El poste frustra el sueño rojillo

Con el cartel de ‘No hay entradas’ en Tajonar, Osasuna y Athletic buscaban una plaza en la Final Four de la Copa de la Reina. Las rojillas querían dar la sorpresa y pelear por el título, a pesar de militar en una categoría menos. La alineación indebida del FC Barcelona en los octavos de final permitió a las de Kakun Mainz avanzar de ronda. Al final, cuatro disparos al larguero frustran el sueño rojillo en un choque en el que llevaron la iniciativa desde el pitido inicial. Las bilbaínas estarán en el bombo tras haber convertido Ane Azkona y Peke sus dos únicos tiros a puerta.

El monólogo local comenzó en el minuto 10 con un zurdazo al larguero de Valero. En la jugada siguiente y con Osasuna todavía volcado, Ane Azkona culminó un magnífico pase al hueco de Itxaso frente a Maitane. A partir de ahí, las de Kakun Mainz fueron un vendaval. Vilariño en el 17′ y el 35′, y Valero otra vez en el 36′, se toparon con la misma rival: la madera. Sólo los postes consigueron que el Athletic mantuviera su ventaja al descanso.

La segunda parte fue un duelo de entrenadoras. Iraia Iturregui agitó el árbol e introdujo a Irene Oguiza por Yulema. El Athletic adelantó líneas y ganó control en el juego. Azkona, con la lección aprendida, filtró un pase idéntico al que le sirvieron en el primer tiempo para que Peke doblase la ventaja a 25 minutos para el final.

Kakun respondió inmediatamente y cambió a sus dos bandas. Vilariño y Blanco dejaron su hueco a Lacosta y Sobrón para dar la razón a su entrenadora. Lacosta superó a Nevado en el uno contra uno y puso un centro raso para que Blanco rematara desde el primer palo. Osasuna siguió insistiendo con la fórmula de la primera mitad: centros a la cabeza de Valero. La joven de 19 años rozó el empate en el 77′ tras una falta botada por Patri.

Con más corazón que ideas, Osasuna buscó forzar la prórroga. Un sinfín de balones colgados que si en el primer tiempo chocaron con el poste, en la segunda fue una bien plantada defensa zurigorri la que repelió las intentonas rojillas. Las bilbaínas demostraron su categoría superior y sin ponerse nerviosas achicaron aguas y alcanzaron unas semifinales de Copa de la Reina que se les resistían desde 2020.