“Vilda me demostró que es un tío fuerte… creó una burbuja”

Vaya locura de Mundial, están en semifinales

Estamos con mucha alegría y felicidad. Vinimos con el objetivo de hacer historia, ya la hicimos con los octavos, pero queríamos más. Sentíamos que nosotros y el equipo quería más. A partir de ahí lo que queremos es soñar.

Por fin se ha dado un salto a lo grande…

Yo llevo cinco años en la RFEF y ha ido progresando. Yo diría que fue a partir del Mundial de Francia cuando se dio un cambio importante. A nivel técnico-táctico de las jugadoras. Yo viví la RFEF siendo jugadora y no tenía nada que ver. Tanto en recursos, como en formación y talento de las jugadoras. Hemos sido vencedoras en las categorías inferiores, y esas jugadoras han crecido y ahora tenemos a las 23 mejores jugadoras. Podemos ahora aprovecharnos de su talento. Llevamos un año, este último por todo lo que ha pasado, trabajando incluso más y ahora recogemos los frutos.

Salto generacional en su momento, o antes de tiempo

Tenemos una mezcla de todo en el equipo. La generación de Ivana, Irene, Alexia, Jenni y Mariona que han marcado un antes y un después en la Selección. Esas se han juntado a la Salma, Athenea, Esther, Ona o Oihane, que han venido progresando desde abajo. Todas, excepto María Pérez, han pasado por las categorías inferiores. Toda esa mezcla se recoge ahora.

¿Cómo es esa mezcla dentro del vestuario?

Es una mezcla buena. Me acuerdo de cuando era jugadora y también pasé por esas etapas. De ser la niña y admirar, de esas jóvenes que te traen esa energía positiva. Pienso que las jóvenes tienen el reflejo de las mejores. Que te enseñan de dónde venimos. Nadie lo transmite mejor que ellas. Las jóvenes inyectan esa energía. Todo junto es…

¿Qué ha cambiado de su época?

Mucho, sobre todo en tema de recursos. Nosotras hemos jugado por nada, por la pasión. Eso es algo inherente al fútbol que practican las mujeres. Cuando yo vine a la selección sólo había dos: la sub-18 y la absoluta. Ahora pueden venir niñas de 13 años a la Sub-15 o Sub-16. Teníamos tres personas en el cuerpo técnico solo. Los viajes, no se jugaban torneos porque no nos clasificábamos o no había. Los recursos no nos acompañaban. Tampoco en nuestros clubes.

Siempre inciden en la figura de Luis Rubiales.

Sí, es que ha sido fundamental. Ya se ha visto aquí, que esté todos los días con nosotros. Lo vivimos, el apoyo que nos da día a día. Para las jugadoras ha sido muy importante que esté aquí. Es un tío cercano, les demuestra que es una realidad. Que tenemos las mejores instalaciones, los mejores hoteles. Para mí esto era impensable como jugadora. Viajábamos en el día a Huelva, e íbamos con la ilusión de ganar. Volvíamos y a estudiar. Me alegro muchísimo de que ellas tengan ya los mejores recursos para ejercer la profesión de la mejor manera.

¿Cuáles fueron esas mejoras?

Necesitaban cuerpos técnicos más amplios, profesionales especializados. En cuanto a la planificación, para este Mundial se han jugado tres amistosos. Concentrarte más veces, con más antelación. Y eso que estamos limitados con las fechas FIFA.

Háblenos de Suecia…

Es un rival fuerte, desde que llegas al Mundial cada rival te puede crear problemas si no llegas al 100%. Los estamos bien con selecciones potentes. Es un equipo completo, el juego directo y que son jugadoras muy físicas. Tratan de buscar a Blackstenius, que es la gran referente. Tienen a Rolfö, Asllani, Erikson. Y una buena guardameta. Pero sobre todo nos enfocamos en cuáles son nuestras virtudes para ser España.

¿Cómo es preparar el once? ¿Cómo va la toma de decisiones?

Llevo cinco años trabajando con Jorge, estoy aquí gracias a él. Me cogió del curso de entrenadores. Le conozco, siento lo que necesita. Tengo claro lo que me pide, lo que quiere de nosotros en cada momento. Sobre todo, cuando se acerca el partido. La manera es reunirnos después de la cena. Aunque después del último partido ya le vamos dando vueltas a cómo es el rival. Le escuchamos, nos pide opinión a todos. A mí, a Lerga, a Kenio, a Rubén, a Carlos y al psicólogo. López Vallejo está muy pendiente de lo que surge en ese momento. Dando su aportación, por lo que él ve o percibir en el entrenamiento. Con toda esa información ayudamos a que tome la mejor decisión.

¿Qué es lo más duro?

Elegir. Ya desde las 28 de la prelista, luego a las 23. Después de estos años, que ha habido grandes rendimientos, tiene que ser muy exhaustivo para no equivocarte. Ahora en las fases es el once. Pero esto va de ganar. Cuando estás en la élite lo importante es competir. Y cuando estás de este lado es cómo ayudar a las jugadoras. Ese es nuestro papel. Para que den lo mejor.

¿Y la crítica?

Cuando elegimos nos centramos en lo que necesitamos, a nivel técnico y táctico. Un equipo compensado. Buscamos rendimientos, capacidad y sobre todo talento.

¿Cómo llegó a este puesto junto a Jorge Vilda?

Pues fue el que me fichó, me llamó un día tras acabar el curso de entrenadora. Estábamos tres chicas y me ofreció entrar en el proyecto. Me pareció una oportunidad única. Le dije ‘cuenta conmigo, esto es increíble’. Pero no nos conocíamos y primer y segundo entrenador son personas de mucha confianza. Si encajábamos…

¿Cómo ve el futuro?

Ahora mismo estoy centrada en el Mundial, este año ha sido un año duro. Todos nos hemos visto mal, como se dio todo da mucha pena. Haberlo vivido, después de haber sido jugadora y haber llegado a este punto. Era algo que no veíamos. Todas las críticas que tuvo él, incluso a nivel personal. Eso fue muy duro. Esto a mí me ha enseñado que es un tío fuerte, que consiguió hacer una burbuja, centrarse en el trabajo porque esto le apasiona. A nosotros esto nos ha unido mucho. Cuando uno se tambaleaba, el otro hacía más fuerza. Estamos en un sitio privilegiado y con una oportunidad única, vamos a disputar unas semifinales de un Mundial. Creo que nos lo merecemos después de todo este año. Hemos estado muy enfocados en el trabajo, haciendo oídos sordos a la crítica y confiando mucho en lo que hacemos. La apuesta del presidente de ‘yo me quedo con vosotros’ ha sido muy importante, no lo he visto nunca en el fútbol. Eso te hacía más fácil el día a día, esto tiene sentido, voy a seguir viendo la jornada, voy a ver al partido este. Así nos hemos evadido.

Le vemos de campo a campo cada fin de semana, no para…

El otro día le decía a Jenni, ‘si esto no te gusta, no puedes vivir aquí`. Como no te guste el fútbol aquí no puedes vivir. Dejas atrás la familia y muchas cosas que, si no tienes amor por lo que haces, es imposible. La gente que te acompaña a nivel personal te dé el equilibrio para decirte: ‘Disfruta y ven cuando ya estés relajada’. Tiene que gustarte mucho. No hay horarios, no es un trabajo de ocho horas.

¿Se toman día libre después de los partidos, como las jugadoras?

Difícil. Si sacamos alguna hora, a mí me gusta mucho hacer deporte, necesito ordenar mi mente cuando noto que no fluyo. Jorge organiza el plan de trabajo para ver lo siguiente que nos toca, lo dirige, nos dice cómo nos tenemos que organizar. Así somos más efectivos. Creo que tiene que haber un equilibrio entre el trabajo y el descanso, hay que ser inteligente.

Las imágenes de las lágrimas de Alexia, Jenni e Irene.

Emociona verlas porque ellas marcan un antes y un después. Son una generación que ha vivido una parte y ahora están en un punto importante. Creo saben de dónde viene y están en el progreso para seguir poniendo el fútbol femenino en el lugar que se merece. Han luchado mucho, se merecen disputar unas semifinales. Han luchado mucho para que esto esté así ahora. Es normal que se emocionen y nos emocionen a todo el país.

Se puede decir que han bajado a la tierra, son más humanas. Alexia con todo lo que le ha pasado…

Yo las he visto siempre igual. Son jugadoras humildes, comprometidas, que aman lo que hacen. Que tienen un talento especial que se lo ha dado la vida. Han tenido reconocimientos y es fruto del trabajo. Todas están con el foco en ser profesionales. En cada entrenamiento nos sale decirles: “Da gusto veros entrenar”. Y es porque aman lo que hacen. Disfrutan con lo que hacen. Transmiten unos valores diferentes. Y con la prensa se ha ayudado que haya referentes.