España, sufrimiento y fiesta final en Burgos

España cumplió ante República Checa y cierra abril con dos victorias para ir lanzada hacia la Euro de 2025. Las de Montse Tomé tuvieron que remontar un gol inicial de Sonntagova. Fueron dos minutos hasta que comenzó el festival de goles de La Roja. Marcaron María, Jenni y Mariona. España demostró que sabe sufrir y remontar el vuelo.

La fiesta que presentó Burgos se quedará para siempre en la memoria de las súpercampeonas. Un estadio lleno de banderas, de camisetas con los nombres de ellas. Sí, los referentes son ya las Olga, Alexia, Irene, Jenni, Ona… Nervios de las niñas cuando sus heroínas saltaron al césped. Gritos. Incluso lágrimas. Carteles por todos lados. “Ni Messi ni Cristiano… Salma”. El tiempo de la capital burgalesa acompañó, lucía un sol radiante. Tan radiante como lo son las internacionales. Montse se decidió a mover el once, con María Méndez en la zaga, Maite en el centro junto a Jenni y Alexia y un ataque con Eva Navarro, Lucía y Mariona. Equipo de lujo igualmente. Muy ofensivo, se quería golear. Se había preparado una fiesta y sólo había que seguir de nuevo el plan. Ese que no falla desde hace mucho.

La afición las llevó de la mano desde que el balón comenzó a rodar. Maite Oroz -una de las no habituales- tenía ganas y cogió los galones moviendo al equipo de un lado para otro. En corto apoyándose en Alexia y Jenni, abriendo el juego con balones en largo. República Checa no se arrugó, a pesar del dominio total de La Roja. Incluso optaban por iniciar el juego en corto, algo que tenía sus riesgos. Así llegó la primera de las de Montse Tomé. Lucía hizo de las suyas en el área, pero finalmente su disparo fue atrapado. La asturiana tuvo otra después que de Athenea le asistiera. Y otra de la delantera del United. El gol se resistía.

Mientras, Jenni hacía magia cada vez que tenía el balón en los pies. Burgos alucinaba y se volcaba con la de Tigres. Pero en la primera falta botada por las checas Dubcova estuvo a punto de sorprender a Misa. Por suerte, el balón se fue por encima del larguero. Alexia se dejó de bromas y se lanzó a la portería de Votikova. Su disparo en carrera con la izquierda rozó el palo izquierdo. Se lamentó.

España se ponía en un escenario en el que no está acostumbrado. Olga saltó tras el descanso y medio equipo a calentar. La Roja subió un punto la intensidad. Irene probó de cabeza. Athenea tras una internada por la izquierda de Mariona. Minutos buenos, ahogando a las checas. Sin embargo, fue Sonntagova la que abrió el marcador con el golazo de su vida.

Alexia tiró de experiencia, se internó por la izquierda y Lucía tuvo la más clara, pero la salvó la meta checa. En la siguiente sí. Alexia -de nuevo- botó un córner y María remató de manera limpia. España respiraba al grito de “sí se puede”. Y llegó la de siempre para poner orden: Jenni anotó el de la remontada. Un pase filtrado de Mariona -estilo de la casa de la mallorquina- que aprovechó la de Carabanchel. A partir de ese momento se abrió la fiesta al público. Todas querían su gol. Athenea, Vicky, Salma… y fue Mariona la que obtuvo el premio a su partidazo.

Burgos premió a las campeonas del mundo desde las gradas. Ni, aunque casi se solapara el partido con la Champions. Nadie se movió de sus asientos, enfrente estaban las mejores futbolistas del planeta. Un lujo. España sigue con paso firme, por el momento no hay quién le tosa.

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