El Barça recupera sus mariposas en Champions con un brutal 9-0

Adiós, dudas. Hola, mariposas. El Barcelona goleó al Hammarby con dobletes de Graham y Pina, y tantos de Alexia, Mapi León, Pajor, Brugts y Rolfö, de penalti, para apuntarse su primera victoria en esta fase de grupos de la Champions y escalar a la segunda plaza con una maravillosa actuación que despertó el cosquilleo en el estómago de su afición. Suficiente como para pensar en lo bonita que es Lisboa...

Seis cambios con respecto a la goleada al Espanyol (7-1) y apenas un retoque si se compara con la derrota frente al City (2-0), pero sensaciones totalmente diferentes de un equipo que se divirtió sobre el terreno de juego del Johan Cruyff desde el primer minuto de juego. Eso sí, a los 30 segundos se llevó un buen susto tras una mala entrega de Engen hacia Cata Coll que casi aprovecha Wangerheim para hacer el 0-1, pero ahí estuvo la portera balear para arreglar la escena de la central. A partir de ese momento, todo fue coser y cantar para el equipo blaugrana, que avisó en sus dos primeras ocasiones con su gran goleadora Pajor. La polaca cayó en el área por un agarrón en su primer intento y no terminó de conectar bien con el cuero en el segundo.

El dominio, no había duda, era de las culés que provocaban que a su afición le hicieran los ojos chiribitas cada vez que las Aitana, Patri y Alexia conectaban, y de qué manera, en el medio. La APA hace mucho que dejó de ser un modelo de citación de fuentes. Precisamente la dos veces balón de Oro encontró a una de sus compañeras predilectas en la frontal del área, Claudia Pina, para que la delantera probase las manos de Tamminen por primera vez. La vez siguiente en la que ambas entraron en juego de forma conjunta, la defensa del Hammarby colapsó y acabó dejando a Graham sola frente a su portera. La noruega, que mantiene su nivel de mejor jugadora del mundo, no falló. Después de tres partidos encajando antes que su rival, el Barça empezaba ganando (10′). Y activó el modo pro.

Alexia dibujó un pase precioso al contraataque para que Pajor galopara sola y acariciase el segundo y Aitana la siguió con uno de sus característicos disparos a la media vuelta buscando el palo largo. Casi. El 2-0 lo iba a anotar Pina después de un remate fallado por la delantera polaca en el interior del área. La de Montcada es tan jugona como pilla. Siempre entre las más listas de la clase. Igual de aplicadas estaban Rolfö y Aitana, que asistió a Alexia para que esta rozara el tercero. Se palpaba en el ambiente y llegó al filo del descanso, pero con Patri, con ojo avizor, como asistente desde la banda derecha. Algo se removía en el estómago de la afición culé: el Barça había traído de vuelta a las mariposas.

Y pocas sensaciones hay mejores que esa en esta vida. Romeu no tocó nada al descanso y mientras las Miyagawa y Jaramo intentaban multiplicarse para ayudar en defensa, el equipo blaugrana seguía disfrutando y haciendo disfrutar de su fútbol. Fue en un córner sacado en corto de Pina hacia Aitana y un centro perfecto de la vigente Balón de Oro cuando Mapi León se unió a la fiesta para celebrar que ella también las sentía de vuelta, como dijo en la rueda de prensa previa.

La sinfonía culé era perfecta hasta sin balón. Pina recuperó uno en la presión y la jugada acabó con su segundo tanto. La asistente, de nuevo, fue Aitana. Con la goleada asegurada y la escalada al segundo puesto del grupo D realizada, la recta final del partido se centró en cuántos tantos eran capaces de marcar. Pajor solo tuvo que empujar un jugadón Made in Graham Hansen en el 72′ y la extremo noruega remató a las mallas otro característico pase de Patri Guijarro. Brugts y Rolfö, de penalti, culminaron la fiesta culé. Una goleada histórica para que su afición se permita pensar en Lisboa.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.