Guruzeta hace de Aduriz

Comparar a Haaland, el cíclope noruego que siembra el terror por Europa, con Guruzeta, un muchacho que el año pasado no logró salvar la categoría en Segunda División con el Amorebieta, suena a bilbainada barata, a chiste sin gracia. Pero resulta que el león que sueña con ser Aduriz lleva un tanto cada 39,6 minutos, y a eso aún no llega el robot mete-goles del City, Gorka no se sintió Erling, pero sí Aritz por un día. Él solo ha demolido a un Valladolid tan cándido que no hace ni faltas. Segundo doblete de la temporada; eso solo lo ha logrado él entre los rojiblancos en estos tres años. Lleva cinco tantos, jugando ratitos y una buena ración hoy de 67 minutazos. De golpe y porrazo ya se ha erigido en pichichi del Athletic, igualado con Iñaki Williams. La grada irrumpió al unísono: “Guru, Guru”. Lleva la barbaridad de 5 goles en 12 remates, 9 de ellos a puerta. Parece que la espera por Villalibre ha caducado y se abandona en favor del ‘12′. Los leones cerraron el paseo con la primera diana de cabeza y de estrategia del año, obra de Vivian. Se colocan en zona Champions.

El partido se quedó en nada, en un monólogo vizcaíno. Solo tuvo miga en el origen. Arrojó tenues debates únicamente por las alineaciones iniciales. Será por tratarse de un pulso entre semana, pero parece que una jornada de este pelaje, la que cierra la Liga hasta nueva orden postmundialista, debería contar con onces de gala. Pues resulta que Valverde y Pacheta agitaron la coctelera y les salieron bloques de lo más sorprendentes. Lo más relevante fue la suplencia de Iñigo Martínez en los rojiblancos, porque está ante un momento cenital en su carrera. Su situación contractual en Bilbao es peliaguda, porque no quiere renovar. Se encuentra a tres días de conocer si se cuela en la lista de Luis Enrique para el Mundial y el Barça anda enviando cantos de sirena por segunda vez tras anunciar su retirada Piqué. El momento para formar parte de la rotación no puede ser más inoportuno para él.

Tal vez los rojiblancos se preparan para su cercana ausencia. Ven que hay porvenir con el ondarrutarra como azulgrana: sin él, 1 gol encajado en 5 partidos. (8-1) y con él, 13 recibidos en 9 (16-13). Vivian y Yeray son muy buenos. Pero no es el único que acaparaba las fotos. Yuri, Raúl y Berenguer también descansaron, y Guruzeta se estrenó como titular en Primera, a los 26 años, en La Catedral. Todo un sueño. Su gran día. En el bando blanquivioleta, centrifugado casi completo en busca de jugadores frescos en busca de reivindicarse. Masip y Plata eran los únicos supervivientes del once inicial de la anterior jornada ante el Elche. Pacheta dibujó un 4-4-2, con empeño para salir con el balón jugado, en ritmo alto, de ida y vuelta. Una piel que no les cuadra para nada. La proverbial valentía del preparador burgalés se antojó en esta ocasión temeridad, porque no parece San Mamés un campo propicio para andar con experimentos raros.

Esa puesta en escena visitante sorprendió unos instantes a los leones, que esperaban un rival más replegado, que jugara directo, al espacio, y más con los dos puntas, Guardiola y Weissman. El primero tuvo un disparo con rosca que se le marchó fuera por poco. Pero Guruzeta puso los puntos sobre las íes rojiblancas con un primer gol de fe. Iñaki Williams arrancó como una gacela en una especie de homenaje a Bagnaia, campeón de MotoGP, y centró con mucho peligro al corazón del área, donde no llegaban los pulmones de Feddal. Ahí apareció Guruzeta. Su primer remate lo atrapó Masip. El rechace no lo abordó con intensidad El Yamiq y el punta donostiarra logró el tanto a la segunda, con escaso ángulo. Su bautismo en San Mamés. A partir de ahí, el Athletic empezó a mover la pelota con enorme velocidad, a robar en medio campo y proyectarse en ataque. De Marcos tuvo toda la portería para amarrar el 2-0, pero lo vio tan fácil que se confió y la envió fuera. Minutos antes el propio lateral había tocado la pelota con la mano en área propia de forma involuntaria. Medié Jiménez lo chequeó en el VAR. Una jugada calcada de Arbeloa ayer en Vallecas lo castigó él mismo con penalti, pero esta vez, caprichoso que es uno, lo descartó.

La Grada de Animación se ensañaba con el israelí Weissman coreando cánticos sobre Palestina. Una pena que se ensucie el fútbol de esta manera. El juego, lo importante, pertenecía a los rojiblancos. El vendaval era absoluto, con los vascos encontrando la espalda a los mediocentros rivales. Nico Williams y Sancet tuvieron oportunidades claras y a Iñaki se le anuló un tanto por fuera de juego muy justo. Luego llegó el despropósito de Díaz de Mera. Guruzeta firmó el doblete a pase de Vesga, que previamente había cometido una falta sobre Aguado, no sancionada. Cruzó la pelota ante Masip con instinto matador. Pacheta mudó a un 4-3-3.

El árbitro se lio y le enredaron más en la tela de araña del desatino desde el videoarbitraje con una mano de Olaza, de espaldas a la acción, en un marcaje sobre Iñaki Williams. Le dijeron desde la sala de correcciones que lo mirase él mismo y se sacó de la manga una falta inexistente del delantero en vez del penalti, para no amargar más a los blanquivioletas. El VAR se ha apoderado del fútbol y a ver quién se lo saca de las garras. Máquina diabólica. Con todo el pescado vendido, Vivian cabeceó una falta muy bien templada por Muniain para redondear la velada, aunque esta le pertenecía a Guruzeta. Hasta Pacheta parecía decirle en el saludo final: “¿No podías haber elegido otra víctima para esta exhibición?”. Su abatimiento es equiparable a la felicidad Guru y su gente antes de este largo paréntesis por el Mundial.