“No nos conformamos con haber ganado el Mundial...”

Ivana Andrés (1994, Ayelo de Malferit) viene de levantar la Copa del Mundo en Sídney con La Roja pero quiere más. Ya sueña con entrar en la Final Four de la Nations League y poder estar en los Juegos. En un año 2023 marcado para siempre, no solo por el éxito con la Selección, también por su maternidad. La madridista mira el futuro con ganas.

¿En qué etapa está Ivana? Viene de levantar la Copa del Mundo en Sídney…

Estoy feliz, estable, con ganas de clasificarnos y de jugar una semifinal de la Nations League. Es verdad que hay que ir paso a paso, primero pensar en ganar a Italia y a Suecia para cerrarlo de manera redonda. Y por supuesto, soñar con unos Juegos Olímpicos

¿Cómo recupera un equipo la ilusión cuando viene de ganar algo tan grande como un campeonato del mundo?

Este equipo es muy competitivo y ambicioso, queremos más. No nos conformamos con ser campeonas del mundo. Ninguna de nosotras ha jugado unas olimpiadas y queremos lograrlo. Después del Mundial es lo máximo que se puede lograr con la selección. A lo que puede aspirar una jugadora, es lo que nos emociona y nos revive.

En septiembre comenzó una nueva etapa, con cambios y nuevo seleccionador. ¿Cómo están?

Estamos muy bien, trabajando muy bien. Se han cambiado muchas cosas y estamos muy contentas. Estamos en cada entrenamiento llevándolo con la máxima exigencia, que es lo que nos gusta. Poder ser cada día mejores.

Cuáles son esos cambios de los que habla…

A nivel de Federación son evidentes, los habéis visto. Debíamos tener un entorno seguro. Y luego a nivel deportivo era el tema de la preparación, entrenamientos y preparación de los partidos, vídeos a nivel individual, charlas por líneas. Cosas más específicas, cosas más al grano, más otras soluciones desde fuera.

¿Cómo es Montse Tomé?

Es muy cercana, apasionada del fútbol. Muy exigente, nos exige mucho y está muy comprometida. Confía al 200% en nosotras. Dentro del campo nos da esa libertad de expresarnos y de jugar como sabemos. Se ha ganado al equipo.

Jenni ha pasado por unos meses complicados, ¿cómo la ven ahora?

La vemos sonreír, es una persona muy alegre, que siempre intenta que no se le note por lo que está pasando. Es la alegría del equipo, nos da mucha vida. La veo mucho mejor.

En esta convocatoria se han estrenado Markel y Gonzalo a la dirección técnica…

Los conocía del Barcelona, pero de oídas. Pienso que ha sido un poco muy necesario. Dos figuras que se necesitaban en esta selección. Los conocimos esta semana y nos demostraron, además de su cercanía, sus ganas de trabajar. Con ambición y con ganas de mejorar todo, nos ha abierto las puertas para que estemos en contacto directo con él.

Si echa la vista atrás, ¿qué recuerdo tiene del Mundial? ¿Algún aprendizaje?

Uno de los momentos clave fue el partido contra Japón. Nos pegaron un buen palo, pero me gustó mucho la mentalidad del equipo. Estábamos muy fastidiadas, pero en las comidas y cenas lo que se hablaba era en positivo. Nos decíamos que con eso no valía, que había que dar un plus más. Y así fue. Creíamos en nosotras, que podíamos que ganar el Mundial. Fue una reacción, una autocrítica de manera individual y a nivel grupal.

Vaya meses de locura con la maternidad, el Mundial…

El nacimiento de mi hija fue felicidad pura, fue un chute de energía. Y que pudieran estar a mi lado… Si no hubieran venido, hubiera sido muy complicado. A los 4 días tuve que separarme de mi mujer y de mi hija. Me siento una afortunada, mi mujer fue una valiente por atreverse a cruzarse el mundo con un bebé recién nacido. La admiro. Como eran cosas buenas se gestionaron muy bien. Era todo perfecto, estaba en un Mundial con mi hija y mi mujer. Todo maravilloso.

Compartió el tema de la maternidad con Irene Paredes, la otra madre del equipo.

Nuestras mujeres compartían muchos ratos con los pequeños, todas las comidas, mucha gente me daba consejo como madre primeriza. Yo estaba muy centrada en el fútbol, tenía momentos con Ana y con Jara pero a dormir, por ejemplo, yo me iba a mi habitación. La niña cada dos o tres horas tenía que comer, era muy importante para mí el descanso. Yo tenía que estar a mi máximo rendimiento. Esos primeros meses he estado con ellas, pero realmente no. La parte dura, el principio de la maternidad de no dormir se lo ha comido todo mi pareja. A veces me lo recuerda (risas).

¿Le gustaría que su hija fuera futbolista?

Sí, por qué no. Que ella sea lo que ella elija: libertad absoluta. Tanto mi mujer como yo hemos estado en esto, le podemos dar mil consejos.

¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol? ¿Siempre fue defensa?

De pequeña jugaba de extremo, y también de mediocentro. Ya el último año con los chicos me pusieron de central. Lo recuerdo como una niña, ilusionada, que se lo pasaba muy bien con sus compañeros. Tengo recuerdos muy bonitos en mi pueblo desde que empecé.

Y desde aquellos días a ahora, ¿ha cambiado mucho?

Muchísimas cosas, estructuras de los equipos, campos, lo más duro eran los viajes. Salíamos de viaje un viernes por la noche y llegábamos por la mañana a destino directamente a entrenar. Sin descansar y jugar el partido al día siguiente. Trayectos de 10 o 13 horas, todo en autobús. Eso era muy duro. Y a día de hoy siguen pasando en algunos equipos, me siento una afortunada de estar en el Real Madrid y viajar en avión o en tren. Eso es una de las cosas que tiene que mejorar en nuestra liga, para que sea mejor. Tenemos que aspirar a tener una de las mejores competiciones de Europa.

Se la vio muy cabreada tras terminar el Clásico ante el Barça, algo que no suele ser habitual en usted…

No me gusta perder y más perder de esa forma. Que te metan cinco… fue muy duro. Para nosotras y para el aficionado del Real Madrid, imagínate. Aunque parezca lo típico que se dice, pero fue así, hicimos autocrítica. Hay que aprender de esos hechos, ver las cosas en las que fallamos. Estaba triste y cabreada. Pero son cosas que pasan en el fútbol y sirven para mejorar.

En las redes sociales se ha formado un poco de revuelo con Toril en las últimas semanas, ¿cómo lo llevan?

Sinceramente, miro y leo poco, apenas Twitter. Creo que ni para bien ni para mal me va a beneficiar. Lógicamente, sí que sé lo de Toril, y en el campo lo notamos. Pero son opiniones de la gente, los que lo ven desde fuera puede ver una cosa que nosotras desde dentro no. A gente que le gustará y a otros nada. Nosotras que seguir trabajando todos juntos, esto es un equipo. La parte de la responsabilidad tiene que estar repartida, ni es toda de las jugadoras ni es toda de Toril. Esto es un equipo.

¿Cómo ve Ivana el futuro?

No me gusta mucho pensar en el futuro, voy más al día a día. A estar bien cada día y sacar mi mejor versión. Irá dependiendo de las circunstancias, con el tiempo valoraré si puedo alargar mi carrera deportiva.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.