SELECCIÓN ESPAÑOLA

La incombustible Irene Paredes

La defensora del Barcelona es la única que ha jugado todos los minutos en el Mundial con España.

Pablo Garcia/RFEFRFEF/EFE

Hay una intocable, una incombustible. La única internacional española que lleva 570 minutos jugados. Esa es Irene Paredes. La que más. Le siguen dos que no desmerecen ni una coma: Jenni Hermoso (557) y Tere Abelleira (513). Son las futbolistas de España que más minutos llevan en la cita mundialista. Pero sólo hay una que lo ha jugado todo: esa es la guipuzcoana.

No hay jugadora más seria y lineal que la defensora de Legazpi. Seis de seis. No hay quién la baje de la titularidad. Su regreso fue como si a La Roja le tocara el premio gordo de la lotería de Navidad. El 3 de abril volvía a atravesar las puertas de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas con un único objetivo: sumar y hacer historia con su selección.

No importaba el tiempo que había estado fuera. En los amistosos celebrados en Ibiza ante Noruega y China volvió a recuperar su sitio. Ese sitio nunca cuestionado. Pero tenía por delante el objetivo de buscar una compañera de baile. Y poco tiempo que perder. Ese papel lo asumió Ivana Andrés. Ambas comenzaron a trabajar, las cosas comenzaron a cuajar.

Regreso duro

Sin embargo, la preparación para el Mundial de La Roja fue el doble de dura para Irene. Se incorporó con días de retraso al grupo después de haber perdido a su padre. El trago más duro de su vida. Con esa esa fuerza que muestra siempre, subo recomponerse. Ya en Asturias Vilda contó con la veterana. Pero la dejó respirar. No se la vio en los amistosos previos. Pero fue venir lo importante, y no fallar.

A Irene la conocen todo. Los rivales la elogian. Y no es sin razón, ya que es una de las mejores centrales del mundo. Y seguramente la mejor de esta cita mundialista. Los números lo dicen todo: 76& de pases precisos. Está de las primeras en la lista de posiciones medias e intervenciones en el choque ante Suecia (59). En las semifinales ante las torres suecas logró 50 pases, 2 duelos aéreos y cuatro posesiones ganadas.

Además, es de las que da la cara, en las buenas y en las malas. Fue la primera en salir ante Japón a dar la cara. Sus palabras fueron claras como el agua. “Nos pillaron y bien en las contras. Se defiende desde arriba, y el otro día no fue el partido de ninguna. Salía en todos los goles. Quedamos totalmente retratadas”. Así es Irene.

Le falta un gol de cabeza, esos de marca de la casa, para completar un Mundial redondo. Un título para una incombustible y por un padre. Te lo mereces todo, Irene.

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