Renard descoloca a Francia

Un nuevo temporal se ha alojado en la selección femenina francesa: Hervé Renard dejará el banquillo tras los Juegos Olímpicos de París. Una noticia que se conoció en el acto del sorteo del deporte rey para la cita olímpica. Nadie se lo esperaba, pero el técnico francés lo comunicó a los medios con toda naturalidad.

“El episodio de Costa de Marfil podría haber desorganizado el grupo, pero afortunadamente vencimos a Alemania, de lo contrario los francotiradores me habrían apuntado”, bromeó. “Para ser franco con vosotros, he anunciado a la Federación que no voy a seguir. Esto no molesta a nadie, especialmente a las chicas, que están acostumbradas a cambiar de entrenador en su club”.

“Cuando leo algunos comentarios, tengo la impresión de que nunca estás satisfecho. Pero hay que ir paso a paso en la vida. España era más fuerte que nosotros. Todavía tenemos que progresar porque el fútbol francés actual no es el mejor fútbol del mundo. Esto no significa que no podamos ganar porque no siempre ganan los mejores al final. Hoy en día, el mejor resultado en unos Juegos para un equipo femenino francés es el cuarto puesto”, sentenció.

Desde la máxima entidad francesa quisieron transmitir tranquilidad después del bombazo. Ahora mismo la medalla de oro del fútbol en París es de máxima exigencia, tanto para el equipo de Thierry Henry como para el femenino: “Hervé está plenamente implicado. No tengo preocupaciones, sé que los jugadores apoyan plenamente a Hervé y su equipo. Ellos van a estar al máximo y Hervé también para llevarnos a lo más alto del podio”, asintió Philippe Diallo, presidente de la FFF.

Una historia enrevesada

Lo de Renard y Francia es una historia llena de altos y bajos. Llegó hace tan sólo un año al banquillo de las Blues. Fue la apuesta por todo lo alto de la FFF tras el despido de Corine Diacre -estaba en plena guerra con varios pesos fuertes del vestuario-. El entonces seleccionador de Arabia Saudí se volcó con este nuevo proyecto.

Todo pintaba de color de rosas. Francia por primera vez había apostado en Renard, que había hecho prácticamente su exitosa carrera fuera de sus fronteras. Él estaba encantado, tenía un Mundial y los JJ OO de París como objetivos. Grandes retos.

El primer balón fue tras la cita mundialista, en la que las francesas no lograron meterse en semifinales. Cayeron ante la anfitriona Australia en los cuartos de final. El tiempo sanó, con los JJ OO en el horizonte. Sin embargo, fue en enero cuando se produjo otro hecho insólito. Renard pidió permiso a la FFF para dirigir durante la Copa de África a Costa de Marfil, algo que no sentó nada bien en tierras francesas.

Ahora, a cuatro meses de que Francia comience su periplo por la ansiada medalla de oro, ya se conoce la salida de Renard. Sin explicación alguna...

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