“Las lesiones, ‘las 15′… me planteé si seguir jugando”

Vuelta a la Selección y nueva convocatoria después de la última más complicada…

Estamos bien, estamos un poco más tranquilas. Obviamente, todo lo que ha pasado no es algo que haya acabado ni que esté todo solucionado. Hay que seguir dando pasos, hay que seguir mejorando muchas cosas. Obviamente, gracias a dios, esta concentración se ha dado de forma diferente a la última. Fueron momentos incómodos y duros para todas. Ahora estamos centradas en jugar los dos partidos que nos vienen y en ganar.

¿Ya se habla de fútbol dentro de La Roja? ¿Se piensa en los Juegos Olímpicos? ¿Se cree que se puede lograr?

Ahora mismo es el reto más bonito que tenemos por delante porque es algo que no se ha logrado y que no ha conseguido nadie en el fútbol femenino en España. Vienes de ganar un Mundial, jugamos competiciones como Champions con nuestros clubes, hemos disputado Eurocopas… pero es que los Juegos Olímpicos nunca se han jugado. No puede ser más atractivo el objetivo. Es donde queremos estar. Vamos a poner todo de nuestra parte y creo que tenemos opciones, estamos ahí luchando con las grandes selecciones. Queremos estar en París.

Ha ganado la Champions con el Barcelona, el Mundial con España, ¿qué le queda a Mariona en su carrera?

Pues mire, ir a unos Juegos y ganarlos. Estaría genial volver a ganar una Champions, ganar una Eurocopa. No creo que nadie se canse nunca de ganar. Es nuestro caso. Tenemos una generación que hay que aprovecharla. Hay que ir a por todas. Hay veces que sale mejor o peor, pero nuestras cabezas siempre están en ganar todo.

¿Hubo un momento en el Mundial que hicieron clic y se convencieron de que iban a ganarlo?

Desde el principio el objetivo era ir allí a ganar. Quizá había gente que no lo veía, o que no se expresaba tan abiertamente. O había un poco de respeto y miedo a decirlo. Pero en el momento en que se toma la decisión de ir al Mundial, al menos en mi caso, es porque creo que había opciones de ganarlo. Quería ganarlo. Es cierto que la concentración empieza un poco rara, los primeros partidos nos costaron un poco más. Pero en el momento que se acabó la fase de grupos y empezamos las eliminatorias nos lo creímos. Estábamos ahí, podía ser real, y acabó consiguiéndose.

Para usted fue como empezar de cero después de meses sin acudir con la Selección. Se tuvo que ganar de nuevo el puesto y acabó triunfando…

Sí, venía de estar muchos meses fuera y es entendible que cuando no estás tú, juegan otras jugadoras. Era algo lógico y que podía pasar. Pero un Mundial, aunque sea un torneo relativamente corto, son muchos partidos y las cosas acaban cayendo por su propio peso. Acabé con muy buenas sensaciones, todos los partidos, estuve muy tranquila y satisfecha con mi rendimiento. Fue perfecto, no me puedo quejar.

¿Cuál es su posición ideal, de interior o de extremo?

Ese es un dilema (risas), siempre me preguntan por ello. Aunque la posición inicial para la gente de fuera cambie mucho, si empiezo el partido por dentro o por fuera, al final mi rol acaba siendo el mismo. No es algo que me importe mucho. Es cierto que me siento muy cómoda jugando desde el extremo y es donde he jugado más. Al final creo que acabo haciendo en las dos posiciones lo mismo. Mientras esté en el campo y juegue, me da igual donde.

¿Desde pequeña jugó en esa posición?

Cuando empecé en el fútbol era defensa central y así lo hice hasta que pasé a jugar con chicas, ya con 14 o 15 años. En los primeros años en el Collerense, ya en Primera División, jugaba de mediocentro defensivo. En mi caso ha sido al revés, he ido de atrás para adelante. Con los años la tónica en el fútbol es ir para atrás… pues yo todo lo contrario. A la gente le sorprende que fuese central hasta bastante mayor.

¿Cuál cree que era la razón para ponerla ahí?

Cuando jugaba con los chicos yo di el cambio físico antes que ellos. Era más alta, más corpulenta. Me encantaba salir desde atrás conduciendo. Tenía buena salida de balón (risas). A mí no me gusta, siempre le decía a mi entrenador que me pusiese más adelante y me decía: “Si vamos perdiendo te adelanto un poco”. Pero, si no, me tocaba defender.

Se ha vuelto toda una maestra de los penaltis, incluso se turna con Alexia…

Con Alexia es algo que compartimos con naturalidad, las dos nos sentimos cómodas y se nos da bien. Nunca vamos a tener ningún conflicto entre nosotras por esto. Cuando se dio ante Suecia me preguntó: ‘¿Lo tiras tú?’ Le dije que sí. Justo poco después hubo otro en el Barcelona y me dijo que lo tiraba ella. Es la que se encuentre en el momento con confianza. Yo confío en ella y ella en mí, eso es muy bueno.

En el Mundial tiró alguno decisivo.

Si lo piensas fríamente impacta más que si estás metido en el juego, ya que se trata de una ocasión más del partido. Durante el Mundial tiramos bastantes penaltis, estaba siendo efectiva porque estaba muy tranquila. Pienso que si en cualquier momento fallo, es que forma parte del juego. Lo llevo con naturalidad, tranquilidad y confianza.

¿Cómo están ahora tras todo lo que ha pasado?

El ambiente es diferente, estamos tranquilas y nos sentimos escuchadas. La gente dice “sigue Montse, que viene de Jorge Vilda”, y en cierto modo es así. Han trabajado juntos muchos años. Pero, aunque Montse sea la cabeza visible, es verdad que ha llegado mucha gente nueva en el staff, y eso siempre da aire fresco. Te aporta cosas diferentes. Perspectivas diferentes y otras opiniones, eso hace empezar de cero. Si no, parecería que todo sigue siendo lo mismo. Obviamente seguimos apoyando a Jenni con lo que haga falta, creo que en eso estamos unidos como grupo. Ha sido clave para poder estar en la Selección y estar tranquilas, centradas en fútbol y en cómo queremos jugar.

¿Apoyan a Montse?

Sí, obviamente cuando estás aquí tienes que dar ese voto de confianza. Hay que conocer a Montse y a todo el staff. Ver cómo trabajan y que ellos nos conozcan a nosotras. Ver cómo va todo. Al empezar algo desde cero hay predisposición de nosotros escucharlos a ellos y ellos, escucharnos a nosotras. Es muy importante.

¿Cuál es su estatus en el equipo?

Tenemos la suerte de tener a gente referente muy top: Alexia, Irene, Jenni… es muy fácil. Sólo tienes que fijarte en ellas. Te muestran mucho el camino: ‘Esto sí, esto no…’. Es lo mismo que yo intento transmitir a las que vienen jóvenes.

La situación de Mapi y Patri… ¿qué les dice y les aconseja?

No se trata de convencerlas, es una decisión personal de cada una por cómo se sienten. Hay que respetarlas. Es verdad que antes de ir al Mundial hablamos mucho para tomar las decisiones. Nos reunimos y fuimos transparentes. A partir de ahí, cada una toma su decisión y es respetable. Lo he dicho: yo quiero que estén aquí. Son las mejores en su posición y llevo mucho tiempo con ellas. Las tengo mucho aprecio y cariño. Quiero que estén aquí, pero si ellas deciden no estar por los motivos que sean o porque creen que es lo mejor para ellas, obviamente vamos a apoyar esa decisión.

¿Cómo se gestiona el aspecto mental del fútbol?

Es un tema muy individual de cada una. Siempre está a nuestra disposición el psicólogo del club y de la selección, pero a veces sientes que necesitas algo de fuera. Yo empecé hace unos meses a trabajar con uno externo: cuando va bien no lo prestas atención, no lo valoras. Pero cuando tienes épocas que te tambaleas te das cuenta de la importancia que tiene. Es un todo, no tener cierta ansiedad, poder dormir bien, comer bien. Que tú cabeza esté centrada y concentrada. Cuando no has vivido la parte mala no valoras la parte buena. Pero una vez tocas ese fondo, le das más importancia. Incluso cuando ya estás mejor, es importante seguir trabajándolo para no recaer.

¿Ha tenido algún problema en concreto?

Todo el tema que pasó en la Selección… creo que todas lo sufrimos. Mediáticamente tuvo un gran revuelo: recibes muchas críticas, también apoyo... Te viene todo muy de golpe. Luego me lesioné, recaí. Me pilló todo de golpe. No sé cuál fue el detonante, el momento concreto, pero no me sentía bien. No podía jugar, me lesionaba. Creía que estaba bien y me volvía a lesionar. Y estaba el tema de la Selección, que me afectaba. Fue el mix de lo que se vivió la pasada temporada.

¿Qué es lo más duro que ha pasado en el fútbol?

Las recaídas con las lesiones, tanto el año pasado como también hace dos años. Llegué a cuestionarme si podía seguir jugando. Pensaba “¿qué estás haciendo mal?” o “¿por qué esto no sale bien?”. Y luego todo el tema que hemos vivido con la Selección. A nivel mental fue muy duro. Lo que pasó cuando nos plantamos las 15, los meses siguientes, tomar decisiones sobre si volver o no. Luego lo de Jenni… Ha sido difícil de gestionar.

¿Las redes sociales… benefician o perjudican?

No soy muy activa en las redes sociales, lo que más me gusta es leer Twitter para estar enterada de lo que pasa en el mundo. Es mi manera de leer la información, no solo a nivel deportivo, también en temas sociales. Pero sí que ha habido momentos, y creo que todas nos estamos dando cuenta, que hay veces que es mejor alejarse de eso. Es muy fácil opinar cuando no te conocen y no saben nada de tu situación. Cuando tienes un nombre o una foto que ni siquiera eres tú. Puede leer 10 comentarios buenos y uno malo, que es el que te afecta más. Creo que el riesgo-beneficio a mí no me sale a cuenta. Por eso estoy bastante apartada de eso. A veces me quito Twitter, Instagram, estoy una época sin entrar. Nos tenemos que proteger y cuidarnos. Alejarse de lo que no sea bueno.

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