Henningsvaer Stadium: uno de los campos más bellos del mundo
Situado en las Islas Lofoten, un archipiélago y un distrito de Noruega, ubicado en la provincia de Nordland, y considerado como uno de los campos de fútbol más bonitos del planeta.
Las Islas Lofoten son un archipiélago y un distrito de Noruega, situado en la provincia de Nordland. Tiene 100 kilómetros de longitud y entre 800-1000 m de altura. En este precioso archipiélago se encuentra uno de los estadios más bonitos que se puede visitar: el Henningsvaer Stadium.
El Henningsvaer Stadium quizás sea uno de los campos de fútbol más remotos del planeta debido a su cercanía a Círculo Polar Ártico y al mar de Noruega. Norskehavet como se le conoce al mar de Noruega en su lengua, está ubicado entre el mar del Norte y el mar de Groenlandia.
Este precioso campo de fútbol no destaca ni por su tamaño ni por su arquitectura innovadora o por su acústica. Su atractivo se puede apreciar en las instantáneas de este fotorrelato. No es otro que su entorno.
El Henningsvaer Stadium apenas tiene gradas en sus laterales y su espacio es el preciso y justo para las medidas del terreno de juego de un campo de fútbol.
Estamos acostumbrados a ver los principales estadios del mundo rodeados de edificios, oficinas, grandes avenidas... Pues bien, a este lo rodean montañas espectaculares, picos irregulares, mar abierto y bahías protegidas.
El terreno de juego pertenece al pueblo de Henningsvaer, un pueblo de pescadores en el municipio de Vagan en el condado de Nordland y apenas cuenta con casi 500 habitantes. A pesar de su pequeño tamaño este lugar es uno de los más visitados por turistas de Noruega.
El terreno de juego se utiliza únicamente para partidos de fútbol amateur. Pero, además, su estructura lateral tiene otra función muy especial: secar el bacalao de los pescadores de la zona. Dicho bacalao está considerado como uno de los mejores del mundo.
Cerca del campo se encuentra la ruta de Festvagtind la cual te puede brindar una panorámica increíble de Henningsvaer.
Debido a que no está preparado para acoger a muchos espectadores y a su tamaño, limitado por los accidentes geográficos, muchos dudan de si se le puede llamar estadio.
Pero de lo que no hay duda es que el Henningsvaer Stadion es uno de los terrenos de juego más bonitos del mundo.