Odisea por Nueva Zelanda con el material de La Roja
Tres personas se encargan de que todo llegue a tiempo tanto en los partidos como en los entrenamientos.
La expedición de la Selección lleva a 23 jugadoras, pero a muchas más personas en la sombra. Tres de ellas hacen un trabajo oscuro y costoso. Ese que no se ve pero que es parte fundamental para que el resto del grupo pueda funcionar. Un básico para que todo el engranaje funcione. José Luis Hidalgo, José Luis González y Miguel Ángel Puebla son los tres encargados de material. Ellos tres se encargan de que el equipo tenga todo lo necesario. Mueven desde hace un mes más de 5.000 kilos (sólo 300 de pesas) por tierras neozelandesas. De Auckland a Palmerston, de allí a Wellington y vuelta. Aviones arriba y abajo.
Cada uno de los traslados -y no han sido pocos- del combinado nacional es una odisea. Tráiler en la puerta del hotel correspondiente horas antes de que el equipo viaje. Bolsa a bolsa, maleta a maleta llenando un camión entero. Camillas de los fisios, material de gimnasio que es básico en la preparación de Blanca Romero. Alimentos imprescindibles de los dos chefs que acompañan en esta aventura mundialista. Por contextualizar, ya vinieron de Madrid con 130 bultos. Más todo lo que han tenido que comprar en Nueva Zelanda. Fue hace dos meses cuando comenzaron a planificarlo todo. Muchos otros bultos fueron enviados con antelación por transporte internacional (carga aérea).
En el día a día son los primeros que llegan al entrenamiento y a los estadios. Las equipaciones (más de 800 han traído) tienen que estar perfectamente colocadas. No se usan las mismas si son días de previa y partido (FIFA obliga a que sea la oficial) que el resto. Y cada noche lo dejan todo limpio y ordenado en una sala del hotel. Son los primeros en llegar y los últimos en irse. Nunca falta de nada. Otra pieza clave de La Roja en el Mundial.