SELECCIÓN ESPAÑOLA

Tocadas pero no hundidas

Conjura española para recuperarse del mazazo ante Japón y ofrecer la mejor cara en octavos. Rubiales dio una charla de ánimo al equipo; la plantilla se apoya en los familiares que les siguen.

RITCHIE TONGOEFE

No hubo sonrisas en el Regional Stadium de Wellington tras el batacazo de la Selección ante Japón. No era momento para el disfrute, tocaba recapacitar. Y las españolas lo hicieron. Casi ya estaban reflexionando sobre el césped, cuando el equipo se reunió en círculo. Unos tiraban del carro mientras otros lloraban, literalmente.

Jorge Vilda fue el primero en asumir la culpa tras la incapacidad mostrada ante las Nadeshiko. “No hemos estado a la altura. El responsable soy yo. Estoy convencido de que el equipo tiene mucha rabia y que esa rabia se convertirá en ganas. Es normal que tengamos enfado”, fueron las palabras del seleccionador. Sin reparos, tiró de autocrítica. Al igual que otros pesos pesados como Irene Paredes o Aitana Bonmatí.

“El equipo está jodido, perder de la manera en la que lo hemos hecho… Tres goles calcados y perfectos. Contrataques y definiciones perfectos por su parte. Me quedo con lo que tenemos que hacer nosotras para levantarnos de esto”, afirmó la central del Barça poniendo el foco en el problema defensivo.

Su compañera Aitana se mostró muy dolida y afirmó no estar acostumbrada: “Por mi parte, pedir perdón. El resultado es muy abultado y no estamos orgullosas. Un 4-0 duele. Soy una jugadora que no estoy acostumbrada a estas derrotas tan grandes. Estas cosas te hacen más fuerte, te hacen mejorar. Te hacen reflexionar para salir el próximo partido de forma distinta. Hay que mirar la parte positiva”.

Pasar página

Había que asumir la derrota, corregir los errores y tirar hacia adelante. Así se sintió toda la expedición española horas después del colapso. Con honor. Daba igual que fuera Vilda, Aitana. Esther o Paredes. El mensaje era el mismo: “Estamos vivas y con muchas ganas de seguir. Mis jugadoras van a remontar, la actitud contra Suiza va a ser distinta. Tienen mucha rabia, Que nadie se desilusione. Vamos a ir a ganarlas”, indicó Vilda como mensaje público.

“Este hecho nos va a unir más que nunca. Soy una jugadora que cuando vienen los malos momentos, saco aún más mi carácter. No quiero ver a nadie hundido. No bajo los brazos, siempre intento animar. Eso no ayuda a nadie. Hay que mirar al frente”, admitió Aitana.

“Este hecho nos va a unir más que nunca...”

Aitana

“Dudas no nos entran. En unas horas nadie va a sonreír, pero mañana sí. Hay que darle la vuelta. Que nadie tenga dudas. Sabemos de lo que somos capaces…”, fue la sentencia de Irene Paredes.

Las jugadoras, además, contaron con una charla especial. El presidente Luis Rubiales les dio ánimos nada más terminar el encuentro, ya en el hotel de concentración mientras cenaban todos juntos. El mensaje sigue siendo el mismo: mirar hacia adelante. Para poder llegar con más fuerza, las internacionales contarán con unas horas libres. Pasear y despejar la mente por Wellington era igual de necesario que un buen entrenamiento.

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