Mamás y Euro: un desafío
Irene Paredes es la única internacional española que se ha lanzado a la aventura de ser madre. Su hijo Mateo la empuja desde la grada.
La maternidad y la Eurocopa. Todavía hoy en día, en pleno siglo XXI, suena raro hablar de un tema tan común como es la maternidad en el fútbol femenino. Son pocas las jugadoras que deciden dar ese paso. En la Eurocopa se pueden contar con los dedos de una mano las que madres que hay. No es algo sencillo.
Si hay una jugadora en La Roja a la que no le frena nada es Irene Paredes. Hablar de la defensora es hablar de sacrificio, trabajo, liderazgo, pero todo eso en la sombra. Como lo hace una madre. Desde hace unos meses su trabajo sobre el terreno de juego se compagina con esa bonita tarea que te da la vida: criar a un hijo. Ella lo hace con la misma pasión y discreción, una de sus grandes virtudes. Nunca se la ve un gesto fuera de onda. O una palabra desentonada. Y no será porque en esta Eurocopa no ha sufrido la zaga española.
“Hemos sufrido. Nos gustaría que fuese menos, pero si eso supone seguir pasando a mí no me importa. Me he visto bien, con los nervios hasta el final”, admite. La de Legazpia parece tener siempre todo controlado. Su posición en el campo es excepcional. Siempre en alerta, con seguridad al corte. Tapando todos los huecos que pueda haber. “Soy humana, me pongo nerviosa e incluso admito que me gusta estarlo. Eso significa que estoy bien activada. Estoy 100% preparada para el partido”, reconoce. Benditos nervios, que sigan aflorando el miércoles contra Inglaterra. No hay que olvidar que a sus 31 años es considerada una de las mejores centrales del mundo. Por eso, el Barça se lanzó a por su fichaje cuando ya era la capitana del PSG. Ofertas no le faltaban.
Pero llegaba algo muy importante, su hijo. Ya instalada en Barcelona nació Mateo. Una nueva ilusión en la vida de Irene. Un nuevo aliciente para seguir luchando, aún más si cabe, por llegar a lo más alto en el fútbol. En esta Eurocopa el pequeño de preciosos ojos azules le sigue allí dónde vaya. “Tengo mucha suerte, tengo en la grada a mis padres, mi hermana y a Lucía con Mateo. Eso siempre gusta, que te estén animando de tan cerquita. Evidentemente tenerle aquí me da un plus de motivación. Al tenerles a todos aquí, parece que no juego sola. Que ellos me empujan desde fuera. Vivir esto en familia es lo más”. Y es que la pasión de una madre mueve montañas. Irene bien lo sabe, desde hace 10 meses con más fuerza si cabe.
Madres en la Eurocopa
La española no es la única jugadora que ejerce de madre fuera de los terrenos de juegos en esta Eurocopa. La islandesa Sara Björk tiene un pequeño que todavía no ha cumplido un año. Cuatro meses después de dar a luz volvió a incorporarse al trabajo con el Olympique de Lyon. Y es que la maternidad y el fútbol están poco a poco alineándose. En el panorama internacional ya hay muchos casos. Alex Morgan, Sidney Leroux o Crystal Dunn de EE UU. También en Europa con Sara Björk, Amel Majri, Elin Rubbensson, Kristine Minde o la exazulgrana Stefanie Van der Gragt. Son solo algunos ejemplos de una elección cada vez más frecuente entre las futbolistas. La profesionalización ha ayudado a las jugadoras a dar ese paso. Y por supuesto, en la Liga Iberdrola. Melanie Serrano, Marta Cardona y María Alharilla, las últimas en unirse a esta única aventura llamada vida.