Ginebra espera entre montañas

En Ginebra dan para hoy lluvia y eso no es una licencia literaria, ninguna metáfora que saquemos del bolsillo, sino simplemente lo que la previsión meteorológica del smartphone nos da como información. Pero el agua que caiga o no es lo de menos, porque hoy no hay que mirar al cielo sino simplemente al césped y convendría hacerlo con mil ojos. Tras los empates frente a Portugal y República Checa, la Selección española no puede fallar más y buena parte de su futuro en esta Nations League se lo juega a partir de las 20:45 horas ante Suiza (sigue el partido en directo en AS.com).

Quizá eso explique la defensa a ultranza que Luis Enrique hizo ayer de sus jugadores, especialmente de Eric Garcia. El asturiano soltó frases irrefutables como esta: “Necesitamos puntuar y ganar el partido para estar en la próxima Final Four”. O como esta otra: “Estamos condicionados por lo que vemos en el terreno de juego”. Ni siquiera Jean-Jacques Rousseau, ilustre ginebrino, se atrevería a llevarle la contraria, aunque no sé si carraspearía tras alguna que otra intervención del seleccionador sobre el cansancio, los jugadores que ponen cachondos (textual) a los periodistas o alguna pregunta que él no duda en calificar de espectacular. Lo único cierto es que los deslices de Sevilla y Praga han llevado a La Roja hasta este duelo en el que está prohibido fallar. Enfrente tenemos a un rival que no sabe lo que es puntuar en las dos primeras jornadas, pero que se nos ha atragantado últimamente. Sin ir más lejos, hace un año en los cuartos de final de la Eurocopa. Entonces, España se metió en semifinales tras superar a los helvéticos en los penaltis (por 3-1) después de haber finalizado el tiempo reglamentario con 1-1 gracias a los goles de Jordi Alba y Xherdan Saqiri. Es presumible que ambos formen de inicio esta tarde. En el caso del azulgrana supondría el regreso tras la presencia ante la República Checa de Marcos Alonso, que no acabó de encontrarse cómodo. Mientras, el suizo, cuyos quilates se concentran casi exclusivamente en su bota izquierda, entró en el campo en el 68′ frente a la República Checa y fue titular ante Portugal, siendo sustituido cuando Cancelo ya había puesto el 4-0 en el marcador del José Alvalade.

Él es uno de los cromos más reconocibles de la actual Suiza, quizá junto al portero Sommer y el centrocampista Xhaka. Este libra un peligroso pulso con el seleccionador, el turco Murat Yakin. No disfruta del juego e incluso se ha atrevido a decir que el técnico no le pone en su sitio. Hay dos formas de leer esa frase: que Yakin solo vea una pizarra táctica en ella y le sitúe donde mejor puede rendir el del Arsenal o que opte más bien por el sentido coloquial de esa expresión que suena a correctivo. La gran duda en defensa es la de Akanji, clave para blindar aún más al bloque helvético. Habrá que tener las ideas muy frescas para que ese entramado no se convierta en infranqueable para los internacionales españoles.

En esa tarea puede tener voz y voto Marco Asensio tras su irrupción en el partido del domingo en Praga. Convenció a todos y a Luis Enrique el primero. Todo apunta a que el balear acompañe a Ferran Torres y Morata en el triplete de ataque, donde de nuevo habrá que ser pacientes con Ansu Fati. Hay tiempo para verle en su mejor versión y esa solo llegará con una entrada gradual en los planes del seleccionador. Mientras, Busquets llevará de nuevo la manija y a tenor de lo visto en el arranque de la Nations, Gavi será titular. Sin Pedri en el equipo, él es el encargado de aligerar cualquier salsa. Cuando no hay ideas, el sevillano aparece; y todos se contagian. Su talento es inestimable para tratar de abrir a un rival que se encomienda a las contras con gente como Vargas, Okafor o Embolo. Una Suiza que está en el Mundial, no lo olvidemos. Que el 4-0 por el que cayeron en Lisboa no nos despiste ni un segundo. Ya saben lo que pasó en Sevilla y Praga. Estamos avisados.