Los errores condenan al Madrid

No pudo ser. Tampoco a la tercera el Real Madrid pudo vencer al Chelsea. Las inglesas sacaron músculo y lucieron pegada para ganar a un conjunto blanco que compitió, pero sigue sin poder romper esa barrera de ganar a un grande europeo. Un paso más cerca.

Alberto Toril intentó reforzar la medular en su visita a Stamford Bridge. Con Tere, Angeldahl y Leupolz en el medio y Weir, Alba Redondo y Athenea para buscar el gol. La otra novedad llegó en el lateral derecho con la inclusión de Shei en lugar de Oihane. Mientras, Bompastor optó por velocidad con James, Mayra, Baltimore como lateral, Reiten y Kaneryd. Las londinenses salieron intensas, apretando. Así en los primeros compases forzaron el primer córner. El saque de esquina fue bien despejado, pero Kaneryd cogió el balón casi en campo propio, se adentró por la derecha, llegó hasta línea de fondo y centró buscando una cabeza. La que encontró fue la de Shei, que se marcó en propia puerta. Era el minuto 2 y había llegado el primer mazazo. Dos minutos después, lo volvió a intentar Kaneryd, esta vez, sin puntería.

El Real Madrid soltó los nervios con el balón. Intentando encontrar a Leopulz, que daba luz en la medular, y balones a la espalda de la defensa con la velocidad de Athenea o Alba. Dominando y llegando. En el minuto 14, Méndez a punto estuvo de mandar el balón a gol tras un córner sacado por Weir, la escocesa lo intentó después de una jugada de toque, pero su tiro flojo lo blocó con facilidad para Musovic, otra de las novedades del Chelsea. Las londinenses esperaban la suya para matar, y con espacios Mayra y una activa Kaneryd daban sensación de mucho peligro. Entonces, el plan de Bompastor dio sus frutos. En una posesión más larga, un centro se quedó en el área y, en su intento de despeje, María Méndez golpeó a Bronze antes que al balón. Penalti que Reiten no falló con un disparo potente a la derecha de Misa. Segundo mazazo.

Resurgir

Este parecía que sí había dolido. El Chelsea se hizo con el dominio del balón, tocando y buscando el tercero, el de la fiesta de Stamford Bridge. Con movilidad y bajando el ritmo, las inglesas no probaban a Misa, pero rondaban el área. Pero el Real Madrid resurgió. Otra vez intentando tener el balón, moviéndolo y encontrando a una Olga más incisiva. La tuvo muy clara Alba Redondo a la media hora en un balón que se quedó en el área, pero su buen tiro lo sacó Musovic con una parada de mérito. Las blancas creían y seguían buscando a Olga, que ya era una extremo más. Y esa fe llevó a Alba Redondo a poner el 2-1 para dejar claro que no estaban muertas. Olga se internó por la izquierda, centró, pero Athenea no pudo rematar, el balón salió despedido para Shei, que se estrelló en una defensora y, a la tercera, Alba Redondo recogió el balón y lo mandó al fondo de la red con un potente disparo. Un gol de fe. Un gol para creer.

El Chelsea intentó aplacar el empuje blanco haciéndose con el balón y bajando las pulsaciones del partido. Pero el Real Madrid, muy ordenado como en todo el partido, no concedió y se fue al descanso vivo en el partido. Y demostrando que quería la victoria con ocho tiros por cuatro del Chelsea, tres de ellos a puerta. Quedaban 45 minutos para romper la barrera de ganar a un grande de Europa…

La sentencia

El Chelsea salió del vestuario con el aviso del Real Madrid en la mente. La premisa era clara: tener el balón y sentenciar. Así, las londinenses se hicieron con el mando ante un conjunto blanco que defendía sin poder tener una posesión larga. Athenea y María Méndez sacaron buenos centros antes de que encontrase rematador. Pero, en el minuto 53, Reiten tuvo tiempo y espacio para ver a Mayra, le puso un balón medido y la colombiana con un testarazo que hizo la parábola y superó por alto a una Misa que pudo hacer más. Otro mazazo. Tocaba volver a levantarse.

Con el tanto, el Chelsea dejó al Real Madrid respirar. Entonces, las blancas sí pudieron tener algo del balón, tocar y volver a reencontrarse. Sacó Toril más dinamita con Caicedo y la colombiana salió para encarar y ser una pesadilla para Bronze. Generaba, pero no conseguía hacer daño. Lo pudo hacer en una contra que dirigió Caicedo, pero no encontró a Athenea. En el córner, el balón se paseó por el área pequeña sin que nadie pudiera rematarlo. El tiempo iba en contra de las blancas.

Eva Navarro y Feller salieron para agitar el partido. Y lo hicieron. Empujando, con mucha fe y ante un Chelsea que creía tener el partido en el bolsillo. Lo intentó una activa Caicedo, pero su tiro se fue fuera. Control, pero poca mordiente del Real Madrid. Hasta que, en el minuto 83, el conjunto blanco volvió a meterse en el partido. Angeldahl ganó el balón en la frontal, se la dio a Weir que abrió para Eva Navarro. La de Yecla tiró, la sacó Bronze bajo palos y, en el rechace, Caicedo la mandó dentro en boca de gol. El Madrid tenía de nuevo alas. Una falta lateral que Lakrar remató a las manos de Musovic dejaba claro que las de Toril iban a por el empate. El partido se volvió loco. Pero no pudo ser. El Real Madrid compitió y se va de Londres con la cabeza alta. Pero sin poder superar esa barrera de ganar a un grande.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.