El fútbol femenino esloveno se alza contra su federación

Las futbolistas siguen alzando la voz. Esta vez ha sido en Eslovenia donde las futbolistas han reclamado sus derechos y han dado a conocer cómo eran tratadas cuando iban con su selección. Lo hicieron con un comunicado conjunto en julio que acabó con la dimisión del seleccionador Borut Jarc. Ahora una de las capitanas, Dominika Conc, contó a la BBC cómo era la situación real en las concentraciones con su selección.

La ahora jugadora del Levante Las Planas explicó detalladamente todo lo ocurrido durante los últimos años en Eslovenia: “El ambiente era muy poco profesional, muy inapropiado todo. Insultos hacia nosotras, comentarios sexistas y trato homofóbico sobre nuestra vida personal y que no tiene nada que ver con el fútbol. Las cosas estuvieron sucediendo durante los últimos cinco años. Antes teníamos una relación de respeto y por miedo no decíamos nada. Muchos jugadoras tuvieron que pedir ayuda externa, a psicólogos y otros profesionales”, dijo en BBC. Ella fue una de las precursoras de la carta abierta enviada a la Federación eslovena de fútbol en el que exigían la destitución del técnico y de su equipo de trabajo. Todo ello en una extensa carta en la que relataba los comportamientos del técnico con comentarios inapropiados, trafico de alcohol y comentarios sobre la condición sexual y vida privada de las jugadoras que dijeron basta el 21 de julio pasado.

La lista es inmensa. Revelaron que se vieron obligadas a jugar un partido de clasificación para la Eurocopa de 2022 a pesar de haber contraído el COVID y tuvieron que aguantar comentarios degradantes sobre su peso corporal, por lo hablar del trato de la federación, que no les facilitaba ni las equipaciones iguales que las de sus homólogos masculinos ni les ponían el nombre en la espalda ni tan siquiera les daba la comida en los viajes que tenían que comprarse ellas mismas. Conc fue muy clara: “No había ningún interés por el equipo femenino. No querían escucharnos y decían que no era asunto nuestro. Fue en ese momento que vimos que nadie nos escuchaba. Así que tuvimos que hacer algo diferente y decidimos escribir las cosas y enviarlas a la federación nuevamente y tratar de comunicarnos sobre esas cosas con ellos nuevamente en privado, y lo que hicieron fue que nunca nos respondieron”.

El pasado 5 de septiembre, Borut Jarc dejó de ser seleccionador tras llegar a un acuerdo con el presidente de la federación después de cinco años y ocho meses al cargo del banquillo femenino. “Justifico la propuesta únicamente por motivos personales. Después de una cuidadosa reflexión, llegué a la conclusión de que en estas circunstancias ya no podría continuar con éxito mi trabajo como seleccionador. Fue una decisión difícil, porque siempre actué con espíritu profesional y en una época de fe en el éxito de la selección femenina de fútbol de Eslovenia. Me gustaría destacar que a lo largo de mi mandato actué de acuerdo con mis mejores conocimientos y creencias y con el objetivo de liderar correctamente la selección nacional, con el objetivo de lograr los mejores resultados posibles. También quiero negar categóricamente todas las acusaciones que me han herido personalmente. Quiero resaltar que siempre he actuado moralmente y de acuerdo con principios éticos”, dijo el ya exseleccionador en una carta a la Federación.

Para Conc, la salida del seleccionador es un paso, pero no definitivo para el fútbol femenino de su país. De hecho, la capitana habló con el presidente de la UEFA, Ceferin, también esloveno, en 2016 pero, según el escrito de las jugadoras, “apenas provocó una respuesta del presidente de la UEFA”. La propia Conc dijo: “Está muy a favor del fútbol femenino, pero en su propio país no ha solucionado los problemas”. “El staff técnico no trabaja de forma profesional, incluso metiendo alcohol dentro de las concentraciones. El preparador de porteros Danilo Sergas ha enviado mensajes inapropiados a varias jugadoras a través de redes sociales y el entrenador ayudante Milomir Kondic puso comentarios despectivos sobre la liga eslovena de fútbol femenino y clubes específicos en las redes sociales”, decía la carta. Las jugadoras esperan que sea el primer paso, pero falta camino: “Él no era el único que abusaba. Tenemos la sensación de que la federación nos tiene porque tiene que tenernos. Tenemos que luchar por las camisetas, por los nombres de las camisetas... Jugamos en mitad del día, en medio de la nada. No es de extrañar que nadie venga a ver nuestros partidos”.