Maitane: “El Atleti me robó el corazón, pero jugar en EE UU siempre fue mi sueño”

Con una sonrisa de oreja a oreja. Así está Maitane López (Mallorca, 1995) desde su llegada al NJ/NY Gotham FC, equipo de la NWSL, considerada la mejor liga del mundo. La centrocampista balear es la séptima futbolista española que llega a la élite estadounidense del fútbol tras Laura del Río, Vero Boquete, Adriana Martín, Sonia Bermúdez, Vicky Losada y Celia Jiménez, que también juega al otro lado del charco en la actualidad. Contar con la confianza del entrenador español Juan Carlos Amorós ha sido determinante para su desembarco en Nueva Jersey con cartel de estrella. La pivote, nueva guardiana de Gotham, lucirá el dorsal 77: “Llevé el 7 en el Atlético y fue muy especial, así que doble 7, a trabajar el doble y a internar hacerlo el doble de mejor”.

Aunque irse a Estados Unidos fue una decisión “muy difícil”, cuenta en su entrevista exclusiva a AS, los astros se alinearon para que pudiera cumplir su sueño. Ahora, compartirá vestuario con futbolísticas tan míticas como Ali Krieger (38 años), Ali Long (35) o Kelley O’Hara (34). Su primer día fue “una pasada” y está deseando debutar: “A ver si entro en convocatoria este fin de semana”. Además, espera disfrutar mucho de “la mejor ciudad del mundo”.

—¿Qué tal el aterrizaje en Estados Unidos?

—Estoy muy feliz, está siendo todo supernuevo y superagradable. Me esperaba un buen recibimiento de mis compañeras y el staff, pero me ha sorprendido incluso para mejor. El jueves, mi primer día, estaba supernerviosa y en cuanto acabaron todas estaban superpendientes. Y tuve que hablar...

—Pero el inglés lo lleva bien...

—Sí, creo que me ha servido ser la traductora de las jugadoras internacionales en los diferentes equipos en los que he estado. Tengo buen nivel, no de estudiarlo, pero siempre me ha gustado y lo he aprovechado. Como me gusta mucho Harry Potter, empecé a ver las películas en inglés y me dio pie a leer también libros, etc. Creo que me puedo adaptar bien y rápido.

—¿Y Batman le gusta?

—(Se ríe). Sí, Gotham es como la representación de Nueva York y Nueva Jersey. Aunque no haya una relación oficial, pero ojalá sí que me den cositas de Batman porque el sobrino de Leicy (Santos) es superfan y le podré llevar regalos en Navidad.

—¿Cómo le llega esta oportunidad?

—Todo viene por mi relación con Juan Carlos Amorós, que viene desde hace mucho tiempo. Tengo su confianza desde su etapa en el Tottenham, que ya hablábamos para poder irme en alguna ocasión a sus equipos. Pero nunca se había dado el momento hasta ahora, que se ha alineado todo. En enero de este año se puso otra vez en contacto conmigo, las condiciones de aquí eran inmejorables y me explicó todo el funcionamiento de la Liga y el profesionalismo de aquí. He entrenado un día con mis compañeras y ya sé por qué son capaces de llegar a edades más avanzadas jugando al más alto nivel. Aquí se da el 200% en todo. Y el nivel de exigencia es brutal.

—¿En qué momento se decide?

—Buf... Fue muy difícil porque el Atlético de Madrid me ha robado el corazón. Siempre había sido de la Real Sociedad por mi tío (López Rekarte), que marcó mi infancia, pero jamás se me va a olvidar lo que he sentido en ese club y lo que me ha dado. Siempre había sido mi sueño jugar en Estados Unidos. Mi corazón estaba muy dividido, pero esta oportunidad se me abrió porque con la Selección española jugué ante Estados Unidos y sin saber si volvería a la Selección creía que era el momento de tomar la decisión. Fue muy difícil, pero bueno, creo que he dejado la puerta abierta y quién sabe si dentro de unos años puedo volver a Madrid, a mí me haría muy feliz.

—¿Qué diferencias encuentra en el juego de allí?

—Aquí todo tiene que ser rápido, la intención es llegar al área rival lo antes posible, al primer toque, sin perder tiempo, hay muchas transiciones... Desde España se puede ver como un juego muy directo, aunque creo que aquí la mezcla que está consiguiendo Juan Carlos entre el fútbol español y el americano es muy buena. Tienen mucho más la posesión que el resto, para protegerse con balón, y a la vez la intención de meter gol está clara. Creo que me va a completar como jugadora.

—¿Y en recursos?

—Vengo del Atlético, que es de lo mejor que hay en Liga F y quieren seguir creciendo más todavía. Pero es cierto que llego aquí y no sé el número de personas de staff que me han presentado porque es muy grande. La persona del estilo de juego, analistas, preparadores físicos, preparadores individuales, preparadores a nivel de técnica... Puedes mejorar en todos los aspectos de tu juego. Creo que hoy me toca entrenar con tres personas individualmente, es una pasada. Es imposible que no aprendas aquí.

—¿Hay alguna compañera con la que le haga especial ilusión jugar?

—Cuando era más joven nuestras referentes internacionales siempre estuvieron en Estados Unidos porque era lo que veías. Hasta ahora que Inglaterra o Alemania han dado un paso. Allí siempre tenían a esa jugadora icónica. Para mí compartir vestuario con Ali Krieger (38 años), Ali Long (35) o Kelley O’Hara (34) es espectacular. También, después de haber visto muchos partidos del Gotham, puedo decir que Lynn Williams es espectacular.

—¿Qué objetivos tienen?

—Este año querían dar un salto más y, sobre todo, que en un futuro próximo Gotham sea una referencia mundial. Hay talento nacional y se ficha también internacional para crear un equipo referencia.

—¿Y usted? ¿Sumar más títulos?

—Sí, sin duda, ya he cogido un poco la dinámica y me encantaría. Quiero ayudar al equipo al máximo y obviamente ganar títulos con el Gotham también.

—En cuanto a la Selección, ¿se esperaba no estar ni en la prelista?

—Es una mezcla. Esperaba estar pero a la vez sabía que no iba a estar. Eso te da más tiempo para mentalizarte de que no va a pasar y trabajar en lo siguiente. Estaba un poco triste, pero a la vez se da la oportunidad de llegar antes aquí, adaptarme y empezar la competición incluso, si me convocan, en esta jornada. Les deseo la mayor de las suertes a todas mis compañeras.

—¿Qué espera de La Roja en el Mundial?

—Creo que tenemos un equipazo espectacular. Fuera quien fuera, el talento que tiene España actualmente es increíble. Si no es en este, en el siguiente, ganaremos muchísimos títulos.

—La última, ¿cómo fue ganar esa épica Copa ante el Real Madrid?

—No sé ni cómo explicarlo con palabras. Para mí, sus dos primeros goles no tienen que subir al marcador porque en uno, no hay córner, y en el otro, hay falta, pero bueno suben. Y nosotras, con la lluvia, yendo 2-0, Manolo nos decía que estuviéramos tranquilas, que confiáramos. Es superpositivo y no lo transmitió. Confiamos y luego teníamos a Estefanía Banini, que estoy muy orgullosa de haberla tenido de compañera, que cambió el partido. La ayudamos a generar esa situación en la que dribla a medio Madrid y Wifi manda el balón para dentro. El de falta de Banini es imposible que lo haya visto más veces. Épico. Y luego penaltis, llevábamos un mes entrenándolos porque Manolo tenía la sensación de que podía pasar. Y nosotras, tranquilas, porque sabíamos que si llegábamos a penaltis íbamos a ganar. Mira (se señala el brazo durante la videollamada), se me ponen los pelos de punta. Fue tan fuerte levantar un 2-0 contra el Real Madrid, con la que estaba cayendo, con la afición empujándonos... Que cuando metimos el penalti definitivo yo dije “ya me puedo morir”. Fui tan feliz y sentí tanto el Atlético de Madrid. Coraje y corazón. Así ganamos. ¡Me lo voy a tatuar!