NWSL | Jonatan Giráldez

Giráldez: “En el fondo me alegro, Marta se merecía el título”

El entrenador del Washington Spirit, que perdió la final por el título de la NWSL frente a Orlando Pride, atiende a AS tras cerrar su primer curso en Estados Unidos. También habla del Barça: “Todo el futuro es de Vicky”.

Washington Spirit.

Mejor que ayer y peor que mañana. Así lleva Jonatan Giráldez (Vigo, 1991) la derrota sufrida en la final de la NWSL a manos de Orlando Pride de la mítica Marta Vieira, que logró al fin su deseado anillo de la liga estadounidense. El entrenador gallego, ganador del póker de títulos con el Barça, hace balance en AS de su primera media temporada a los mandos del Washington Spirit...

—¿Qué tal por Washington?

—En general muy bien, estamos muy contentos, tanto mi familia como yo. En la parte personal vivimos aquí cerquita de Washington, en Leesburg, y estamos muy tranquilos, es una zona residencial, hay muchos niños, parques... Y adaptándonos a la nueva vida, a la manera de vivir aquí en Estados Unidos. La capital es una ciudad con muchísima historia, con muchísimos monumentos y cuando jugamos en casa, como tenemos allí el estadio, aprovechamos también para hacer un poco de turismo. También alrededor del país, cuando tenemos un par de días libres.

—¿Y a nivel deportivo?

—Muy bien adaptado. Realmente llegar a mitad de junio ha sido un reto importante porque al final hay muchas cosas que ya están hechas. Pero, en general, tanto jugadoras, staff y trabajadores del club nos han cogido muy bien y personalmente estoy muy contento.

—Han pasado ya unos días de la final, no estaba muy acostumbrado a la derrota...

—Hoy lo llevo mejor que ayer y seguramente peor que mañana. Lleva unos días gestionarlo, pero estamos intentando ver las cosas con perspectiva. Me considero una persona muy exigente en el día a día. Seguramente si me hubieras preguntado antes de venir, habríamos firmado ser el segundo mejor equipo de la Liga. Este es un año de muchísima transición, hay muchas jugadoras jóvenes, rookies, en su primer año de profesional, el entrenador llega a mitad de temporada... También hemos tenido algo de mala suerte con muchas lesiones de jugadoras importantes en la segunda parte de la temporada, y, claro, que también hay plantillas que tienen superequipo. Entonces el hecho de haber ganado a Kansas, a Gotham, a Portland o San Diego, equipos que históricamente han sido mejores equipos que Spirit y que en este primer año con poquito tiempo hayamos conseguido llegar a esa final del Champions y quedar segundas en la regular season (temporada regular) creo que tiene muchísimo mérito.

—¿Qué análisis hizo del partido?

—Lo tuvimos muy cerca. Para mí, fuimos mejores en la final. Obviamente no consuela, pero en cuanto a volumen de ocasiones, propuesta de juego... por cómo se aconteció el partido, merecimos la victoria. Entonces, hay días que tienes que aceptar la derrota como parte del proceso y mira, tenía que tocar, ser segundas y no celebrarlo, pero sí que verlo con perspectiva de que la temporada ha sido difícilmente mejorable.

—¿Qué se les dice a las jugadoras después de perder una final en la que son mejores?

—En ese momento siempre me gusta dar la cara, que se quiten la autocrítica, que no se fustiguen, que den la enhorabuena al rival, que hicimos todo lo posible a nivel futbolístico para poder ganar, que habíamos merecido la victoria, pero que a veces el fútbol toca que sea así... Una ocasión y media que tuvieron, la marcan y tú no eres capaz ese día, por lo que sea, de que la pelotita entre. Digamos que todo fue en contra, no tuvimos nada a favor y tenemos que aceptarlo. Y a su vez, pues también hay que ver con perspectiva la temporada e individualmente dónde estaban ellas el día uno de pretemporada, qué jugadoras eran. Insisto, un equipo con 12 incorporaciones este año, entre rookies y fichajes. Es un año supercaótico y aún así, hay que mirar en qué equipo nos hemos convertido. Ser capaces de acabar por encima de equipos que tienen mucha mejor plantilla que Spirit este año. Se les dice que se sientan orgullosas de eso y que seguro que el año que viene, empezando desde cero, vamos a intentar hacer todo lo posible para darle alegrías a la afición, que se lo merecen.

Marta, jugadora del Orlando Pride, celebra la victoria ante el Washington Spirit.JAMIE SQUIREAFP

—¿Qué destacaría de ese enfrentamiento ante una leyenda como Marta?

—Es una jugadora que históricamente ha marcado una época por todo lo que ha dado al fútbol, por lo que ha sido, porque es una leyenda realmente en esta liga y en Brasil y te diría que alrededor del mundo. Creo que la defendimos muy bien. Seguramente no hizo su mejor partido, pero porque nosotras lo hicimos muy bien y, aún así, marcó diferencias. En la semifinal marcó el tercer gol, que fue ya el gol de la victoria. Un golazo. Y mira si es difícil ganar esta competición, que ella ha estado ocho años esperando para conseguir este título. Nosotras estuvimos muy cerca, no lo pudimos conseguir y bueno, también me alegro en el fondo, porque es un título que Marta se merecía.

“Estuvimos muy cerca del título... También me alegro en el fondo porque Marta se lo merecía”

Jonatan Giráldez, entrenador de Washington Spirit

—Su balance es de 15 partidos, 11 victorias, un empate y tres derrotas...

—Sí, desde que llegué, ese sería el balance final. O sea que, muy bien. Seguramente, si analizas otras temporadas, que esto también creo que es un punto importante, es la primera vez que se consiguen tantos puntos. O sea que el campeón (Orlando Pride) gana con tantos puntos. Si nos hubiese pillado en otra temporada probablemente nos habría tocado ser campeonas, pero obviamente eso tampoco sirve como consuelo. Hay que centrarse en los resultados tangibles que hemos conseguido, podemos poner a la temporada un 8′5.

—¿Le caben en una mano las diferencias que ha encontrado con la Liga española?

—Aquí todo está muy igualado, todos los equipos tienen el mismo dinero para gastar, no tienes libertad de recursos para poder invertir en jugadoras, hay límite salarial... Por eso los partidos están tan igualados, porque es una liga muy, muy igualada. Entre el primero y el último hay muy poquita diferencia. El año pasado San Diego y Portland acabaron arriba, primero y segundo, y este año Portland, séptimo, y San Diego, décimo. Entonces es una liga en la que cada año hay muchísimas diferencias de rendimiento entre equipos que han sido campeones y que el año siguiente tienen malos años.

—¿Y en el campo?

—Diría que el principal valor añadido que hay es el ritmo de juego, un ritmo altísimo. Seguramente no hay esa riqueza táctica de España, pero en general el ritmo de juego, la intensidad, las transiciones, el juego directo... Cosas que tienen que ver, sobre todo, con el espectáculo, favorece que la gente vaya al estadio y disfrute porque ve muchas ocasiones, partidos rotos y jugadoras que físicamente son auténticos portentos.

—Barbra Banda, Temwa Chawinga, Oshoala...

—Nos marcó el gol en la final, es una jugadora que tiene una potencia descomunal y es algo que llama mucho la atención, también para el espectáculo. Chawinga marcó 21 o 22 goles. Banda y Marta marcaron el 50% de los goles de su equipo. Nosotros hemos tenido 15 jugadoras diferentes que han marcado gol, pero es cierto que la mayoría de equipos que tienen a delanteras de primerísimo nivel que marcan las diferencias. Orlando empezó regular la temporada, pero cuando ficharon a Banda su rendimiento se multiplicó por seis. Es una realidad que en esta liga este tipo de jugadoras tienen buena presencia y buen rendimiento.

—Maitane contaba en AS que a nivel de producto también había muchas ideas que se podían copiar para España...

—Son los mejores en potenciar la imagen de la liga, lo hace muy bien. Te pongo el ejemplo en la final, para mí excesivo, pero te pongo el ejemplo para que se entienda. Tuvimos que viajar unos días antes, en la sesión -2 tuvimos un media day. Había decenas de medios acreditados, cámaras, para que todas las jugadoras, y también entrenadores, estuviésemos en una zona, compartiendo un espacio con muchísimos medios de comunicación, cada mesa con su nombre puesto. Los periodistas se acercaban, interactuaban durante 45-60 minutos. Durante el acto se entregan premios también a lo que son las rookies, otros premios individuales, las luces, el cómo está organizado ese formato para que sea atractivo, para que sea potente, entrevistas individuales con los grandes medios internacionales del país, ESPN, la CBS, medios de todo el mundo que estaban acreditados estaba todo muy bien empaquetado...

—Y el día del partido, ¿la locura?

—Todo lo quieren grabar, cómo llegas al estadio, cuando entras al vestuario, entrevistas a las jugadoras antes del partido. A mí me hacen una pregunta cinco segundos antes de empezar el partido, allí, a pie de campo, al lado del banquillo. En el descanso hablan con el otro entrenador, cámaras por todos lados... Acaba el partido y ya los medios se meten dentro para tener las primeras impresiones. El producto está muy bien vendido. Hay muchas cosas que se hacen para que se hagan noticias, que se hagan eco de todas las cosas que están pasando alrededor de ese partido. Y así sucede también durante la liga. Nosotros hemos tenido la capacidad de meter una media 15.000 personas cada partido y en las últimas jornadas tuvimos sold out. Tener ahí 20.000 personas que te animen y de la manera que lo hacen... El otro día escuché decir a la presidenta de la liga que el 60 o el 70% de los partidos se deciden por diferencia de un gol. Entonces, claro, eso hace que si estás viendo eso por televisión, disfrutes. También que sea en estadios, no en ciudades deportivas, la imagen es diferentes, las marcas que llama, la afición... Todo es mucho más atractivo.

—Hasta el calendario se adapta a otros deportes de éxito allí, parece estar todo medido...

—Está todo coordinado, exacto, para que no coincidan en el tiempo y que cada competición tenga su protagonismo. Y en ese sentido, otra cosa importante, que al final nosotros disponemos del calendario en pretemporada, ahí ya tenemos el plan de toda la temporada. Sabes cuándo se juega la Supercopa, sabes cuándo juega la Concacaf, que por cierto es otro de los hitos que hemos conseguido, clasificarnos para estas dos competiciones. Sabemos cuándo se van a jugar los play-offs, sabemos dónde. El hecho de anticiparse, de ver el mapa antes de entrar en el bosque, hace que te puedas organizar. Todo lo que se genera y crea alrededor del evento, pues ayuda.

—¿Qué valor añadido cree que aporta el entrenador/a española allí?

—Para mí, sobre todo, el entrenamiento, la manera que tenemos de entrenar. Al menos, hablo como Jonatan Giráldez, creo que eso es un valor añadido, sinceramente. La manera en la que entendemos el entrenamiento, la competición, mucho más orientada a la mejora individual para reforzar al equipo, esa idea de juego, que todas hablen el mismo idioma, no depender de una jugadora, sino depender de 15, 16, 17 jugadoras, que da igual quien juegue, que la identidad del equipo sea la misma. Trasladar esa idea de juego al entrenamiento para que en el entrenamiento se pueda cultivar una visión mucho más holística del fútbol, del plan de partido, de las jugadoras que tienes y que no esté tan orientado simplemente a depender de una o dos jugadoras y jugar solo para esas jugadoras, sino depender de todo el equipo. El principal valor añadido que tenemos es ese, tener una lectura táctica del juego que creo que nos hace diferenciales.

“Trinity Rodman tiene unas condiciones físicas diferenciales que sinceramente no había visto”

Jonatan Giráldez, entrenador del Washington Spirit

—Yendo a lo individual, entrena a Trinity Rodman, una de las jugadoras estadounidenses más prometedoras, ¿qué destacaría de ella?

—Tiene unas condiciones físicas diferenciales que yo sinceramente no había visto. Tiene una capacidad de, cuando está sprintando, acelerar, o sea, cambiar el ritmo. Sobre el sprint ella es capaz de cambiar el ritmo. Es un portento físico. Hace cosas, cuando hay espacios, que son admirables, obviamente aún tiene margen de mejora. Es un perfil que está muy asociado a esta liga, condicional, de transición y también tiene mucha imagen de marca. Al final es una jugadora que es aclamada alrededor del país, muy mediática, que atiende mucho a la afición, que siempre se queda al final del partido. Eso también atrae y aquí en Estados Unidos es muy importante.

Trinity Rodman controla un balón. Denny MedleyUSA TODAY Sports via Reuters Con

—Usted también es aclamado, vimos hace poco un cartel de la afición con su nombre, ¿se siente querido allí?

—Es gente de allí, DC, a la que no conocía. En general son muy cercanos, cuando entro al campo, siempre hay un grupo que me anima. Hace unos partidos me enseñaron la pancarta cuando las jugadoras salían al calentamiento y me hizo mucha ilusión. Después del partido, que ganamos, me acerqué a ellos, me hice una foto y obviamente les agradecí también mucho.

—Hilando con ese cariño, se quedó otra vez a las puertas de llevarse el reconocimiento a mejor entrenador en el Balón de Oro, ¿le habría gustado ganarlo?

—¿Me habría hecho ilusión? Por supuesto, porque me gusta ganar y me gusta que cuando haces las cosas bien que se te reconozca el trabajo. Obviamente a quién no le gusta, ¿verdad? Ahora, como es algo que no depende de mí no dedico un segundo de energía a lamentarme. A nivel de trabajo y a nivel deportivo he hecho todo. Lo que hicimos es inmejorable. Ya no es solo ganar los cuatro títulos, es cómo jugamos al fútbol, es que el Barça femenino es el mejor club del mundo femenino, así fue reconocido en la gala, y las tres mejores jugadoras del mundo son jugadoras del Barça. Entonces, yo siendo el entrenador, habiendo formado parte de todo esto, no puedo estar más orgulloso. Y me he vaciado y hemos conseguido hacer la mejor temporada en la historia del club. A partir de ahí... Si se decide que es otra entrenadora o entrenador que debe recibir ese galardón, ya es algo que a mí no me compete. Podríamos entrar a valorar cuáles son los criterios, si son criterios deportivos, si son sociales, si son criterios que interesan, ya es algo que, como lo desconozco, no estoy dentro y no lo puedo votar, ni tampoco pierdo el tiempo en analizarlo, pues intento alegrarme de aquello que depende de mí, y es de esa maravillosa temporada que hice en el Barça.

—¿Cree que se suele infravalorar la figura del entrenador/a?

—No, no lo siento así. Yo me he sentido superquerido y muy valorado en el Barça, por las jugadoras, por el staff, por la afición, por mi familia, y, por supuesto, por mis amigos. Ahora, premios individuales, pues ya sabemos cómo funciona. No hay que explicar mucho más al respecto. Siempre hay debates de quién lo merece, quién no... Al final, si se ha decidido que el premio individual va a otra entrenadora es porque habrá hecho méritos suficientes para ganarlo. Habría que preguntar a periodistas por qué han votado más a Emma Hayes y no a Jonatan Giráldez. No le dedico ni un segundo de mi tiempo porque me restaría energía.

—Las que sí se han llevado dos Balones de Oro cada una han sido Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, ¿qué ha supuesto en su carrera entrenarlas?

—Ha sido brutal, brutal... Porque en mis tres años como entrenador cuatro balones de oro para el Barcelona es que hemos hecho muy bien las cosas como equipo. Hemos recibido muchos premios individuales los últimos años y siempre he pensado que esto, es una realidad, es una consecuencia de todo el trabajo que haces como equipo. Si tú no ganas la Champions, las opciones de ganar el Balón de Oro son mínimas, de ganar el de best son mínimas.... Entonces si somos capaces de rendir a nuestro máximo nivel como equipo y poner nuestra mejor versión al servicio del equipo, después vendrán los reconocimientos individuales. Entonces, no solo Alexia y Aitana, es Caro (Graham Hansen), es Patri, es Keira (Walsh), es Lucy, es Frido (Rolfö), son todas las jugadoras que he podido entrenar, que han demostrado ser las mejores jugadoras del mundo. Uno, porque las he entrenado, las he visto entrenar y sé cuánto se lo merecen y dos, porque lo hemos demostrado en el campo. Que se les reconozca como tal, obviamente me hace sentir muy orgulloso porque cuando llegué en 2019 al Barça la película era totalmente distinta. Ha habido una progresión, un crecimiento enorme y haber formado parte primero como asistente y luego como entrenador principal, no te voy a engañar, me hace mucha ilusión que el Barça esté donde está ahora mismo.

“Con 10 años Vicky López ya era muy superior al resto de jugadoras de España”

Jonatan Giráldez, entrenador de Washington Spirit y ex del Barcelona

—¿Qué puede decir de Vicky López, Golden Girl?

—Personalmente se merece lo mejor, la conozco desde hace tiempo, la seguía ya en selecciones autonómicas, cuando tenía 10 años, yo trabajaba en la selección catalana, jugamos una final contra madrid que nos ganó ella; era muy buena, muy superior al resto de jugadoras de España. Ya tenía ese pelo que la diferencia. Ya sabíamos del potencial que tenía, cuando tuvimos la opción de poder ficharla, no tuvimos ninguna duda con Markel (Zubizarreta). La teníamos más que controlada y luego he tenido la suerte de entrenarla, debutó conmigo y la he visto hacer cosas maravillosas, entrenando y jugando, tiene un talento descomunal. También me gustaría decir que hay que dejarla fluir, ayudarla en el entrenamiento, en el día a día, cuidarla, no sobreexponerla demasiado, no elogiarla demasiado, dejar que se vaya cociendo y preparando poco a poco. Obviamente tiene unas condiciones brutales pero hay que darle un poquito de tiempo para que termine de consolidarse en el primer equipo. La temporada pasada tuvo muchísima participación, muchísimos minutos. Creo que esas son experiencias que le han ayudado. Ahora también se lo está ganando con la Selección española y por supuesto que todo el futuro es de ella.

—¿Ha podido ver al Barça esta temporada? ¿Tiene contacto con el equipo?

—Sí, mantengo el contacto con Pere (Romeu). Tenemos muy buena relación, también con más gente del staff. Todos los partidos que no me coincide con trabajo, sí que intento verlas porque obviamente me hace ilusión seguirlas desde la distancia. Creo que a nivel mediático hay revuelo siempre en los inicios, con las comparaciones, pero son cosas que deben ser ajenas, externas al día a día. Yo personalmente tengo mucha confianza en el Barça porque conozco a la gente que está allí. Las conclusiones se tienen que sacar siempre cuando hayan pasado unos cuantos meses. Los inicios siempre son difíciles, complicados, se tienen que ajustar las piezas, las incorporaciones, las nuevas ideas, en este caso de Pere, hace falta tiempo... Creo que el Barça ha demostrado en los últimos años que es un equipo que va a optar a todo y seguramente este año será más de lo mismo.

—¿Le gustaría enfrentarse al Barcelona en una edición del Mundial de clubes?

—Hombre, por supuesto, eso implicaría que aquí tendríamos que ganar y que el Barça habría ganado, por lo tanto, estaría contento por partida doble.

—¿Qué nos puede contar de la metodología y los recursos del Spirit?

—Hay muchos recursos, muchas personas que están trabajando, que están investigando. Hay poca investigación científica en torno a mujer, rendimiento, fútbol y entrenamiento y desde aquí Michele (Kang, propietaria), la visión que tiene es de investigar todo esto. Hay mucha gente que está trabajando exclusivamente en Women’s Health, que es la salud de la jugadora. O sea, cómo recupera después de un viaje, del jet lag, cómo recupera cuando tiene la menstruación, cómo entrena, cómo le afecta esto, los dolores, cómo le afecta, al rendimiento, cómo le afecta a nivel de composición corporal, cómo le afecta en cuanto a suplementación... Se intenta profundizar al máximo en todos los factores que afectan al rendimiento y que por nuestra parte se puedan controlar. Seguramente poco a poco se vayan sacando conclusiones, se van haciendo pequeñas adaptaciones individuales, en proceso, sobre todo fuera del campo, en trabajo de fuerza, en trabajo de suplementación, para intentar afinar lo máximo posible y que desde nuestra posición, como staff, podamos ayudar el máximo posible a las jugadoras.

—Ha podido cruzarse con estrellas del deporte, ¿a quién le ha hecho más ilusión conocer?

—Sobre todo, con Magic Johnson. Es un mito, a mí me pilla muy pequeño, pero es un referente ya no solo en el baloncesto, sino en el mundo del deporte, en la historia, seguramente es uno de los mejores de la historia. Es un tío muy simpático, muy divertido, tiene una gran oratoria, una capacidad de contagiar brutal, una sonrisa que te engancha. Bueno, me hizo mucha ilusión cuando me lo presentaron. Al final es copropietario del club, es inversor del Spirit y tiene inversiones en otros equipos. Es una persona que ha apostado, que ha destinado parte de su patrimonio y sus recursos a ayudar al Spirit, al fútbol femenino y es un tío muy simpático, relativiza mucho las cosas. Cuando habla no parece que la presión vaya con él. Es una persona que me ha hecho mucha ilusión conocer.

—Y la última, no sé si es capaz de imaginarse, ¿qué sería Jonatan Giráldez si no fuera entrenador de fútbol?

—Guau. Es que lo que siempre he tenido claro en mi vida es que me quería dedicar al fútbol. Nunca tuve claro cómo, si como jugador, si como analista, preparador físico, entrenador, asistente... Pero siempre que estaría en esto. Hubo un momento en que me veía de preparador físico, sobre todo antes de empezar mis estudios de ciencias del deporte, y probablemente lo habría compaginado con ser profesor de educación física en algún colegio. Siempre he tenido claro que el fútbol tenía que formar parte de mi vida. He podido ser preparador físico, analista, entrenador asistente, comentarista también, profesor en la escuela de entrenadores casi cuatro años, he sido incluso coordinador de un campus de fútbol femenino, he sido seleccionador, he sido entrenador en masculino y en femenino... Creo que he tocado ya todos los palos. Estoy muy contento porque al final hago lo que me gusta y eso es lo más importante.

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