Otra goleada, otro liderato

Otra goleada y otro liderato. En el Barcelona ya no es noticia que gane, ni siquiera que golee, porque está acostumbrándonos a rozar la excelencia. Sin fisuras, imponiendo su fútbol y siendo una máquina perfecta que en el que todas las piezas encajan, aunque falte alguna importante. Faltaba su goleadora, Pajor, pero Romeu apostó por Kika, que marcó, y todo funcionó como siempre. El Barcelona sigue firmando una temporada inverosímil.

El Barcelona tenía que reinventarse sin Pajor en el campo. Kika sería la referencia con la novedad de Vicky en lugar de Graham, que esperaba en el banquillo frente a una defensa poblada de tres. Pero no tardó nada en abrir la lata. Habían pasad sólo un minuto y medio cuando Alexia encontró a Aitana, que ganó línea de fondo y centró, allí llegó Kika a tocarla entre dos defensoras y la portera, que chocaron, y el balón le cayó a Brugts para que pusiera el 0-1. Un gol que no cambió el plan de unas ni otras. Las romanas estaban juntitas, basculando bien y buscando la velocidad en algún contragolpe para hacer daño. Pero el Barça tenía el balón.

Un monólogo azulgrana que, sin embargo, no encontraba más premio. Lo intentó una activa Alexia, pero su vaselina se la quedó Baldi, después fue Patri la que lo intentó y Salma a la media hora no aprovechó un pase de la muerte de Kika, que había robado el balón. La aragonesa tiró al cuerpo de Baldi, que salvó el segundo. El Barcelona mandaba, pero le costaba encontrar a la guardameta romana. Y, en la última jugada de la primera parte, Viens ganó un balón largo al que Aleixandri no llegó al corte y se plantó delante de Cata Coll, que sacó un pie salvador para mandar el partido al descanso con victoria momentánea.

La segunda parte empezó con un Barça más incisivo. No quería sufrir, más después de la ocasión de Viens que pudo empatar el partido. Y, nada más empezar, Aitana probó a Baldi. Y en el minuto 49, Kika controló en el área y llegó Heatley por detrás cometiendo un claro penalti que la colegiada no vio, pero sí el VAR. Marticic fue a verlo a la pantalla y decretó pena máxima que, sin embargo, Alexia mandó por encima del larguero.

Se esfumaba la oportunidad de sentenciar. Y la Roma tenía claro cómo hacer daño. De nuevo, velocidad para que Pilgrim se plantase en el área algo escorada y el tiro de la suiza se fue al lateral de la red. En la siguiente jugada, un pase largo a Salma, que ganó la espalda y la puso atrás se convirtió en el segundo con un buen tiro de Kika de primeras. Un tanto que daba tranquilidad y paso a los cambios. Entraron Graham, Pina y Paredes para dar más mordiente en ataque.

Esta vez la colegiada estuvo acertada. Graham buscó el sombrero a Heatley y esta tocó el balón con la mano arriba extendida y se llevó por delante a la noruega. Penalti clarísimo. Y Alexia no se arrugó, cogió el balón y enfiló el punto de penalti para, con un tiro ajustado, resarcirse de su fallo anterior y convertirse en la española con más goles en la historia de la competición europea.

Con el tercero, llegó el recital, aunque con falta de pegada. Las ocasiones se sucedían y el cuarto parecía que iba a caer en algún momento. La tuvo Alexia, también Pina, que sacó una defensora bajo palos… pero llegó, en la recta final. Pina entró por la izquierda y puso un balón medido a Graham, que no falló a puerta vacía. Otra goleada, que ya no es noticia. Otro liderato, que tampoco lo es. El Barcelona sigue siendo una máquina perfecta inventar fútbol.

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