora mismo está fuera, incluso, del playoff. Estaría eliminada, después de un partido increíble.

La Real quiso mandar en el partido desde el principio, pero el Viktoria Pilsen se replegaba bien y trataba de salir con peligro a la contra. Con las armas sobre el tapete verde del Doosan Arena, el partido tenía pinta de que iba a ser entretenido. A los checos no les servía otro empate después de las tres igualadas de las primeras jornadas de esta Europa League, y los donostiarras tenían que ir a por los tres puntos si querían pelear por acceder directamente a octavos de final quedando entre los ochos primeros. No es una jornada más, es llegar al ecuador con las cartas marcadas, viendo cuál es el objetivo de cada equipo. Seguramente, por esa razón Imanol Alguacil sorprendió al no hacer casi rotaciones y salió con todo. Solo un cambio con respecto al equipo realista que ganó en Sevilla en liga el fin de semana. Brais Méndez se quedó en el banquillo para colocar en la medular a Sergio Gómez y dar entrada a Oskarsson, al que juntó con Oyarzabal y Kubo, que jugaba así su partido 100 como txuri-urdin.

El buen comienzo de la Real Sociedad empezó a difuminarse por culpa de sus propios errores, que aprovechaba el Viktoria Pilsen para salir rápido a la contra. En uno de los muchos balones que perdía en línea de tres cuartos rival llegó una cadena de fallos defensivos en las disputas que provocaron el gol del Adu. El equipo checo con muy poco hacia mucho daño a una Real a la que le costaba combinar demasiado fruto de los muchos pases fáciles que acababan en el enemigo. Aun así, los vascos llegaban con cierto peligro a la portería de Jedlika y en una de ellas Oskarsson remató de cabeza un gran centro de Oyarzabal. El gol dio alas a los realistas, que, montados en el caballo del capitán, estuvieron cerca de remontar antes del descanso.

En la segunda parte el panorama no cambió mucho. La Real intentaba tener la pelota, pero cometía demasiadas imprecisiones con la pelota que le impedían llegar con más ventaja a la portería del Viktoria Pilsen, que se limitaba a aprovechar los obsequios de los donostiarras. La Real pudo marcar en varias llegadas con peligro, porque las veces que logró conectar con sus atacantes sin regalar la pelota a los checos, generó ocasiones claras como para adelantarse en el marcador. Pero también faltó remate. Y al final, tanto va el cántaro a la fuente que acaba por romperse. Otro presente en un mal pase en ataque provoca que el Viktoria Pilsen monte una contra que parecía no llevar peligro y en el rechace el balón pega en Vasulin, despista a Remiro y entra en la portería realista. Jarro de agua fría tremendo porque deja muy tocada en la Europa League a la tropa de Anoeta.