En el caso de AS, la máscara quedó casi acabada: faltó pulirla, acolcharla por el interior y colocarle las cintas, tanto por los laterales de la cabeza como por la parte superior. Pero la parte mollar del trabajo quedó hecha. Una protección de alta calidad cuya fabricación lleva como poco unas 24 horas y que cuesta nada menos que unos 1.200 euros.