FOTO: JAVIER GANDUL / DIARIO ASPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.
FOTO: JESUS ALVAREZ ORIHUELA / DIARIO ASPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.
FOTO: JESUS ALVAREZ ORIHUELA / DIARIO ASPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.
FOTO: Denis Doyle / Getty ImagesPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.
FOTO: JESUS ALVAREZ ORIHUELA / DIARIO ASPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.
FOTO: JAVIER GANDUL / DIARIO ASPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.
FOTO: Angel Martinez / Getty ImagesPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.
FOTO: JESUS ALVAREZ ORIHUELA / DIARIO ASPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.
FOTO: JESUS ALVAREZ ORIHUELA / DIARIO ASPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.
FOTO: Angel Martinez / Getty ImagesPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.
FOTO: JESUS ALVAREZ ORIHUELA / DIARIO ASPasaban los 84 minutos de encuentro cuando el jugador brasileño del Real Madrid fue sustituido en reemplazo de Gonzalo. La grada del Bernabéu la emprendió contra él. Durante su caminata hacia el banquillo, una que protagonizó sin hacer gestos. Serio, casi al margen de lo que estaba sucediendo; aunque eso era imposible. Hubo pitada. Y fue como ninguna.