¡Gracias, vecino!

En casa de mi vecino, cuando no hay para pan hay para vino. Vale para Getafe y Leganés, pueblos vecinos, enemigos históricos que ayer se quitaron y se dieron. El empate, no obstante, no termina de alimentar el estómago de ninguno de los dos, pues siguen con el freno echado desde que comenzó la temporada.

El cómo sería el derbi se podía intuir desde las alineaciones: Borja Mayoral y Haller, los futbolistas más valorados de Getafe y Leganés, comenzaban viéndolo desde el banquillo. Sin los mejores delanteros, marcar gol siempre es más difícil. Había explicación. Mayoral reapareció cuatro días antes tras seis meses convaleciente y Haller acaba de llegar a un Leganés que todavía está aterrizando en Primera.

El Getafe salió mordiendo desde el primer segundo. El mensaje de Bordalás fue inequívoco y un aviso a navegantes: el que no se ponga el mono de trabajo ya puede buscar las habichuelas en otra huerta, así que al banquillo fueron Sola, Carles Pérez y Peter Federico. Iglesias, Arambarri, Yellu y Uche fue el centro de campo elegido. Cemento sobre hormigón.

Borja Jiménez sorprendió con cinco cambios en el once, dando la titularidad a Dmitrovic, que debutaba en el Leganés. No hay que cambiar de caballo a mitad del río, pero si cambias de portero a mitad de temporada puede servirte de flotador. Lo fue.

Chocaba ver la calidad de Juan Cruz cumpliendo penitencia en el lateral izquierdo. Él hace daño más arriba. Lo demostró a la primera que le dejaron vía libre. Fue en el mintuo 20. Caracoleó hasta meterse en el área y su disparo lo repelió el poste, el rechace lo remató Óscar pero Soria, sobre la línea, llegó a tiempo para sacarla.

El Lega vio el agujero en la banda derecha y lo explotó, con Juan Cruz insistiendo en agrandar la herida, llegando y sirviendo a Munir y Miguel. Ésa era la veta que podía llevar a los pepineros hasta el tesoro.

Arambarri devolvió la esperanza a la grada azulona en el 39′, cuando su remate de chilena fue a la escuadra tras tocar ligeramente Dmitrovic. Empate a astillas también, El poste de Cruz por el larguero de Arambarri.

Getafe y Leganés llegaron al descanso del derbi con empate a goles y a remates al palo, un paradón de Soria y otro de Dmitrovic,

Las posturas de fuerza de la primera parte se convirtieron en apertura a la calidad en la segunda, con la entrada de jugadores de pie fino como Mayoral, Carles, Pérez, Haller y Roberto López, quien metió el miedo en el cuerpo a Soria al intentar sorprenderle desde su campo.

Fue protagonista de nuevo Roberto López al botar una falta a la espalda de la defensa azulona y Jorge Sáenz, estirando su pierna, consiguió batir a Soria. 0-1 y el Coliseum temblando.

Reaccionó el Getafe, que dio as gracias al penalti que Jorge Sáenz cometió sobre Diego Rico. Mayoral, que regresaba al Coliseum seis meses y medio después, ejecutó con acierto la pena máxima. En seis minutos había pasado más que en toda la hora anterior.

Empate final que no contenta a ninguno pero que a los dos evita las lágrimas de la derrota.

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